Se empieza a hablar de una posible escisión en ETA que mantendría activo al sector más joven y radical de la banda

En algunos ambientes nacionalistas empieza a hablarse, otra vez, de una posible escisión en ETA, que tendría su origen en la carta firmada por unos cuantos dirigentes más o menos históricos, entre ellos Mikel Antza y Makario, en la que propugnaban pasar a luchar políticamente en las instituciones.

En algunos ambientes nacionalistas empieza a hablarse, otra vez, de una posible escisión en ETA, que tendría su origen en la carta firmada por unos cuantos dirigentes más o menos históricos, entre ellos Mikel Antza y Makario, en la que propugnaban pasar a luchar políticamente en las instituciones.

Dentro de esos sectores nacionalistas se llega a hablar de “un antes y un después” de esa carta, significando que su contenido refleja el sentir de una gran parte de la organización, sobre todos los más “veteranos”, que consideran que la lucha armada posiblemente ha llegado a su fin.

Esa teoría de que hay que dejar las armas provocará –según las mismas fuentes- una muy probable escisión, porque el sector más reciente de ETA intentará continuar con el terrorismo. Se trata del grupo de activistas nuevos, jóvenes, poco ideologizados y no muy expertos, procedentes de la “kale borroka”.

El problema que van a tener, si finalmente hay escisión y queda una facción partidaria de la lucha armada, es que ahora prácticamente están sin armas y sin infraestructura, como consecuencia de la suma de operaciones policiales exitosas de los últimos tiempos.

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