Zapatero empezó a ‘pasar’ de la presidencia de la Unión Europea cuando su amigo Obama dijo que no asistiría al “acontecimiento histórico planetario” de Madrid
Tras la Cumbre celebrada entre Unión Europea y los países hispanoamericanos, a la presidencia española sólo le quedaba otro momento de gran presencia mediática: la Cumbre euromediterránea. El aplazamiento de esta, habida cuenta del impulso de España al diálogo euromediterráneo, se interpreta como un fracaso, y sirve para subrayar el hecho de que en Moncloa hace tiempo que se perdió todo interés real en la presidencia.
Según fuentes diplomáticas consultadas por El Confidencial Digital, el presidente Rodríguez Zapatero “perdió todo el interés” en la presidencia de turno de la Unión Europea cuando supo que Barack Obama había cancelado su asistencia a la Cumbre Unión Europea-Estados Unidos.
Zapatero, según las mismas fuentes, había dado por supuesto que el hecho de coincidir Obama en la Casa Blanca y él al mando de la Unión Europea, podría propiciar que ambos mandatarios dieran un nuevo impulso de gobernanza global.
Cuando Obama anunció su no asistencia a la Cumbre, Zapatero “perdió el impulso y la ilusión” de hacer algo significativo durante un semestre español que desde el principio le había causado mucho desgaste por las críticas de la prensa internacional.
Así, una presidencia que “se había preparado con ilusión” no ha hecho sino ir “de mal en peor”, según relatan a este diario fuentes diplomáticas, pues a la falta de impulso político se le han unido las faltas de asistencia a la Cumbre con los países latinoamericanos, así como el aplazamiento –más allá de los límites temporales del semestre de turno español- de la Cumbre euromediterránea.
