La jugada de Pedro Sánchez con la ‘operación Iceta’: gana sí o sí

Si es elegido, habrá colocado una pieza clave en el Senado. Si no, se visualizará la unión de las derechas y el independentismo contra el Gobierno que el PSOE utilizará en la campaña del 26-M

Pedro Sánchez y Miquel Iceta, en un mitin del PSC.
Pedro Sánchez y Miquel Iceta, en un mitin del PSC.

La ‘operación Iceta’ lleva la firma personal de Pedro Sánchez. El jefe del Ejecutivo ha propuesto a Miquel Iceta como presidente del Senado. El inesperado anuncio responde a una estrategia para volver a movilizar al electorado del PSOE de cara a las elecciones del 26 de mayo.

Los resultados de las generales otorgaron al PSOE la mayoría absoluta en el Senado. Un cambio radical respecto a la anterior legislatura y que permitirá a Sánchez controlar la Cámara Alta sin oposición.

Su primera decisión de calado ha sido lanzar la candidatura del primer secretario del PSC, Miquel Iceta, para la presidencia del Senado.

El PSOE ha quedado descolocado

Según ha podido saber Confidencial Digital por fuentes socialistas en la Cámara Alta, la jugada ha cogido por sorpresa a la práctica totalidad del partido, donde todas las miradas para ese puesto estaban puestas en la presidenta del PSOE, Cristina Narbona.

El principal problema que visualizan es un hecho relevante: Miquel Iceta no es actualmente senador. Por eso, el movimiento pareció complicarse a las pocas horas de darse a conocer, dando la apariencia de una ocurrencia improvisada, sin el suficiente fundamento. Nada más lejos de la realidad.

El bloqueo de los independentistas

Miquel Iceta tiene que ser elegido como senador por designación autonómica. Para ello, el PSC ha propuesto un cambio entre el ex presidente de la Generalitat, José Montilla -que este miércoles renunció formalmente a su escaño-, e Iceta.

Según el Reglamento del Parlamento de Cataluña (artículo 174), corresponde al partido (PSC) del senador saliente (Montilla) proponer al candidato para sustituirlo (Iceta), pero tiene que ser ratificado por el pleno de la Cámara autonómica, donde JxCat, ERC y la CUP suman 65 votos, los mismos que suman las fuerzas no independentistas.

La Junta de Portavoces del Parlament ha decidido convocar un pleno extraordinario para esta votación el 16 de mayo. Por el momento, los independentistas han amenazado con bloquear la designación.

Coloca una pieza clave en el Senado

Fuentes del PSOE admiten a Confidencial Digital qué detrás de la ‘operación Iceta’ hay un movimiento ‘win-win’ (ganar-ganar) para los socialistas. Pedro Sánchez, aseguran, “saldrá ganando pase lo que pase”. Y lo explican.

 

Por un lado, si triunfa la candidatura del líder del PSC, el Gobierno habrá colocado una pieza clave en el Senado. Se recuerda ahora que Iceta fue fiel a Sánchez en la carrera de las primarias que lo devolvieron a la secretaría general del PSOE. El entonces candidato a liderar el partido apostó en esa campaña por la bandera de la plurinacionalidad del Estado. Con aquel discurso, arrasó en esos comicios internos.

Con Iceta en la presidencia del Senado, Sánchez colocaría en una de las altas instituciones del Estado por primera vez a un catalán, lo que significa un guiño a los sectores más moderados del nacionalismo catalán.

Además, sería un mensaje para reforzar su discurso territorial, con la apuesta por la construcción de un tercer espacio entre el independentismo y los partidos a su derecha.

La unión de las derechas y el independentismo

Pero Ferraz tiene también diseñado un plan para rentabilizar electoralmente el rechazo de los independentistas a la candidatura de Iceta.

Las fuentes consultadas por ECD explican que el bloqueo de Junts per Catalunya y ERC le permitirá –por segunda vez- anunciar solemnemente una ruptura con los soberanistas y visualizar en público un alejamiento de los socios catalanes, como le reclaman algunos barones autonómicos que se juegan sus gobiernos el próximo 26 de mayo.

Este escenario se producirá el 21 de mayo, cuando se elige la Mesa del Senado, a cinco días de las elecciones locales. En Ferraz dan por hecho que el bloqueo a Iceta, que se habría confirmado ya el 16, permitirá “visualizar la unión de las derechas y el independentismo contra el PSOE”.

Un argumento que podrá ser utilizado por Pedro Sánchez en la campaña del 26-M, con el objetivo de movilizar a los votantes socialistas de toda España, descontentos con las cesiones del Ejecutivo a Cataluña. “Quedará claro que el PSOE no ha cedido a los independentistas”, defienden en Ferraz.

Una estrategia que le sirvió con los Presupuestos

Fuentes socialistas recuerdan a ECD que esta misma estrategia ya fue aplicada por Sánchez tras el rechazo a los Presupuestos que provocó el adelanto electoral. Moncloa desplegó entonces un plan para afrontar el rechazo de los independentistas a las cuentas de 2019. Si no salían adelante, arrancaba en ese momento la cuenta atrás para las generales.

Sánchez tuvo entonces el relato que buscaba. Insistió en que él lo intentó todo para aprobar medidas progresistas (su denominada “agenda social”) pero los socios catalanes no quisieron.

La lista de los responsables del veto, no obstante, incluía a más rivales electorales: los independentistas, y también la derecha, habían votado juntos para “bloquear los Presupuestos más sociales de la historia”.

Un mensaje que, a juicio del PSOE, ha sido clave para mantenerse en el Gobierno tras las generales del 28-A.

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