El Gobierno ha vigilado a Cataluña para que no inflase los contagios con el fin de forzar el retraso de las elecciones

Sanidad ha monitorizado el número de test PCR, para evitar que la Generalitat facilitase a los jueces datos extrapolados que les condujesen a suspender los comicios del 14-F

Preparativos de unas elecciones en España.
Elecciones.

La Justicia ha acabado con la incertidumbre sobre la fecha de las elecciones catalanas. Pero hasta ese momento el Gobierno no se ha fiado de la Generalitat, y ha vigilado que no inflase los datos de contagios buscando forzar a los jueces a una suspensión de los comicios, que finalmente el TSJC ha descartado.

El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña ha confirmado que los comicios se celebrarán sin retrasos, en la fecha inicial del 14 de febrero, al admitir el recurso presentado contra el decreto del Gobierno catalán que aplazaba la votación al 30 de mayo por el coronavirus.

En el inicio de la campaña

El TSJC había suspendido de forma provisional el decreto de la Generalitat que aplazaba las elecciones. Faltaba, sin embargo, el pronunciamiento definitivo, que ha llegado este viernes, coincidiendo con el inicio de la campaña electoral.

La Sección Quinta de la Sala de lo Contencioso-Administrativo se había dado como fecha límite para decidir hasta el 8 de febrero.

La decisión del tribunal no es firme porque puede aún ser recurrida ante el Tribunal Supremo, pero, como recuerda el TSJC, que el recurso “no sería suspensivo de la ejecución de la decisión adoptada”. Es decir, que las elecciones se celebrarían igualmente el próximo 14 de febrero.

Una suspensión por motivos epidemiológicos

Hasta este viernes, el Tribunal de Superior de Justicia de Cataluña había dejado la puerta abierta a cambiar de criterio con su sentencia definitiva.

Defendía que nada impedía que pudieran producirse “cambios sustanciales” hasta el día de los comicios, tanto en las normas que regulan el estado de alarma como en el ámbito sanitario por una “evolución negativa” de la situación sanitaria.

Que no se inflase la cifra de contagios

Así las cosas, según reconocen a Confidencial Digital altos cargos del Gobierno, el Ministerio de Sanidad ha mantenido bajo “vigilancia especial” a la Generalitat, que es la autoridad competente en la recogida de los datos sobre la pandemia, para evitar que inflase la cifra de contagios por coronavirus en Cataluña con el objetivo de forzar un retraso de las elecciones, como quería el Govern.

La capacidad del sistema sanitario de atención primaria para el diagnóstico precoz de nuevos casos de coronavirus es uno de los principales criterios que el Ministerio de Sanidad ha establecido para que las comunidades autónomas puedan medir el avance de la enfermedad y el objetivo de controlar la transmisión por todo el país.

 

Un testeo muy por encima del habitual

Ese registro debe materializarse en la realización de test PCR a todos los casos sospechosos. Pero se tiene en cuenta que, al mismo tiempo que se aumentan los test, crecen los números de contagios.

Por eso, fuentes del Ejecutivo central defienden que Sanidad debe velar porque las cifras de Cataluña, al igual que la del resto de autonomías “no reflejen sombras”.

Y en este caso concreto, altos cargos del Ministerio habían puesto el foco en desmontar que “un testeo muy por encima” del que viene realizando Cataluña en las últimas semanas buscase ahora “presionar a la Justicia para suspender las elecciones”.

Es lo que han venido a denominar como el “juego de las PCR”: presentar un empeoramiento de la situación que no fuera real, porque coincidía justamente con un aumento constante en el número de pruebas de Covid realizadas, y que sirviera como argumento de presión de la Generalitat a los jueces para cancelar el 14-F.

Datos más altos de hospitalizaciones

En Sanidad explican que los datos que recoge el Ministerio llegan de las comunidades a través del Sistema de Vigilancia Epidemiológica (SiViEs), la plataforma que recoge de forma individualizada los positivos, la fecha del inicio de síntomas, los ingresos hospitalarios y las defunciones.

En los últimos días, las fuentes consultadas por ECD aseguran que las autoridades sanitarias también habían comenzado a controlar estrechamente que Cataluña actualizase esa base de datos, para “evitar que ofreciera una visión irreal de la situación”.

Aseguran que se ha dado la circunstancia en los últimos meses, precisamente con la Generalitat, de que la Consejería de Sanidad autonómica publicaba cifras de hospitalizaciones más altas que las aportadas ese mismo día por las estadísticas del Ministerio, debido a un desacople de los sistemas de información.

Las sospechas levantadas por el Govern

La “vigilancia especial” se activó tras algunas afirmaciones que realizaron hace unos días dirigentes de los partidos que forman parte del Ejecutivo catalán. “Lo que no permitiremos es que esta justicia se imponga en las urnas”, advirtió la portavoz de Junts, Elsa Artadi. La diputada pidió “dejar de especular” con la fecha.

Una aceptación tácita del nuevo escenario que también asumía ERC. Marta Rovira, secretaria general del partido, huida de la justicia en Suiza, reclamó al independentismo que “se organice” para ganar unos comicios que serán el 14-F porque, dijo, “el PSC-PSOE quiere que pase”

La Generalitat se agarraba al voto particular

Tampoco se pasaba por alto en el Gobierno y en el PSOE que uno de los siete magistrados de la sala apoyaba el aplazamiento de los comicios solicitado por la Generalitat. La resolución del TSJC contaba con el voto particular de José Manuel de Soler Bigas.

A diferencia de sus compañeros, Soler Bigas considera que el decreto que aplazaba las elecciones debía seguir en vigor. Opina que no se puede descartar, si la fecha es el 14-F, que se dé un aumento de la abstención o “un repunte en la gravedad de la pandemia”.

Hay que recordar que el Govern y el resto de partidos (menos el PSC) han pretendido desde el primer momento trasladar los comicios al 30 de mayo, según han defendido las formación públicamente, para evitar el pico de la pandemia.

Esa nueva fecha, según el decreto de la Generalitat -que fue recurrido por particulares y partidos extraparlamentarios-, no era ni siquiera definitiva: estaba supeditada a la situación epidemiológica.

En cambio, en el PSOE están convencidos de que se trataba de una “excusa” para retrasar la convocatoria electoral porque los sondeos no les son ahora favorables.

Desde el resto de formaciones se acusa al PSC de querer celebrar ya los comicios para no perder el ‘efecto Illa’. Hasta el punto de que se ha llegado a acusar al ya ex ministro de Sanidad de no tomar decisiones más drásticas durante la tercera ola del coronavirus precisamente para evitar perjudicar su candidatura de cara al 14-F.

Video del día

Marta Rovira confirma que negocia con Sánchez
un referéndum de independencia para Cataluña
Portada
Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato