Casado pide al PP que haga campaña a favor de Calviño en el Eurogrupo para desbancar a Podemos

Ha trasladado a Dolors Montserrat que lidere una ofensiva para apoyar el nombramiento porque cuenta con que conllevará duros ajustes de la UE a España que Pablo Iglesias no podrá aceptar

Pablo Casado.
Pablo Casado.

Pablo Casado no tiene intención de boicotear la candidatura de Nadia Calviño al Eurogrupo. Todo lo contrario. Da por hecho que Pedro Sánchez no tendrá margen en ese caso para desoír los recortes y reformas que le imponga Bruselas a cambio de las ayudas a España, lo que pondrá en riesgo la estabilidad el Gobierno con Pablo Iglesias.

Según explican a Confidencial Digital altos representantes de la delegación del PP en Bruselas y en Estrasburgo, el mensaje que han recibido de Casado es que rechaza sumar voluntades en contra de la candidata española, si Pedro Sánchez confirma de forma oficial la candidatura de la vicepresidenta económica a la presidencia del Eurogrupo.

En las conversaciones que la delegación española mantenga con los gobiernos conservadores europeos, el mensaje va a ser claro: no se les va a pedir en ningún caso que no apoyen la candidatura de Calviño porque “pese a ser socialista, antes es española”.

Sánchez no podrá escapar de los ajustes

Sin embargo, según ha podido saber ECD por fuentes de Génova, el apoyo de Casado responde también a otros intereses. Está convencido de que, si Nadia Calviño preside el Eurogrupo, el Gobierno tendrá las manos atadas, y que el margen para desoír algunas de las reformas estructurales que se impongan desde Bruselas será prácticamente nulo.

España ha comenzado a asumir que las ayudas europeas, tanto los créditos como las subvenciones, vendrán con un fuerte factor de condicionalidad.

El propio Sánchez da por hecho que estarán vinculadas a ciertas reformas que, de paso, no solo ayudarán a los países a recuperarse, sino también a tener economías más resistentes y a estar más protegidos ante eventuales crisis futuras.

Tensiones en la coalición PSOE-Podemos

En el equipo del presidente del PP dan por descontado que, con Calviño como líder de los ministros de Economía de la eurozona, las tensiones de Pedro Sánchez con sus socios de Unidas Podemos serán inevitables cuando haya que aplicar a nivel interno las reformas que exija la Comisión Europea.

Además, también se tiene en cuenta que a Pablo Iglesias le resultará mucho más complicado ejercer un papel de “rebelde partidario del gasto” si está sentado en el mismo Consejo de Ministros que la presidenta del Eurogrupo.

Así las cosas, anticipan dos escenarios favorables para España y el PP: o un choque que rompa la coalición de Gobierno o unos Presupuestos menos proclives al gasto.

 

Férreos controles por la ayuda de la UE

Hay que recordar que los eurodiputados del Partido Popular Europeo han cerrado filas con los llamados países frugales para intentar imponer una condicionalidad muy estricta y exigente en el Fondo de Recuperación de la UE destinado a paliar los daños económicos del Covid-19.

La delegación española del PP, encabezada por Dolors Montserrat, ha secundado una iniciativa que aspira a garantizar que los 750.000 millones se destinan a inversiones con valor añadido, pero que podría acabar por convertirse en un campo minado de obstáculos políticos y cortapisas reguladoras para el desembolso de la ayuda.

En la dirección del PP reconocieron hace unos días su apoyo al plan, pero insisten en que no se trata en absoluto de imponer recortes ni ajustes presupuestarios, sino de garantizar que el dinero se gasta de manera adecuada.

El PP acusó entonces al PSOE de “traición”

En Génova no se olvidan tampoco los movimientos en Bruselas del propio Pedro Sánchez con gobiernos socialistas para boicotear en 2015 el nombramiento del entonces ministro de Economía de Mariano Rajoy, Luis de Guindos.

Desde el PP, tanto español como europeo, calificaron la actitud del PSOE de bloquear la designación como una “traición a los intereses nacionales”.

No obstante, altos cargos del Grupo Parlamentario intentaron restar importancia a la capacidad de influencia de los socialistas: “Solo quieren salir en la prensa a costa de Luis de Guindos, porque sus opciones son limitadas”.

Recordaban que el Eurogrupo lo forman, además del presidente, 18 ministros de Economía y Financias de Estados de la UE y que, con la composición de aquel momento, había mayoría de representantes del Partido Popular Europeo. Por ese motivo, aseguraban que “cualquier intentona de los socialistas no servirá de nada”.

En la dirección nacional del PP, sin embargo, no se mostraban tan optimistas, ya que temían el voto de los ministros liberales: “Es verdad que hay 8 ministros del PP por 7 del Partido Socialista, pero los tres liberales pueden inclinar la balanza del lado de Dijsselbloem”. Luis de Guindos se quedó finalmente sin la presidencia del Eurogrupo.

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