Dos empresarios del caso ‘tres por ciento’ empiezan a tirar de la manta
Joan Pinyol y Leonard Carcolé han declarado en la Audiencia Nacional que Germá Gordó presionó para adjudicar contratos a sociedades afines a Convergència
El caso 3% sigue su curso en la Audiencia Nacional tras la inhibición del juzgado de El Vendrell.
El 19 de febrero, declararon en calidad de testigos dos empresarios relacionados con la trama del agua, una vertiente del caso, relativa a la concesión de contratos de la gestión municipal del agua en Barcelona y Gerona.
Los testigos citados fueron Leonard Carcolé, ex director de la Agencia Catalana del Agua (ACA) y Joan Pinyol, ex gerente de la misma.
Según ha sabido Confidencial Digital, ambos empresarios aseguraron al juez José de la Mata que Germá Gordó, principal imputado en el caso 3%, se interesó por contratos para los que no estaban legitimado y presionó para que se adjudicaran a empresas afines a CDC.
En concreto, afirmaron que Gordó les presionó en 2012 para que se adjudicara la concesión de Aigües Ter Llobregat (ATLL) a Aguas de Barcelona (Agbar) en lugar de a Acciona, a quien inicialmente se le había concedido el contrato.
Con esta adjudicación, las cuentas de la Generalitat de ese año quedaron a salvo.
Miquel Roca entra en escena
Tras ser preguntado por la Fiscalía si percibió de Gordó “alguna conducta que pretendiera incidir en su quehacer profesional”, Pinyol destacó ante el fiscal que al terminar la reunión, comentó delante de todos los presentes que aquel concurso tenía que “ser para Agbar”.
También afirmó que el abogado Miquel Roca, entonces secretario del Consejo de Administración de Agbar, le pidió una reunión en la que acabó proponiendo “mejoras” en las condiciones del pliego de contratación ante la presencia de la jefa de Asesoría Jurídica del Departamento de Territorio, Carmen Sardá.
En concreto, Roca le pidió modificar tres de las condiciones que se habían fijado para el concurso. Pinyol le hizo saber que no era posible.
Ante esta contestación, Roca le trasladó, según Pinyol, que entonces la oferta que acabaría presentando “iba a condicionar de algún modo el pliego”, dado que con los requisitos establecidos les iba a ser difícil conseguir financiación para concurrir.
“A ver si hay arreglo posible”
Por su parte, Carcolé afirmó que si bien Gordó no tenía intervención en los concursos de la ACA, en "alguna ocasión" se interesaba por “algún aspecto”, preguntar por una empresa en concreto y saber cuál había sido el resultado de la adjudicación.
Puso un ejemplo, el de un concurso de explotación de depuración de aguas. Gordó le preguntó si Electromecánicas Soler había presentado oferta y cuando Carcolé, le informó de que había sido excluida por no cumplir los requisitos, Gordó le planteó si aquello tenía “algún arreglo posible”.
Ante la respuesta negativa, “tuvo una reacción no amigable o un poco hostil” y “mostró su descontento gestualmente”, según la declaración prestada el pasado 25 de octubre.
