Por qué el Gobierno no ha montado bronca en Cataluña con la vacunación de policías y guardias civiles: el PSC negocia un tripartito con ERC y Podemos

Interior retrasó también la entrega de la relación de agentes destinados en la comunidad porque no se fía de la Generalitat

El ministro Grande-Marlaska, con mandos de la Policía Nacional y la Guardia Civil.
El ministro Grande-Marlaska, con mandos de la Policía Nacional y la Guardia Civil.

La resistencia de la Generalitat a vacunar a policías y guardias civiles destinados en Cataluña ha obligado a movilizarse al Gobierno central. Pero Moncloa ha decidido “no montar bronca” con este asunto para evitar que salten por los aires las negociaciones en la sombra que mantienen el PSC y ERC para la formación del Govern.

Hay que recordar que, mientras Mossos d’Esquadra y policías locales han estado recibiendo regularmente sus correspondientes dosis en Cataluña, los agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado han quedado excluidos de esa campaña. Se han declarado indignados, por lo que consideran “un “desprecio más por parte del Govern independentista”.

A pesar de que en el resto de comunidades prácticamente la totalidad de los efectivos de ambos cuerpos habían recibido ya el primer pinchazo, la consejería catalana de Salud decidió hace un mes dejar a los policías y guardias civiles fuera de los colectivos prioritarios para recibir la vacuna.

La situación de bloqueo llegó a tal extremo, que la ministra de Sanidad, Carolina Darias, aseguró el pasado martes en el Senado que será el propio Gobierno central quien asuma esta tarea.

El Gobierno no hará sangre

Mientras tanto, fuentes del Ejecutivo admiten a Confidencial Digital que Moncloa ha dado orden de evitar un enfrentamiento directo con la Generalitat por esta cuestión. En ese contexto, explican, se enmarcan las “reacciones medidas” de los ministros de Interior y Sanidad, Fernando Grande-Marlaska y Carolina Darias, respectivamente.

En el Ministerio de Sanidad reconocen en privado que la exclusión de policías y guardias civiles es un asunto muy grave. Se trata, explican, de un “incumplimiento flagrante de las obligaciones de la Generalitat con la estrategia nacional contra la pandemia”.

Pese a ello, no se ha producido un reproche público al presidente catalán en funciones, Pere Aragonès, para reprobar esa conducta.

La respuesta del Ejecutivo central se va a limitar a asumir la vacunación de ambos cuerpos policiales, lo que ha sido interpretado internamente en la Policía y la Guardia Civil como el “consentimiento de un gesto especialmente despreciable por parte de la Generalitat”.

El PSC negocia con ERC

Fuentes políticas en Cataluña, a las que ha tenido acceso ECD, explican que una de las razones que ha llevado a Moncloa a evitar la bronca por la no vacunación de policías y guardias civiles son las negociaciones discretas que mantiene el PSC con Esquerra para pactar en las próximas semanas el Govern de la Generalitat.

 

En el entorno de Salvador Illa reconocen que, de la misma forma que Esquerra da apoyo desde fuera a PSOE y Podemos en el Gobierno de España, los socialistas están negociando ahora hacer lo propio en Cataluña para un ejecutivo autonómico de ERC y los de Pablo Iglesias.

Hasta ahora, Esquerra ha apostado de hecho por un entendimiento que ha reforzado además la gobernabilidad de Pedro Sánchez. Sin embargo, consumar un Ejecutivo con JxCat y la CUP le obligaría a radicalizar su posición para atender las exigencias de sus socios.

Esquerra se va alejando de Junts

En Moncloa y en el PCS defienden dar paso a “una nueva era” donde primen las políticas de izquierdas para superar la crisis tras la pandemia. Destacan que el nuevo Govern no debe limitarse a “la lucha nacional” y tiene que dar importancia a aspectos, como la sanidad, la lucha contra la pobreza y la desigualdad.

No ven descabellado además que, si sale adelante un pacto del separatismo para continuar en la Generalitat, el Govern resultante nazca con fecha de caducidad por la dinámica de desavenencias internas. Habría elecciones en un año.

Un escenario que también teme ERC, que se resiste a reeditar la fórmula que llevó al fracaso la anterior legislatura. Se arriesga a un nuevo naufragio. De ahí que los socialistas estén trabajando en este salvavidas a Pere Aragonés: el apoyo externo a su Gobierno con En Comú Podem.

El tiempo comienza a agotarse

En el PSC no pasan por alto que la fecha que aparece en el horizonte es el 9 de mayo: ese día acaba el estado de alarma y tanto Podemos como ERC han urgido a que haya formado un Govern para poder gestionar la pandemia con mejores condiciones.

No obstante, el plazo máximo para que se invista a un president es un poco más amplio: hasta el 26 de mayo. Si no se logra un acuerdo para entonces, se convocarán elecciones de forma automática para el mes de julio. Un extremo que, por ahora, parece lejano ya que hay diversas alternativas para poder evitarlo.

Interior no se fía de la Generalitat

Mientras tanto, en el Departamento de Salud de la Generalitat han defendido que sí han vacunado a agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil en Cataluña, aunque han admitido que se empezó tarde por retrasos en la entrega de los censos y que fue además poco antes de la suspensión temporal de AstraZeneca.

En el Ministerio del Interior reconocen a ECD que ha existido “cierta desconfianza” por parte del Gobierno central a compartir con la Generalitat la relación de efectivos de las fuerzas del Estado destinados en Cataluña.

De hecho, no se pasa por alto que los encargados de la vacunación de los agentes de ambos cuerpos destinados en la comunidad serán ahora sanitarios de la propia Policía Nacional y de la Guardia Civil, después de que Sanidad haya decidido asumir esa labor.

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