El juicio del 11-M inquieta mucho al Gobierno porque pone a España en el centro de atención del mundo islámico
El Gobierno se siente muy inquieto con el juicio sobre los atentados terroristas de Atocha. No por cómo se está desarrollando, ni por temor a que pueda haber revelaciones inquietantes, sino porque su celebración aumenta el peligro para España en relación con el terrorismo islámico.
Miembros del Gobierno han reconocido, en conversaciones no oficiales, que existe preocupación en el Ejecutivo por el eco que está teniendo el juicio de la Casa de Campo, que, dada la notoriedad del atentado del 11-M, está centrando informativos de televisión en todo el planeta.
“Eso nos está poniendo en el centro de atención del mundo islámico”, es el comentario de un ministro, de los que forman parte del núcleo duro en torno al presidente Zapatero.
Y todo esto, en un momento en que el terrorismo extremista está actuando en Marruecos y en Argel. Estas actuaciones resultan especialmente peligrosas porque pueden exacerbar las reivindicaciones que el Islam plantea respecto a Al Andalus, es decir, al conjunto de España, y centrar su ofensiva terrorista en nuestro país.
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