La Generalitat vacía la cárcel de Lledoners para recibir a los políticos presos

La prisión, que ya albergó a Oriol Junqueras, Raül Romeva, Josep Rull, Jordi Turull, Joaquim Forn y “los Jordis”, ha pasado de tener 718 reclusos a 660 en apenas 15 días

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Los políticos presos, en Lledoners.

Después del juicio del 1-O, los políticos presos quieren volver a Cataluña. Ya han solicitado al Ministerio del Interior su traslado a las cárceles de la región para esperar, desde allí, a que se dicte sentencia. Y, aunque Marlaska ha pedido al Tribunal Supremo información adicional antes de tomar una decisión, la Generalitat ya se prepara para recibir a Oriol Junqueras y el resto de encausados.

Según explican al Confidencial Digital fuentes de los Servicios Penitenciarios del Gobierno catalán, la consejería de Justicia ya dio, a principios de mes, instrucciones precisas a la dirección de la cárcel de Lledoners para que tuviera “todo listo” ante el posible regreso de los antiguos miembros del Govern y de “los Jordis”.

El centro penitenciario, que ya albergó a Oriol Junqueras, Raül Romeva, Josep Rull, Jordi Turull, Joaquim Forn, Jordi Sánchez y Jordi Cruixat antes del inicio del juicio, lleva, desde que recibió la instrucción, “dos semanas con muchos movimientos en los módulos”.

58 presos fuera para hacer sitio

En concreto, desde el pasado 1 de junio hasta el recuento realizado ayer, han salido de la prisión de Lledoners un total de 58 internos. La población penitenciaria ha pasado de 718 reclusos a 660 en apenas 15 días.

Las fuentes consultadas aseguran que, en este breve periodo de tiempo, se ha producido un número inusitado de traslados y de aceptaciones del tercer grado. Además, también se ha dado algún caso de final de condena.

En todo caso, desde Lledoners reconocen que la salida de cerca de 60 personas en la última quincena “no es en absoluto normal” y responde a un objetivo concreto: “Desde la Generalitat quieren hacer sitio para que Oriol Junqueras y los demás encausados tengan más sitio”.

El despacho de Junqueras

Con esta “operación salida” en marcha, los políticos presos disfrutarán de una estancia en prisión “más cómoda” que la del resto de internos. Un trato de privilegio que ya tuvieron en su primera etapa en Lledoners.

De hecho, tal y como se contó en estas páginas, Oriol Junqueras disponía de un “despacho personal” en la prisión: la sala de vis a vis que utilizaba para mantener reuniones de trabajo con altos cargos políticos.

En esa estancia, de hecho, recibió a Pablo Iglesias, Quim Torra, Roger Torrent y Pepe Álvarez, entre otros. Además, en todos esos encuentros, la dirección de la cárcel le permitió exceder, con total holgura, el límite de 40 minutos de tiempo para cada reunión.

 

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