Dirigentes territoriales del PP interpretan el cese de Álvarez de Toledo como un aviso a los líderes que vayan por libre
Consideran que si Casado no hubiera apartado a la portavoz parlamentaria, hubiera dado alas a que cualquier cuadro regional o provincial se convirtiera en otro “verso suelto”
El Partido Popular ha vuelto a ser protagonista de noticias esta semana debido a la decisión de Pablo Casado de remodelar parte de su cúpula y en esos cambios, relevar a Cayetana Álvarez de Toledo como portavoz del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso de los Diputados, cargo que asume Cuca Gamarra, ex alcaldesa de Logroño.
Álvarez de Toledo regresó a la primera línea política con Pablo Casado en las elecciones de abril de 2019, y fue nombrada portavoz parlamentaria en el Congreso.
El cese ha provocado numerosas reacciones, tanto dentro como fuera del PP. La mayoría de los líderes del Partido Popular que se han pronunciado lo han hecho para expresar sus buenos deseos para Cuca Gamarra y para otros dirigentes que asumen nuevas responsabilidades, como Ana Pastor.
En privado, sin embargo, dirigentes populares a nivel territorial apuntan que este giro de Pablo Casado ha sido interpretado en las estructuras regionales, provinciales y locales del partido como un aviso, como una advertencia de lo que sucede a los líderes que van por libre.
Señalan que había llegado un momento, por la acumulación de distintas polémicas y choques, en que si Casado no tomaba la decisión de apartar a Cayetana Álvarez de Toledo se habría extendido en el PP el mensaje de que cualquier cuadro regional, provincial o local tenía manga ancha, estaba legitimado para ser también “un verso suelto”, como se suele etiquetar a la ex portavoz en el Congreso.
Es decir, que la tolerancia con todas las ocasiones en que Álvarez de Toledo se había apartado de la línea oficial de Génova podía dar alas a una cierta insubordinación por toda España, alentando a dirigentes territoriales a expresar discursos que chirriaran con el argumentario del PP.
Las fuentes consultadas por ECD apuntan también que la decisión de Casado sofoca un peligro que algunos dirigentes veían de que el presidente nacional del Partido Popular llegara a perder el control del grupo parlamentario en el Congreso: “Y no creo que se les olvide en Génova que Pedro Sánchez venció al aparato de Ferraz desde la fuerza del Grupo Parlamentario”, argumentan.
Precisamente este miércoles el diario El Mundo apuntaba que el secretario general, Teodoro García Egea, está realizando discretamente algunos nombramientos en las organizaciones regionales del PP, de forma que está ganando control sobre la estructura territorial del partido desplegada por toda España.
Con García Egea había tenido varios choques Cayetana Álvarez de Toledo, y según se comenta internamente, la ex portavoz parlamentaria había perdido ya tres o cuatro batallas importantes: la última, el cese como asesor del grupo de Gabriel Elorriaga, nombrado por Álvarez de Toledo.
Cambio de parecer entre militantes
Sobre Cayetana Álvarez de Toledo, los miembros de, PP consultados subrayan también que, si bien su capacidad profesional y académica está fuera de toda duda, el problema residía también en que carece de “cultura de partido”, como mostró al afirmar en El País que los partidos son una estructura muy cerrada.
“Es una afirmación cierta, aunque desafortunada y desleal. Pero es el sistema del que nos dotamos en la Transición por diversos motivos y ella cuando entró en esto ya lo sabía. Igual de cerrados o secta era el PP cuando se decidió que fuera ella la portavoz que cuando se decidió que dejara de serlo”, resumen.
Sobre la sensación generalizada entre militantes del PP, aseguran que cuando se conoció la noticia este lunes muchos afiliados expresar su malestar en grupos de WhatsApp. Sin embargo, ese enfado y desconcierto por el cese, e incluso las muestras de apoyo a Álvarez de Toledo, se convirtieron en críticas a la ex portavoz por las declaraciones que hizo delante del Congreso: “Gente que la admiraba quedó muy defraudada”.
