El ministerio de Irene Montero lanza una campaña para fomentar que los hombres animen a las mujeres a vestir como quieran y a salir por la noche

Pretende concienciar de los “buenos hábitos” para evitar relaciones con violencia, estereotipos de género y actitudes machistas

En el centro, Irene Montero, ministra de Igualdad, en la manifestación del 8-M en 2020 junto a Victoria Rosell, delegada del Gobierno contra la violencia de género.
Irene Montero, en el centro, en la manifestación del 8-M.

El Consejo de Ministros aprobó este martes el Proyecto de Ley Orgánica de Garantía Integral de la Libertad Sexual, que el Ministerio de Igualdad de Irene Montero resume con el lema “solo sí es sí”: es decir, que sólo un consentimiento expreso de la mujer debe permitir una relación sexual.

La ley llega como respuesta a la campaña del “no es no”, que se puso en circulación en las protestas contra la sentencia que condenó a los miembros de “La Manada” por abuso sexual, y no agresión sexual, a una chica en Pamplona.

Además de medidas legales, el Ministerio de Igualdad trata de luchar contra la violencia sexual, las actitudes machistas y la violencia de género con campañas de publicidad y de sensibilización.

Confidencial Digital ha consultado la documentación de una licitación que el departamento de Irene Montero, a través de la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, ha abierto para contratar el “servicio consistente en un proyecto estratégico que incluya la creatividad, diseño, realización y producción de una campaña de concienciación social contra la violencia de género sobre los buenos tratos dirigida a la población general durante 2021”.

“Relaciones de género sanas”

Esta contrato da un giro a las campañas que suelen lanzarse desde las administraciones, enfocadas sobre todo a fomentar que las mujeres denuncien a sus agresores, o a que otras personas también denuncien situaciones de acoso, amenazas y violencia de este tipo.

“La violencia sobre las mujeres se manifiesta como el símbolo más brutal de la desigualdad existente entre sexos, ya que se dirige hacia las mujeres por el hecho mismo de serlo, por ser consideradas por sus agresores como seres carentes de los derechos mínimos de libertad, respeto y capacidad de decisión”, señala la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género en los pliegos del contrato, como introducción a la cuestión.

Cita también el informe de evaluación del Grupo de Expertos en la lucha contra la Violencia contra la Mujer y la violencia doméstica (GREVIO) de 2019, sobre la aplicación en España del Convenio de Estambul, que “recuerda que estas formas de violencia tienen sus raíces en la creencia de la superioridad masculina sobre las mujeres y las niñas y recomienda que los valores, masculinidades y tradiciones sociales que aprueban o normalizan tal poder y control sean, por tanto, deconstruidos en todos los sectores de la sociedad y más allá del ámbito de las relaciones íntimas”.

Dicho informe “anima a las autoridades españolas a que mantengan y desarrollen campañas de sensibilización y medidas preventivas basadas en la comunidad que inculquen relaciones de género sanas, tales como el fomento del cambio de patrones sociales y culturales de comportamiento de mujeres y hombres, la eliminación de prejuicios y estereotipos de género, y medidas para involucrar a toda la sociedad, incluidos hombres y niños, en la consecución de la igualdad de género y la prevención de la violencia contra la mujer”.

Persisten “mitos y prejuicios”

Igualdad valora que, según las encuestas, “las campañas de sensibilización han sido eficaces”, pero aún así “no todas las formas de violencia de género concitan el mismo grado de rechazo, existiendo un problema estructural a la hora de identificar tanto sus causas, como comportamientos concretos de maltrato psicológico tales como las agresiones verbales, la desvalorización o el control del otro”.

 

Lamenta que “siguen persistiendo ideas y mitos en el imaginario colectivo sobre la violencia de género que, además de no ser ciertas, sólo contribuyen a reproducirla y perpetuarla. Es por ello necesario ayudar a la sociedad a identificar las primeras señales de maltrato y a desmontar los mitos tanto sobre víctimas como sobre agresores, que desenfocan el problema y dificultan la detección y la intervención. Sólo así será posible lograr una movilización ciudadana total en la lucha contra este problema”.

Buenos tratos

Toda esta argumentación sirve a Igualdad para concluir que “para la construcción de una sociedad libre de violencia machista se considera imprescindible poner en valor los buenos tratos, como la mejor herramienta para señalar la importancia de la implicación del conjunto de la sociedad en la lucha contra la violencia machista y recordando que acabar con la violencia es cosa de todos/as”.

Considera que eso iría en la línea del Pacto de Estado en Materia de Violencia de Género, “cuyo Eje 1 incluye un conjunto de medidas relativas a la realización de acciones dirigidas a sensibilizar a toda la sociedad sobre el daño que producen la desigualdad y las conductas violentas y ayudar a la toma de conciencia sobre la magnitud del problema de la violencia contra las mujeres y las consecuencias que tiene para su vida y la de sus hijos e hijas”.

La medida 23 del Informe de la Subcomisión del Congreso sobre violencia de género insta al Gobierno “a desarrollar campañas de prevención y sensibilización con mensajes positivos, unitarios y adaptados a las exigencias de cada momento, implicando a la sociedad en su conjunto”.

