Crisis de las encuestas a pie de urna: mucho más caras y poco fiables
Empresas demoscópicas confirman que estos sondeos son 15 veces más costosos que los telefónicos y los entrevistados evitan decir la verdad
- Las respuestas después de votar: “en caliente”
- 500.000 euros en un día
- No todas las publicadas el día de las elecciones son a pie de urna
Las encuestas a pie de urna están entrando en desuso. Estos sondeos, elaborados el día de los comicios y publicados minutos después del cierre de los colegios electorales, son cada vez menos utilizados por los medios de comunicación. Su coste 15 veces superior y, a su vez, menos certeros que los estudios telefónicos, conocidos como tracking. Mientras las primeras cuestan medio millón de euros, las segundas no superan los 30.000, según explica a Confidencial Digital María Martín, directora de comunicación de GAD3. Los medios públicos han sido los que más han utilizado este método, pero en las elecciones generales de 2019 Televisión Española pasó a emplear la fórmula telefónica.
Las respuestas después de votar: “en caliente”
Desde la consultora de investigación social y comunicación señalan que las respuestas dadas por quienes acaban de votar tienen mayor probabilidad de no ser veraces. “Son personas que salen en caliente”, afirman. Lo compara con el análisis que permiten las encuestas telefónicas y que reduce el margen de fallo: “Se realizan en la semana de las elecciones, desde el lunes hasta el sábado, y permite observar la variación diaria de la estimación de voto y analizar mejor el posible resultado del domingo”, asegura Martín.
500.000 euros en un día
Al margen de los factores demoscópicos que aumentan el rechazo a estas encuestas, utilizadas habitualmente desde hace décadas, existen motivos económicos para que las empresas eviten estos barómetros: son mucho más caros que la alternativa. Medio millón de euros frente a 30.000. En esto influye, principalmente, el factor humano: “Hay que tener en cuesta que supone desplazar, en domingo, a cientos de personas que tiene que estar preguntando a la salida del centro electoral durante todo el día. Desde que abre a las nueve de la mañana, hasta que cierra a las ocho de la tarde”, explica Martín. En cambio, los trabajos por teléfono comienzan a elaborarse desde el inicio de la semana. “Hemos llegado a hacer 1.500 entrevistas diarias cuando hay elecciones generales”, apunta.
No todas las publicadas el día de las elecciones son a pie de urna
Es común confundir las encuestas publicadas el día que se celebran las elecciones con las realizadas a pie de urna. El hecho de que salten a la opinión pública tras el cierre de las urnas y antes del escrutinio, no significa que se hayan realizado ese mismo día. Los trabajos elaborados por tracking también se publican en ese momento, pero se han elaborado durante los cinco días anteriores. Pero la ley actual prohíbe difundir encuestas en los cinco días anteriores a las elecciones. Por ello, muchos de los resultados de barómetros que se comunican a las ocho de la tarde son telefónicos, no a pie de urna.