Dirigentes del PSOE advierten de que el “miedo a Vox” ya no funciona y retorna el “miedo a la izquierda”

Los socialistas se beneficiaron el 28-A del temor a la ultraderecha, pero si se repiten elecciones, el PP utilizará como consigna “impedir” que gobierne Podemos

Comité Federal del PSOE.
Comité Federal del PSOE del 11 de noviembre de 2018.

Según reconocen al Confidencial Digital fuentes conocedoras de la negociación entre PSOE y Podemos, Pedro Sánchez decidió ofrecer, “de verdad” un gobierno de coalición a Pablo Iglesias cuando vio las consecuencias que podía traer una investidura fallida este jueves.

Para empezar, y tal y como se comentó en estas páginas, el presidente en funciones asumió que, de no llegar a un acuerdo con Podemos, sería él, y no Iglesias, quien quedara como culpable, después de la renuncia del líder del partido morado a entrar en el Gobierno y desvelar, el lunes, los vetos que había sufrido del propio Sánchez.

No obstante, aseguran dirigentes socialistas, Moncloa también tuvo en cuenta lo “arriesgadísimo” de unas nuevas elecciones, con un cambio radical de escenario con respecto a las generales del pasado 28 de abril.

“El miedo ha cambiado de bando”

En las semanas previas al debate de investidura, el gabinete del presidente tenía claro que una repetición electoral no sería un problema para el PSOE, que crecería al recoger aún más votos de Podemos e incluso de Ciudadanos. No obstante, ahora se asegura que el panorama es distinto.

Las últimas maniobras de Podemos sirvieron para desgastar hasta tal punto a Sánchez que esa primera máxima, la de crecer a costa de la formación morada, empezó a desmoronarse. No obstante, Moncloa y Ferraz han manejado datos aún más preocupantes.

En primer lugar, la brusca caída de la participación perjudicaría principalmente a la izquierda, tal y como ocurrió en Andalucía. La derecha, por tanto, sería la beneficiada, pero fundamentalmente el Partido Popular.

El PP, aseguran las fuentes consultadas, aglutinaría el “voto del miedo” a un Gobierno con Podemos. Una “amenaza” que ya usaron los populares en 2015 y 2016 y de la que ahora, con las negociaciones entre el PSOE y Podemos para un gobierno de coalición, resucitarían.

Por contra, los votantes de izquierdas, o más progresistas, que se movilizaron e abril por el “voto útil” al PSOE para frenar a Vox “han perdido el miedo” a los de Santiago Abascal: “Han visto que en su mejor momento solo han logrado 24 escaños y ya no se les contempla con la preocupación de principios de año”.

Con esos datos en la mano, en Moncloa y en Ferraz se concluyó que “el miedo ha cambiado de bando”, y que ese giro en el panorama electoral hacía peligrar el Gobierno para el PSOE. Fue, entonces, cuando se decidió cambiar de estrategia.

 

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