“Nuevas masculinidades”

Eso es lo que va a tratar de difundir Igualdad con una nueva campaña de sensibilización social, con anuncios en los medios de comunicación y piezas emitidas por otros canales.

El primer objetivo de esta campaña es “Concienciar sobre la importancia de fomentar los buenos tratos”, lo que se concreta en intentar que se extiendas las “relaciones sin violencia, fomentando el cambio de patrones sociales y culturales, las nuevas masculinidades, la eliminación de prejuicios, mitos y estereotipos de género y la implicación de toda la sociedad –hombres incluidos- en la construcción de una igualdad real y efectiva que sirva de semilla para la destrucción de la violencia machista”.

“Sólo tomando los buenos tratos como modelo a seguir”, afirma Igualdad, “podrá construirse una sociedad justa y libre de violencia”.

Hombres que animan a las mujeres a salir

¿Qué quiere decir “buenos tratos”? Los pliegos del contrato aportan algunos ejemplos, a título orientativo:

-- “Hombres que aceptan y animan a que una mujer pueda vestir como quiera, salir por la noche y divertirse (también fuera de la pareja)”.

-- “Relaciones de pareja basadas en el respeto a la autonomía de cada una de las partes y a las esferas de libertad individuales, alejadas de los celos, el control y la rendición de cuentas”.

-- “Jóvenes que se sorprenden del control (aún mayor) que se ejercía tiempo atrás por el hombre hacia la mujer (diálogo intergeneracional)”.

-- “Amigas/os que animan a una mujer superviviente a denunciar; o que la entienden, la apoyan y la ayudan a salir de sus bloqueos. Que no la juzgan”.

-- “Hombres (y también mujeres) que condenan y desaprueban la conducta a un agresor, ante una situación pública de acoso o violencia”.

La primera situación citada, el de hombres que animan a que las mujeres salgan de noche y se diviertan, encaja con el lema que se popularizó en las manifestaciones contra la sentencia de “La Manada”, y que el ministerio de Irene Montero terminó asumiendo: “Sola y borracha, quiero llegar a casa”, en referencia a que hay que trabajar para acabar con el miedo de muchas mujeres, sobre todo jóvenes, a ser acosadas o incluso violadas por hombres cuando vuelven a casa tras una noche de fiesta.

“Responsabilidad de todos”

El segundo objetivo del Ministerio de Igualdad con esta campaña es “implicar a la ciudadanía en la prevención y lucha contra la violencia machista como un problema público”.

Por ello tratará de que “la campaña interpele a toda la sociedad en su conjunto, para que también actúe, fomentando así la concienciación de que es responsabilidad de todos y todas acabar con este problema. De este modo no se carga a la víctima con la responsabilidad única de la acción”.

De hecho, además de anuncios en medios, la campaña se extenderá a “establecimientos, comercios y otros lugares de proximidad para la población, informando sobre qué hacer si se detecta violencia e informando del 016 como recurso disponible”.

“El factor de riesgo es ser mujer”

Los mensajes de la campaña deberán ser los siguientes, según ha decidido el ministerio:

-- Los buenos tratos son el modelo a seguir, el ejemplo que debemos mostrar, para imaginar una sociedad sin violencia.

-- La violencia machista es un asunto de todos y todas.

-- Si alguna mujer de mi entorno es agredida, me incumbe y debo actuar.

-- La desigualdad entre hombres y mujeres (y en consecuencia nuestro modelo de patriarcado social) es la causa de esta violencia. No lo es cómo una mujer vista o se comporte ni las posibles agresiones o perturbaciones mentales del agresor. No existe un perfil de mujer maltratada ni de hombre maltratador. El factor de riesgo es, simplemente, ser mujer.

-- Es muy difícil salir de una situación de violencia. Existen múltiples razones por las que una mujer continúa conviviendo con su agresor y no le denuncia.

Que mujeres y hombres tomen conciencia

Esta nueva campaña del Ministerio de Igualdad contra la violencia de género se dirige a la población general, con la idea de “fomentar los buenos tratos, especialmente en las relaciones de pareja, buscando potenciar la eliminación de juicios sociales y una implicación activa de toda la población, transmitiendo que la erradicación de la violencia contra la mujer es una responsabilidad comunitaria”.

Más específicamente, tratará de que mujeres de todas las edades “tomen conciencia de qué tipo de relación es aquella que es libre de violencia”, y que si en ese momento están sufriendo violencia de género, para que conozcan los recursos que tienen a su disposición.

En cuanto a los hombres de todas las edades, espera que la campaña sirva para que sean capaces de “identificar comportamientos relacionados con los buenos tratos, en su entorno o en ellos mismos, y puedan potenciarlos y hacerlos suyos”.

Todos estos mensajes se difundirán a través de distintos soportes y canales: spots de entre 20 y 25 segundos para televisión, versiones más cortas para YouTube y para lanzar ‘stories’ y vídeos cortos en Instagram, anuncios en otros medios, carteles, descargables, contenidos viralizables, incluso ‘ merchandising’.

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