Iván Redondo indigna al PSOE: le acusan de filtraciones a periodistas antes y después de su salida de La Moncloa

Le reprochan que “solo ha buscado quedar él bien” y que su comportamiento contrasta con la “discreción” con la que han asumido sus ceses Carmen Calvo y José Luis Ábalos. “No ha sabido irse con elegancia”

Moncloa se distancia de la campaña del PSOE: busca que un derrumbe en las autonómicas no castigue a Pedro Sánchez.
Iván Redondo y Pedro Sánchez

El PSOE ha ganado finalmente la pelea que ha mantenido con Iván Redondo durante más de tres años, desde que Pedro Sánchez lo nombrara su jefe de gabinete. Ahora, las formas que ha mostrado en su salida han indignado a dirigentes del partido: le acusan de filtraciones para dar su propia versión de la crisis de Gobierno.

De entrada, la reacción a la salida de Redondo de La Moncloa fue de “euforia”, tanto en la sede de Ferraz como entre los barones del partido. Y, además, en todos los niveles: desde mandos intermedios hasta alcaldes, secretarios provinciales y presidentes regionales. Así lo confirman a Confidencial Digital cargos socialistas consultados.

No se pasa por alto que este cese fue una de las decisiones más llamativas de la remodelación acometida por Sánchez hace unas semanas, ya que, junto a Carmen Calvo, era una de las figuras claves del Gobierno, responsable de gran parte de las estrategias.

Filtraciones para “quedar él bien” 

En el PSOE destacan que la salida del Director del Gabinete de la Presidencia del Gobierno ha generado versiones contradictorias acerca de los motivos reales que han llevado al presidente a prescindir de sus servicios.

Fuentes de la cúpula de Ferraz, a las que ha tenido acceso Confidencial Digital, acusan a Iván Redondo de haber filtrado a periodistas que fue él mismo quien había solicitado a Pedro Sánchez abandonar sus responsabilidades en el Gobierno. 

Por el contrario, fuentes del sector socialista del Ejecutivo aseguran que en realidad Redondo había planteado su deseo de ser ministro de la Presidencia, el cargo que asumía entonces la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, y que ahora ha pasado a ocupar Félix Bolaños. 

Redondo se ha dedicado a hablar con los medios para quedar él bien. Es lo único que le ha interesado”, le reprochan altos cargos del PSOE.

“No ha sabido irse con elegancia”

En la dirección del partido consideran también que “Iván no ha sabido irse con elegancia, sin montar ruido. Es a lo que se ha dedicado en los últimos tres años en La Moncloa, a fabricar un golpe de efecto a la semana”, afirma a ECD un destacado miembro de la Ejecutiva socialista.

Critican que, después de conocerse su cese, Redondo ha dejado ver, en distintas conversaciones con medios de comunicación, que “no ha acabado bien” con el presidente del Gobierno y líder del PSOE. 

 

Unas revelaciones que tampoco han gustado en el círculo más cercano a Sánchez, donde ahora destacan Félix Bolaños, Adriana Lastra, Santos Cerdán y María Jesús Montero.

La “discreción” de Calvo y Ábalos

Frente al comportamiento del hasta ahora jefe de gabinete del presidente, las fuentes socialistas consultadas por ECD aplauden la “discreción” con que han asumido Carmen Calvo y José Luis Ábalos su salida del Consejo de Ministros.

En Ferraz valoran que ambos se han mantenido en silencio, y en un discreto segundo plano, “sin enredar ni filtrar versiones interesadas” sobre su destitución. “Han tenido una reacción ejemplar: no han querido hacer daño ni a Sánchez ni al partido”, destacan diputados del PSOE en el Congreso.

¿Crisis de Gobierno en otoño?

Fuentes de la dirección socialista atribuyen también a Iván Redondo la filtración a periodistas, la misma semana de la crisis del Gobierno, de que Pedro Sánchez había decidido aplazar a otoño la remodelación ministerial.

Es una versión que confirman a ECD algunos de los periodistas afectados, que reconocen que “compraron” esa versión porque era una información que provenía de una de las personas que supuestamente, como mano derecha, estaba al tanto de los cambios que iba a realizar el presidente en el Consejo de Ministros.

Esa versión, que los periodistas llegaron a publicar en sus medios, se demostraron erróneas a los pocos días, lo que ha provocado el enfado de algunos de los profesionales con los que Redondo conversó en los días previos al cambio de Gobierno.

Recibido con recelo en el PSOE

El fichaje de Iván Redondo al frente del gabinete de Presidencia, tras el éxito de la moción de censura de Mariano Rajoy en 2018, fue recibido con mucho recelo en el PSOE, debido a sus pasadas actividades con el PP.

Había sido jefe de gabinete de la presidencia de la Junta de Extremadura, con rango de consejero, con el popular José Antonio Monago (2011-2015). 

Durante todo este tiempo, el actual presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, que entonces perdió el Gobierno frente a Monago, ha guardado silencio por respeto y lealtad al partido y a Pedro Sánchez.

Redondo fue también decisivo en la llegada de Xavier García Albiol a la alcaldía de Badalona (Barcelona), ​​después de haber asesorado a Antonio Basagoiti en el País Vasco. 

Más que un elemento extraño, inmediatamente en Ferraz se le consideró “sospechoso” por sus servicios a la derecha en los años de la travesía del desierto de Alfredo Pérez Rubalcaba y el propio Pedro Sánchez, cuando el PSOE, tras los reveses electorales de 2011, se encontraba en la oposición mientras el PP ocupaba La Moncloa y gobernaba en la mayoría de comunidades autónomas.

Cortafuegos entre Sánchez y el partido

Los dirigentes del PSOE consultados por ECD critican ahora abiertamente que la estrategia desarrollada por Redondo durante su estancia en La Moncloa “tensaba demasiado y no ofrecía garantías”. Consideran, además, que caía en el “cortoplacismo”. 

Se le atribuían muchas culpas, como el fracaso del PSOE en las elecciones del 4 de mayo en Madrid. Pero la principal crítica es que había creado “un cortafuegos entre Pedro Sánchez y el partido”.

“España afronta ahora un momento histórico; Sánchez propicia el giro más importante desde la Transición y lo venía haciendo sin descolgar el teléfono para hablar con nadie”, se queja un destacado miembro de la Ejecutiva socialista. 

Todas las decisiones se cocinaban en Moncloa

Todo se cocinaba en La Moncloa, en un círculo muy restringido, en el que la máxima imperante era actuar a una semana vista”. “Los órganos del PSOE no tenían ningún papel”, se añade.

Critican que Pedro Sánchez depositara en su principal asesor toda la confianza, mientras en Ferraz aseguran que “no han visto el brillo de los supuestos éxitos que se atribuían a Redondo”. Algunos consideran, de hecho, que “los fracasos han sido más que sonados”.

No olvidan que el actual Gobierno “depende de todo el mundo”: de Unidas Podemos, de los independentistas, de Bildu, y “hasta de partidos que sólo tienen un diputado. No puede hablarse precisamente de éxito”, concluyen los dirigentes socialistas, que han echado en falta con Redondo “más visión de país, de futuro y de proyecto común”.

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