El viento empieza a soplar en contra de Rodríguez Zapatero, que parece estar perdiendo su famosa “baraka”
Algunos analistas se atreven a apuntar que el presidente del Gobierno parece haber empezado a perder su mítica buena estrella, dada la suma de fracasos y pifias que ha protagonizado últimamente. En ese sentido, la palabra “gafe” se maneja cada vez más.
En esos ámbitos se ha trazado un primer dibujo de algunas de las cosas que le han ido saliendo mal o que ha “gafado” Zapatero. Aparte del incendio de Guadalajara, o de los dos barcos con vertidos en las costas recordando en parte al “Prestige”, se citan, entre otras, las siguientes:
-Afirmó que Angela Merkel era una política “fracasada”. Ella ganó las elecciones y ahora gobierna en Alemania.
-En México, apoyó a Pérez Obrador y el candidato perdió.
-En Estados Unidos se pronunció a favor del demócrata John Kerry, derrotado por Bush.
-Visitó en Valencia las instalaciones de la Copa de América de Vela, y desde entonces el viento empezó a brillar por su ausencia.
-Dijo que el Valencia ganaría al Chelsea en Champions y fue eliminado.
-Designó para la Alcaldía de Madrid a Miguel Sebastián, y el candidato no da una a derechas.
-Anunció que en 2007 “estaremos mucho mejor” en materia de terrorismo, y al día siguiente ETA volaba la Terminal 4 de Barajas.
-El Gobierno empezó a presumir con el “carnet por puntos” y esta Semana Santa la cifra de muertos ha sido la misma de siempre.
-Graves problemas con las listas electorales en pueblos de Madrid, con la dimisión del mítico alcalde de Alcobendas.
-Empiezan los asuntos de corrupción en el PSOE: Ciempozuelos, la CNMV (el caso Arenillas y sus vinos carísimos, más el desplante de Manuel Conthe), y últimamente el escándalo de Ibiza.
-El PSOE denunció un caso de irregularidad electoral del PP en Melilla, y el juez da el carpetazo.
-Menudean los incidentes y accidentes que afectan a soldados españoles en misiones en el extranjero, con víctimas mortales, como la última de Afganistán.
-Los países africanos siguen poniendo pegas a recibir inmigrantes, con situaciones dramáticas como los pakistaníes recluidos en Mauritania o el cayuco que hubo que llevar a Sudán porque no los aceptaban los mauritanos.
Por no hablar de los desastres de las dos opas propiciadas desde La Moncloa, la primera contra el BBVA (fracasada), la segunda lanzada por Gas Natural contra Endesa, que ha terminado de mala manera y con una empresa pública italiana como dueña de la eléctrica.
