Propuesta sorpresa del Gobierno a la Comunidad: cierre de Madrid durante mes y medio

El Gobierno tiene totalmente descartada la reapertura total de Madrid y propone al Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso un plan alternativo de cierre tras el revés propinado este jueves por el Tribunal Superior de Justicia (TSJM) a las medidas impuestas hace una semana por el Ministerio de Sanidad.

La última opción, que tampoco se descarta en este momento en Moncloa -adelantada este jueves por ECD a última hora de la mañana-, sería recurrir al estado de alarma. Pedro Sánchez ha convocado este viernes un Consejo de Ministros extraordinario. 

Se rechaza completamente la posibilidad de levantar todas las restricciones de golpe en la capital y ambos Ejecutivos mantienen en las últimas horas una dura negociación para extenderlas en los próximos días. El Ministerio de Sanidad defiende que “la prioridad es la salud”.

Mantener mes y medio el cierre de Madrid

Ahora, según ha podido saber Confidencial Digital por fuentes conocedoras de las conversaciones, el Ejecutivo central tiene decidido plantear a las autoridades sanitarias madrileñas prorrogar las restricciones porque, a su juicio, “se mantienen las circunstancias que motivaron su adopción”.

Insiste en la necesidad de concretar medidas urgentes con la Comunidad de Madrid para que no se levanten las restricciones tumbadas por el TSJM. “Adoptaremos las decisiones jurídicas que mejor protejan la salud de las personas”, afirmó Illa este jueves durante su comparecencia en el Congreso.

Así las cosas, en el Ministerio de Sanidad se apuesta por mantener el control sobre la capital y los municipios más afectados de la Comunidad al menos durante seis semanas. Esto es, un mes y medio como mínimo. Es la propuesta de última hora que se negocia en estos momentos con el equipo de Díaz Ayuso, según ha podido confirmar ECD.

Sanidad plantea un cierre como el de Lérida

El Ministerio de Sanidad ha planteado la fórmula aplicada para el confinamiento de la comarca del Segrià, incluida su capital, Lérida. Una orden dictada por la Generalitat y que fue avalada posteriormente por la Justicia.

Se trataba de un área con una población de unas 200.000 personas que, en pleno mes de julio, registró junto a Zaragoza uno de los rebrotes más importantes en el país tras la desescalada.

La curva se pudo doblegar, y lo que por momentos pareció una situación descontrolada, finalmente se pudo revertir, aunque en el Gobierno remarcan que para ello se necesitaron cuatro semanas.

Los últimos datos disponibles en la zona, correspondientes a finales de septiembre, reportan un número de contagios por cada 100.000 habitantes por debajo de 200, mientras que el riesgo de rebrote ronda los 150 puntos y los ingresados en la UCI no superan la media docena.

Se destaca que los plazos pudieron ser menores en el caso de Lérida, dado que un buen número de brotes se consiguieron localizar y por sus características geográficas fue más fácil de perimetrar.

En cambio, los expertos que asesoran al Gobierno consideran que se requieren como mínimo esas seis semanas para doblegar la curva en Madrid, desde que se decretaron las primeras medidas hasta que pueda considerarse fuera de peligro, porque la transmisión comunitaria está “muy extendida”.

Un confinamiento avalado por la Justicia

Hay que recordar que la Generalitat dictó el confinamiento domiciliario y duras restricciones de actividad y movilidad en Lérida y otros siete municipios del Segrià (Alcarràs, Aitona, Seròs, Soses, La Granja d’Escarp, Massalcoreig, Torres de Segre y las entidades municipales de Sucs y Raimats), pero la justicia tumbó su propuesta y obligó al Govern a sortear el veto judicial con un decreto ley que modificaba la ley catalana de Salud Pública para que se pudiesen restringir movimientos.

Tras esta modificación, la Generalitat dictó una nueva resolución para estos municipios de Lleida que seguía la línea de la anterior: restricciones de entrada y salida a los municipios y la población solo podía salir de casa para trabajar, comprar, ir al médico o cuidar de mayores y niños, entre otras excepciones, prohibición de encuentros de más de 10 personas y cierre de teatros, cines, gimnasios, bares y restaurantes.

En el caso de Lleida, el Ejecutivo catalán retiró de la orden, como había indicado el juez, al ayuntamiento de Massalcoreig y limitó la aplicación de las medidas a Lleida ciudad, Alcarràs, Aitona, la Granja d’Escarp, Seròs, Soses i Torres de Segre.

Además, el Govern matizó sus palabras respecto al primer intento de confinamiento domiciliario y, en lugar de emplear la fórmula “la población tiene que permanecer en su domicilio y la circulación por las vías de uso público tiene que responder a alguno de los siguientes supuestos”, optó por una expresión más flexible: “Se permiten las salidas del domicilio y la circulación por las vías de uso público en los supuestos siguientes”.

Esos supuestos eran, fundamentalmente, salir a trabajar, a comprar, a realizar gestiones administrativas, cuidar de ancianos o niños o causas de fuerza mayor, entre otros. Aunque se prohibió la entrada y salida de estos municipios excepto para trabajar o servicios esenciales, sí se permitían también los desplazamientos personales en y entre los términos municipales afectados por las restricciones, otra aclaración que la norma inicial no especificaba.

Un informe que justifique mantener el cierre

Según las fuentes del Gobierno consultadas por ECD, el Ministerio de Sanidad insistirá en su propuesta a la Comunidad de Madrid en que “las cifras no son buenas” y que por tanto es necesario que el confinamiento parcial de la capital se “mantenga durante un tiempo”, al contrario de lo que está pidiendo el Gobierno regional, del PP.

Considera que la bajada en la incidencia de Covid-19 de las últimas jornadas en Madrid no significa que se haya atajado la curva de esta segunda ola.

Aseguran que Sanidad se reafirma así en su plan de “bajar las incidencias acumuladas” y avanzar con mucha “precaución” para “no precipitarse en eliminar medidas que están dando sus frutos y deben servir para doblegar la curva”, explican.

El Ejecutivo central va a defender que los confinamientos funcionan, pero no de un día para otro, y solo si van acompañados de una labor intensiva de test, localización de contactos y restricción de la actividad social.