Así ha logrado el PP la estabilidad de los gobiernos de Andalucía y Madrid con Ciudadanos y Vox

Teodoro García Egea ha diseñado la hoja de ruta: ceder protagonismo a los concejales de Cs y adelantarse a los órdagos de última hora de los de Abascal

Negociación entre el PP y Vox para blindar el gobierno en la Junta de Andalucía.

Costó llegar a un acuerdo para formar gobierno en Andalucía. Y, cuando se logró, muchos pronosticaron que el pacto entre PP, Ciudadanos y Vox no llegaría a finales de 2019. La aprobación de los presupuestos autonómicos, y los pactos en Madrid, Murcia y Castilla y León han silenciado a los más agoreros.

En el PP, reconocen al Confidencial Digital dirigentes nacionales bien situados en Génova 13, “había dudas” sobre la viabilidad y supervivencia de estos acuerdos, tanto por la aparente incompatibilidad de Ciudadanos y Vox, como por las estrategias de ambos partidos, que querían sacar sus propios beneficios del acuerdo.

La experiencia de Andalucía

Las negociaciones en Andalucía, tanto para la formación del Gobierno como para la aprobación, meses después, de los Presupuestos autonómicos, han servido para “coger experiencia” y saber cómo actuar para llegar a acuerdos tanto con el socio de gobierno como con el partido que apoya desde fuera.

En ese sentido, desde la sede nacional del partido aseguran que ha jugado un papel fundamental Teodoro García Egea.

El secretario general del PP se implicó personalmente en las negociaciones con Ciudadanos y Vox en Andalucía, y ha sacado una serie de conclusiones que ha trasladado, con posterioridad, a Isabel Díaz Ayuso en Madrid, Alfonso Fernández Mañueco en Castilla y León, y Fernando López Miras en Murcia.

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Juanma Moreno, por su parte, ya aplicó la misma estrategia negociadora de la formación de gobierno durante la tramitación de los Presupuestos, acordando un texto legislativo fuerte con Ciudadanos y, después, contrarrestando las exigencias de Vox.

“A Cs hay que dejarle espacio...

Una de las claves de la estabilidad en los cuatro gobiernos de coalición formados por PP y Ciudadanos está en cómo ambos partidos han aprendido a convivir “sin pisarse”. Una prioridad, esta última, que las dos partes están cumpliendo en sus respectivos ejecutivos.

Desde el PP aseguran que una de las primeras consignas, una vez que se cerraron los acuerdos de gobierno con Cs, fue “dejarles espacio” para que los concejales de Ciudadanos, como integrantes del gobierno que son, “tengan su propio protagonismo”.

No obstante, el PP siempre evitó dar la sensación de que los gobiernos estuvieran partidos en dos, formados por dos partidos totalmente diferentes. Por ese motivo, permitió que los vicepresidentes, de Ciudadanos, se convirtieran también en portavoces del Gobierno.

Eso ha provocado, entre otras cosas, que Ignacio Aguado, quien “empezó fuerte” y sin ahorrar pullas a Isabel Díaz Ayuso, haya cambiado de actitud: “Van siempre juntos, y cada uno tiene su tiempo de comparecencias. Además, él también organiza sus propias apariciones públicas con otros consejeros de Ciudadanos”.

Además, y sobre el anuncio de Aguado de apoyar una comisión de investigación sobre el caso de Avalmadrid que podría afectar a Díaz Ayuso, el PP considera que las palabras posteriores de la presidenta, afirmando que ella “siempre le defendería”, han “hecho mella en él”.

… y con Vox saber adelantarse”

En el caso de Vox, el tono empleado por los de Santiago Abascal es “más beligerante”, algo que desde el PP consideran “lógico”, al no formar parte de ningún gobierno.

No obstante, en Génova reconocen que Vox ha puesto al partido, y a los cuatro presidentes autonómicos, en más de un aprieto, al sacarse de la manga, en todas las negociaciones, una exigencia sorpresa que ha amenazado, en más de una ocasión, con echar por tierra las conversaciones.

Pasó, por ejemplo, en las negociaciones para formar gobierno en Andalucía y en Murcia -llegando en esta región a no votar a favor en la primera sesiñon de investidura- y también en la conformación de la Mesa de la Asamblea de Madrid. No obstante, en todos esos casos, “supimos tener cintura y capacidad de reacción”.

García Egea ya advirtió a Moreno, Díaz Ayuso, Mañueco y López Miras de esta estrategia de Vox, y también como replicarla: “La clave es adelantarse a sus órdagos y, ante cualquier exigencia de última hora, guardarse un as en la manga que les deje sin más argumentos para seguir apretando”.

La última vez que se produjo este movimiento, explican las fuentes consultadas, fue en la negociación de Presupuestos en Andalucía, y el PP supo reaccionar a tiempo:

--“Nos exigieron eliminar las subvenciones en Memoria Histórica y nosotros lo que hicimos fue concentrar esa ayuda y ofrecer financiación a asociaciones de Violencia Intrafamiliar y en Defensa de la Familia. Y no nos pudieron decir que no”.