“Nos tienen controlados y saben donde vivimos”. Funcionarios de prisiones dan cuenta a la dirección general de agresiones y amenazas por parte de personas de etnia gitana
La Dirección General de Instituciones Penitenciarias ha recibido informes en los que se alerta de un incremento del número de agresiones y amenazas a funcionarios por parte de personas de etnia gitana. Advierten que conocen donde trabajan, sus horarios o sus costumbres.
Estos documentos, de los que ha tenido conocimiento El Confidencial Digital, añaden que las agresiones físicas o verbales provienen de familiares o personas cercanas a reclusos ingresados en las prisiones donde trabajan los funcionarios. Incluso, añaden, se han visto en la obligación de trasladar a estos internos a módulos más restrictivos.
Las intimidaciones y ataques, denuncian, son constantes y casi diarios. “Conocen dónde vivimos”, “nos tienen controlados”, “saben dónde trabajamos” o “te saludan por la calle sin conocerte, para dejar claro que tú sí que los conoces”, explican.
Algunos funcionarios, incluso, se están planteando la posibilidad de cambiar de domicilio, y abandonar la localidad cercana a la prisión donde trabajan para evitar el día a día con estas familias.
Los hechos, por cierto, ya han sido puestos en conocimiento de la Guardia Civil y los agentes de Policía Local de los diferentes municipios.
Aunque estas amenazas y agresiones no son nuevas, los funcionarios advierten de que en los últimos meses sí que se han incrementado de manera alarmantemente.
