A la dirección del PDeCAT no le gusta el candidato

El alcalde de Valls, tapado de Puigdemont para presidir la Generalitat

Se ve reflejado en Albert Batet: un regidor independentista que abandona su ayuntamiento para ir al Govern. Es de su máxima confianza

Albert Batet y Carles Puigdemont.
Albert Batet y Carles Puigdemont.

Carles Puigdemont empieza a abrirse a la posibilidad de renunciar a la investidura en el Parlament a cambio, eso sí, de que la llamada “Asamblea de cargos electos” le proclame “presidente de Cataluña en el exilio”. El ex dirigente autonómico, no obstante, quiere ser él quien nombre a su sucesor. Y su última apuesta es un alcalde independentista en el que se ve reflejado.

Ese candidato alternativo a president de la Generalitat por el que ahora apuesta Puigdemont no es otro que Albert Batet, alcalde de Valls (Tarragona), y diputado en el Parlament de Cataluña desde hace cinco años. Militante del PDeCAT, fue nombrado número 3 en la lista de Junts per Catalunya en Tarragona para asegurar su escaño en la Cámara autonómica.

Según explican a El Confidencial Digital fuentes que han sido advertidas de las intenciones de Puigdemont, el ex president “ya diseñó las listas electorales a su medida” con el objetivo de situar “en puestos estratégicos” a sus principales apoyos: Elsa Artadi, mano derecha y responsable de la campaña electoral; Eduard Pujol, ex director de RAC 1; y Albert Batet.

Los dos primeros ya tuvieron tras las elecciones del 21-D, la etiqueta de “candidatables” si Puigdemont no lograba ser investido de forma telemática. Ambos nombres, de hecho, fueron planteados por el propio ex president, pero no recibieron el respaldo de una dirección del PDeCAT que ya entonces pensaba en Jordi Turull y Josep Rull como alternativas.

Ante esta negativa de su propio partido, Puigdemont y su entorno han impulsado a Albert Batet como el “sucesor”. Su trayectoria, y su firme defensa del proyecto independentista, hacen de él “el favorito para la investidura”.

Se ve reflejado en él

Las fuentes consultadas por ECD explican que el autodenominado “presidente en el exilio” considera al alcalde de Valls “la mejor versión de sí mismo”. De hecho, añaden, “se ve reflejado en él y por eso cree que debe ser Batet quien tome el testigo”.

En ese sentido, en el PDeCAT recuerdan que, como Puigdemont en Girona durante la presidencia de Artur Mas, Albert Batet puso, en la legislatura pasada, al Ayuntamiento de Valls al servicio de la causa secesionista. Se adscribió a los municipios favorables al referéndum del 1-O y, de hecho, colaboró activamente para que la consulta pudiera llevarse a cabo en su localidad.

Además, como alcalde, forma parte de la llamada “Asamblea de cargos electos”, que proclamaría a Puigdemont “presidente de Cataluña en el exilio”. Un antecedente que le haría ganar adeptos dentro del independentismo.

Los favorables a Puigdemont dentro del Grupo Parlamentario de JxCAT, creen que, llegado el momento, con una investidura bloqueada y la amenaza de nuevas elecciones, Batet podría adoptar el mismo papel que asumió el ex president hace dos años, cuando abandonó el Ayuntamiento de Girona para ponerse al frente de la Generalitat: “Albert haría lo mismo”, aseguran.

Ultimátum al PDeCAT

Donde no ven tan claro ese movimiento es en la dirección del PDeCAT. Marta Pascal, y el ya ex presidente del partido, Artur Mas, apuestan por los ya citados Turull o Rull como candidatos alternativos. No obstante, el futuro judicial de ambos genera dudas dentro de la formación y Puigdemont quiere aprovechar esa circunstancia.

 

Dentro del Grupo Parlamentario, los apoyos del ex president son minoría -apenas suman 14 diputados-. No obstante, en la antigua Convergència temen que Puigdemont “se enroque” y no acepte a otro candidato que no sea Batet. Una circunstancia que, teniendo en cuenta lo apretado del calendario, puede poner en un apuro a la ejecutiva del PDeCAT.

Otro papel importante, en este debate, lo van a tener ERC y la CUP. Los republicanos veían con buenos ojos las alternativas de Turull y Rull, entre otras cosas, “porque ellos, al igual que Junqueras, sí han pasado por la cárcel”. Pese a ello, aceptarían al alcalde de Valls porque “da el perfil”.

Los cuperos, por su parte, insisten en investir solo a Puigdemont, pero en JxCAT apuestan por un cambio de criterio si el candidato es Batet, ya que “representa lo mismo que el presidente legítimo”.

Es un talibán”

Si en el PDeCAT la candidatura del alcalde de Valls provoca grandes reservas, los partidos constitucionalistas consideran que si Puigdemont cede el testigo en Batet, “volveríamos a la estrategia de confrontación que hubo antes y después del 1-O”.

En ese sentido, altos cargos del PSC consultados por este diario califican al edil y diputado autonómico como un “talibán”, que puede resultar igual de peligroso que el ex president: “Es un independentista convencido al que no le importa saltarse la ley, tal y como ha demostrado estos años en el Ayuntamiento”.


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