Los barones socialistas críticos con el cupo catalán reculan: las bases están con Sánchez

Espadas, Lobato, Barbón… han comprobado que la militancia entiende que el mayor activo del PSOE es estar en el Gobierno por encima de las desigualdades entre territorios

(I-D) La presidenta del PSOE, Cristina Narbona, el presidente del Gobierno y Secretario General del PSOE, Pedro Sánchez y la vicesecretaria general del PSOE, vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero,
(I-D) La presidenta del PSOE, Cristina Narbona, el presidente del Gobierno y Secretario General del PSOE, Pedro Sánchez y la vicesecretaria general del PSOE, vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero,
  1. Ambiente caldeado en el PSOE
  2. Las bases están con Pedro Sánchez
  3. Tras el batacazo, Sánchez retuvo La Moncloa
  4. La posible renuncia de Sánchez tensionó al PSOE
  5. Más dinero para el resto de territorios
  6. Ferraz ha apaciguado a los críticos
El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (c), durante la reunión del Comité Federal del PSOE, en la sede federal del PSOE, a 7 de septiembre de 2024, en Madrid.
El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (c), durante la reunión del Comité Federal del PSOE, en la sede federal del PSOE, a 7 de septiembre de 2024, en Madrid.

El PSOE afrontó el pasado sábado el Comité Federal que suscitó más debate desde la reelección de Pedro Sánchez en 2017. Pero las críticas fueron menos duras de lo esperado. Los barones más contrarios al concierto catalán han dado un paso atrás tras comprobar que las bases del partido están con el líder.

Ferraz no tenía por qué organizar un nuevo congreso hasta dentro de un año, pero la cúpula socialista se ha propuesto reformular los liderazgos autonómicos y abordar el acuerdo para la reforma de la financiación autonómica catalana que tanto ha molestado en las federaciones socialistas.

De todos los dirigentes, solo Adrián Barbón, presidente del Principado de Asturias, y Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, consiguieron revalidar sus gobiernos en las últimas elecciones autonómicas.

Ambos mandatarios venían criticando abiertamente, tanto en público como en privado, el acuerdo firmado entre el Partido Socialista de Cataluña y Esquerra Republicana a cambio del apoyo de los independentistas para convertir a Salvador Illa en nuevo presidente de la Generalitat.

Ambiente caldeado en el PSOE

Sánchez no quiere que el 41 Congreso se convierta en un motín dialéctico entre dirigentes autonómicos y Ferraz.

El temor de los barones a que el concierto pactado con los republicanos, que excluye a la región catalana (responsable del 20% de los ingresos) del régimen común, les salpique y desmovilice al electorado socialista en sus territorios ha caldeado mucho el ambiente dentro del PSOE.

Las bases están con Pedro Sánchez

Sin embargo, según ha podido saber Confidencial Digital por fuentes territoriales del PSOE, los barones socialistas críticos con el concierto económico catalán han reculado en sus duras críticas tras constatar que “las bases del partido apoyan con fuerza a Sánchez”.

Dirigentes como Juan Espadas (Andalucía), Adrián Barbón (Asturias), Juan Lobato (Comunidad de Madrid) o Miguel Ángel Gallardo (Extremadura) han comprobado que la militancia, a la que han sondeado en sus federaciones en las últimas semanas, concluye que “el mayor activo del PSOE es estar en el Gobierno”, por encima del enfrentamiento entre territorios.

Las fuentes a las que ha tenido acceso ECD explican que los lideres territoriales no pasan por alto que un enfrentamiento entre territorios será aprovechado por la oposición para desgastar al Gobierno, algo que un partido que ha perdido gran parte de su poder territorial no puede permitirse si aspira a recuperar el poder en las elecciones locales de 2027. Sobre todo, añaden, en una legislatura en la que la aprobación de leyes para vender se prevé considerablemente menor por la debilidad parlamentaria del Ejecutivo.

 

Tras el batacazo, Sánchez retuvo La Moncloa

Los dirigentes regionales que han sido situados en la diana de Ferraz tampoco olvidan que las bases del PSOE castigaron duramente a los gobiernos autonómicos en los comicios del 28 de mayo de 2023, pero luego apoyaron a Sánchez en las inmediatas generales del 23 de julio.

Solo dos meses después, el PSOE liderado por Pedro Sánchez logró mantenerse La Moncloa, contra todo pronóstico.

La posible renuncia de Sánchez tensionó al PSOE

Otro de los momentos que recuerdan en las federaciones, que demuestran el apoyo a Sánchez de la militancia, se vivió durante los cinco días de reflexión que se tomó el presidente tras conocerse la imputación de su esposa, Begoña Gómez, el pasado mes de abril.

Aseguran que la “tensión” a la que el secretario general sometió al partido puso de manifiesto que “el liderazgo de Sánchez no tiene alternativa. No hay una alternativa real a Sánchez”.

Más dinero para el resto de territorios

Además, Ferraz ha hablado en privado con algunos dirigentes para destensar la situación. Admite que casi todos han mostrado sus reticencias al acuerdo PSC-ERC, pero les han asegurado que también se van a impulsar medidas que beneficien el resto de territorios.

Un mensaje que hizo público el presidente del gobierno la semana pasada, al anunciar que todas las comunidades recibirán más dinero que con el último gobierno del Partido Popular.

Ferraz ha apaciguado a los críticos

Tal y cómo se contó en ECD hace unos días, altos cargos del PSOE respiran cada vez más aliviados por haber apaciguado a los dirigentes.

Incluso aseguran que varios han reculado también de puertas hacia adentro. Aunque en un comienzo, el asturiano Barbón, o el madrileño Juan Lobato, se mostraron críticos o reticentes, en las últimas semanas los ataques públicos al acuerdo han ido decreciendo de forma notoria.

Se han mantenido únicamente en el frente anti-Sánchez el castellano-manchego Page y el aragonés Lambán.

Un cambio de perfil que en la dirección socialista achacan a dos cuestiones: la labor del presidente para convencer a sus barones, asegurándoles que el acuerdo no perjudicará tanto a las arcas públicas como dicen los medios -tampoco a nivel electoral-; y el anuncio de nuevas medidas que beneficien al resto de autonomías, incluidas las del PP.

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