Gobierno del PSOE sin Pedro Sánchez, la oferta de los barones a Ciudadanos

El presidente ha detectado una conspiración de sus líderes regionales dispuestos a pactar en las autonomías para preparar una coalición tras las generales. Susana Díaz está en la operación

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Albert Rivera y Pedro Sánchez.

A Pedro Sánchez no le gustan, en absoluto, los movimientos de sus principales barones regionales para acercarse a Ciudadanos. Sabe que esa estrategia no es casual y que sus principales promotores –Javier Lambán, Emiliano García-Page y Guillermo Fernández Vara- no solo buscan garantizarse la continuidad en sus respectivas presidencias: el objetivo final es moverle a él la silla.

Así lo aseguran al Confidencial Digital altos cargos del Gobierno y del PSOE, que llevan semanas detectando una “ofensiva”, por parte de algunos líderes autonómicos del partido, para convertir a Ciudadanos en socio preferente, tanto a nivel regional como nacional, de cara a unas futuras elecciones generales.

Esa estrategia empezó a hacerse pública el pasado lunes, cuando El País publicó que barones del PSOE buscarán alianzas con Ciudadanos tras las autonómicas. Una noticia que confirmó los peores presagios para un Pedro Sánchez que sospecha de una nueva ofensiva de los dirigentes críticos para hacerle caer y desalojarle no solo de Ferraz, sino también de La Moncloa.

Pactos regionales para repetir en las generales

Según las fuentes consultadas por ECD, la estrategia de Javier Lambán, Emiliano García-Page y Guillermo Fernández Vara es clara: marcar distancias con Podemos, cuyo apoyo ha sido fundamental en esta legislatura, y acercarse a Ciudadanos. El auge de Vox es la justificación principal que se utiliza para cambiar de socio preferente.

En ese sentido, y teniendo en cuenta todas las encuestas que están viendo la luz, la mayoría de izquierdas existente ahora en Aragón, Castilla-La Mancha y Extremadura estaría en peligro con la irrupción de Vox. No obstante, un pacto PSOE-Ciudadanos en esas regiones garantizaría la continuidad de un gobierno socialista.

Esa nueva alianza permitiría a ambos partidos salir beneficiados: al PSOE le permitiría seguir gobernando; y a Ciudadanos, entrar en ejecutivos autonómicos siguiendo la estela de Andalucía. Además, Albert Rivera conseguiría, de esta forma, alejarse de Vox, algo que le reclaman sus socios europeos de ALDE.

Albert Rivera exigirá la cabeza de Sánchez

Pero tal y como buscan los barones regionales del PSOE y teme Pedro Sánchez, esas coaliciones PSOE-C´s tras las autonómicas prepararán el terreno para un gran gobierno de coalición entre ambas formaciones una vez celebradas las elecciones generales.

Ese escenario, que ya exploraron los dos partidos en los primeros meses de 2016 tras la renuncia de Rajoy a presentarse a la investidura, es “totalmente posible” a día de hoy. Todas las encuestas apuntan a que la suma de los escaños del PSOE y Ciudadanos lograría superar la barrera de 176 diputados que otorga una mayoría absoluta.

No obstante, en esta ocasión, Albert Rivera reclamará la renuncia de Pedro Sánchez a seguir presidiendo el Gobierno para aceptar una coalición con los socialistas.

 

El presidente de Ciudadanos, afirman las fuentes consultadas, ya ha declarado, tanto en público como en privado, que está dispuesto a gobernar España con el PSOE, “pero con el PSOE que defienden los barones regionales, no el de Pedro Sánchez”.

Por ese motivo, los líderes autonómicos del PSOE han trasladado a C´s que, solo pactando gobiernos de coalición en las regiones, se podrá lograr ese mismo modelo para España. Y que, en esa tesitura, Pedro Sánchez se quedará sin otra salida que dimitir: “El presidente tendrá que decidir entre perder el Gobierno por un acuerdo entre PP, Ciudadanos y Vox, o renunciar él para que el PSOE se mantenga en La Moncloa”. Un dilema parecido al que tuvo que enfrentarse Mariano Rajoy en la moción de censura.

Susana Díaz está en la conspiración

Desde Moncloa y Ferraz afirman que los líderes regionales que impulsaron el “golpe de Estado” contra Pedro Sánchez en el Comité Federal del 1 de octubre de 2016 son los mismos que ahora están moviendo, a nivel interno, la necesidad de pactar en las autonómicas con Ciudadanos para “hacerle la cama” al presidente en las generales.

En ese grupo, además de los citados Lambán, Page y Vara, las fuentes consultadas incluyen también a Susana Díaz.

La presidenta de la Junta, que tendió sin éxito la mano a Ciudadanos tras las elecciones del 2-D, pretende “bunquerizarse” ahora en Andalucía, manteniendo su cargo de secretaria regional, para presionar a Sánchez cuando Rivera le pida que dimita a cambio de formar una coalición con el PSOE tras las próximas elecciones generales.

Se aleja el súper-domingo electoral

Consciente de todos estos movimientos, Pedro Sánchez ha optado por “dejar enfriar” el súper-domingo electoral.

El presidente empezaba a ver más que posible esa opción si los independentistas no le aprobaban los Presupuestos. Pero ahora, incluso si no logra sacar adelante las cuentas de 2019, considera que hacer coincidir autonómicas con generales pude darle todavía más fuerzas a sus rivales dentro del PSOE.

De darse esa circunstancia, advierten las mismas fuentes, podían impulsarse negociaciones con Ciudadanos tanto a nivel nacional como autonómico, y Rivera y los barones críticos “aprovecharían para supeditar cualquier gobierno de coalición, tanto en España como en las diferentes regiones, a una dimisión de Sánchez”. Una maniobra que el presidente quiere evitar a toda costa.

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