Las empresas demoscópicas pronostican una “mayoría amplia” de Feijóo: se ha convertido en el voto útil de la derecha
Las autonómicas y municipales han mostrado un agrupamiento en torno al PP como única alternativa al Gobierno y que apoyar a Vox dificultaría el cambio
- Volver a concentrar el voto de la derecha
- Única alternativa
- El 28-M, ejemplo a seguir
- Dos millones de votos más
- Aprovechar la "reconfiguración" de la izquierda
- Voto útil para facilitar un cambio de Gobierno
Casi no ha terminado una campaña electoral, y los partidos se sumergen en otra. Estrategias, mítines, mensajes, lemas... Las direcciones de las distintas fuerzas políticas se preparan para la más importante de las elecciones: las generales. Y aún con la resaca del 28-M, que eliminó casi todo el poder institucional del Partido Socialista en favor de Partido Popular y Vox.
El planteamiento de los populares de cara a la cita del 23 de julio no debería variar en demasía, según los expertos demoscópicos consultados por Confidencial Digital. Las tripas de las autonómicas y municipales del pasado domingo reflejaron un movimiento claro: la reagrupación del voto de la derecha en torno al PP.
No solo consiguieron arrebatar cinco regiones a los socialistas, sino que fueron primera fuerza en cuatro, tanto en votos como en escaños. En Baleares, sumaron más que toda la izquierda junta, y en La Rioja consiguieron mayoría absoluta.
Volver a concentrar el voto de la derecha
Génova debería insistir en buscar una concentración del voto de la derecha que parece estar al alcance del PP, después de más de un decenio de división en dicho espacio político.
Se fragmentó, primero, por la irrupción de Ciudadanos, que llegó a quedar a solo nueve escaños de distancia del entonces dirigente popular, Pablo Casado, en los primeros comicios generales de 2019.
Y después, por la llegada de Vox, que ahora suma 52 diputados.
Única alternativa
Según las fuentes demoscópicas consultadas por ECD, conocedoras de los últimos sondeos realizados, tanto las encuestas publicadas como algunas que están a punto de salir a la luz reflejan que el Partido Popular se está configurando como la única alternativa real al actual Gobierno de coalición entre PSOE y Unidas Podemos.
Se trata de una estrategia similar a la que ha emprendido también el PSOE, concretado en el "Yo soy la izquierda", personalizado en Pedro Sánchez. Un lema para aglutinar todo el voto de ese espacio, como adelantó ECD este martes, y presentado como la única vía para impedir la llegada de la "ultraderecha",
Paradójicamente, ese es el efecto que está produciendo Alberto Núñez Feijóo, presidente del PP, entre el electorado de la derecha. Además de robar votos 'centristas' a los socialistas.
El 28-M, ejemplo a seguir
Lo que sucedió en las elecciones del domingo es una clara hoja de ruta. El PP se vio como la opción más clara y fiable para conseguir un objetivo evidente: que no gobierne el PSOE, resumido gráficamente en el objetivo tan repetido por Feijóo: “acabar con el sanchismo”.
Este marco mental, señalan fuentes de GAD3, es clave para que Feijóo aglutine una "gran mayoría" que le permita alcanzar La Moncloa.
Parte del trabajo parece estar hecho, porque muchos de los votos que se depositaron en las urnas el 28-M estaban decididos en clave nacional: contra Sánchez. Un ejemplo es la presidenta de la Comunidad de Madrid, cuya victoria se ha fundamentado, sobre todo, en buscar la confrontación con el Ejecutivo de coalición.
Dos millones de votos más
Únicamente Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, precisamente uno de los barones socialistas más críticos con su secretario general, consiguió aguantar la ola azul, aunque tan solo por un escaño, que además tuvo perdido en distintos momentos de la noche electoral.
El impacto de los resultados del pasado domingo no hace sino acrecentar esta tendencia de reagrupación del voto alrededor de los populares. Sumaron casi dos millones de papeletas más que en las mismas elecciones celebradas en 2019. De continuar así, las posibilidades del PSOE de reeditar un Gobierno quedan reducidas al mínimo, según analizan en la empresa demoscópica GAD3.
Aprovechar la "reconfiguración" de la izquierda
Un dato no menor es el momento de "reconfiguración" en el que se encuentran las fuerzas de izquierdas. "No se esperaba una victoria tan holgada", afirman desde GAD3. El PP sumó por encima de los siete millones de votos, casi 800.000 más que los socialistas y 1,9 millones más que hace cuatro años. Unos datos que han dejado noqueado al electorado de izquierdas.
Los analistas explican que ese espacio ideológico se halla en un proceso de asimilación de los resultados. Con una derrota tan dura y con las generales convocadas para el 23 de julio, el tiempo no corre a favor del PSOE y de Sumar, formación que aún no ha llegado a un acuerdo con Podemos para confluir de forma unitaria bajo las siglas de la plataforma de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz.
Voto útil para facilitar un cambio de Gobierno
La idea que caló en los electores el 28 de mayo, y parece estar calando para las elecciones generales, reside en que el PP es la única alternativa de Gobierno. Es uno de los objetivos de Génova, como adelantó ECD: introducir la figura de Feijóo como una opción real y seria al Ejecutivo encabezado por Sánchez. Aunque desde el PP aún no se ha hecho una apelación expresa al llamado 'voto útil', es la idea que se atisba por detrás de la victoria del domingo. Y puede ser la clave que defina el escenario tras el 23-J.
Este concepto ya fue empleado por Mariano Rajoy, siendo presidente del Gobierno, ante la irrupción de Ciudadanos, y le sirvió para ganar los comicios y gobernar con el apoyo externo de la formación, entonces dirigida por Albert Rivera, hasta que llegó la moción de censura.
El lunes siguiente a las elecciones del 23-J no será menos importante que el día anterior, pues para gobernar es necesario agrupar una mayoría parlamentaria suficiente.
Desde las empresas demoscópicas dan por hecho que Feijóo ganará con holgura, pero no se concreta si con distancia suficiente como para poder formar un Ejecutivo en solitario sin depender de Vox, uno de los principales objetivos de Génova, cuya estrategia pasa por aproximarse a los 160 escaños, para forzar dos escenarios: el apoyo del partido de Santiago Abascal o la abstención del PSOE.
