División en el Ejecutivo

Tres ministros contra Soraya porque no les deja hablar en el Congreso

De Guindos, Margallo y Tejerina acusan a la vicepresidenta de impedirles explicar qué están haciendo y de convencer a Rajoy con informes jurídicos para que el Gobierno permanezca “mudo”

Isabel García Tejerina y José Manuel García Margallo.
Isabel García Tejerina y José Manuel García Margallo.

División en el Gobierno. La polémica decisión de evitar someterse al control del Congreso por encontrarse en funciones ha puesto en pie de guerra a todos los grupos de la oposición. Pero también han comenzado a escucharse ya las primeras voces críticas entre algunos ministros.


El Ejecutivo trasladó oficialmente al Congreso que se niega a ser sometido a control parlamentario mientras esté en funciones. Soraya Sáenz de Santamaría remitió antes de Semana Santa una carta al presidente de las Cortes, Patxi López, en la que le comunicó su negativa a que el presidente del Gobierno y sus ministros comparezcan en la Cámara.

La carta respondía a la decisión de la Mesa y la Junta de Portavoces, es decir, al poder legislativo, de someter al Gobierno a ese control.

Tres ministros se rebelan contra Sáenz de Santamaría

Pero no todos los miembros del Gobierno están de acuerdo con esta consigna. Y acusan a la vicepresidenta de ser la responsable de la parálisis del Ejecutivo y de haber convencido a Mariano Rajoy de que “el Gobierno debe permanecer mudo. El presidente ha confiado su actuación a la multitud de informes jurídicos que le ha presentado Soraya”, critican.

Según ha podido recabar El Confidencial Digital por fuentes de distintos departamentos, al menos tres ministros han expresado en privado su disconformidad con no poder acudir al Parlamento para explicar “qué estamos haciendo”. Se citan los casos de Luis de Guindos, José Manuel García-Margallo e Isabel García-Tejerina.

Otros miembros del gabinete, como Pedro Morenés, sí comparten la instrucción de Moncloa. De hecho, el titular de Defensa evitó acudir a su comparecencia el pasado 18 de marzo en el Congreso. Estaba citado para informar sobre la última reunión de ministros de la OTAN en Bruselas y la operación naval en el Egeo contra las mafias que trafican con refugiados.

De Guindos reclama “luz y taquígrafos” con Cataluña

Según las fuentes consultadas, Luis de Guindos considera que la reunión que mantuvo con Oriol Junqueras y la posterior polémica por el supuesto trato de favor a Cataluña con cargo al dinero del FLA se hubiera minimizado dándole “luz y taquígrafos al tema en el Parlamento”.

El ministro de Economía tiene en cuenta también que la actividad de la política de España no se limita sólo al territorio nacional. La mayoría de los asuntos, advierte, deben contar con el visto bueno de la Unión Europea.

Es el caso, explican, del Plan de Estabilidad que el Gobierno deberá remitir a Bruselas antes de finalizar el mes de abril. A su juicio, esta cuestión debería tratarse en el Congreso, de donde debería salir un amplio consenso, y sin mucha dilación.

Margallo busca dar cuenta de sus giras internacionales

El titular de Exteriores no firmó ningún acuerdo con los países de Centroamérica que acaba de visitar porque un Gobierno en funciones tiene limitada esa facultad. Pero sí reclama poder dar cuenta ante el Parlamento de los encuentros que mantuvo con importantes personalidades, involucradas en su mayoría en proyectos de la cooperación española.

 

También defiende que hubiera sido positivo explicar la posición del Gobierno ante la decisión de Marruecos de expulsar al personal de la misión de la ONU en el Sahara Occidental (Minurso).

Marruecos anunció el corte de la financiación de 3,1 millones de dólares que entregaba anualmente a Minurso y ordenó la salida de 84 empleados de esta misión como contestación a la visita que el pasado 5 de marzo efectuó el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, a los campos de refugiados saharauis en Tinduf (Argelia), controlados por el Frente Polisario.

Tejerina reclama vender sus logros con el precio de la leche

La ministra de Agricultura, Isabel García-Tejerina, también defiende la conveniencia de explicar algunos de sus logros en el Congreso.

España ha conseguido que se analice por primera vez el artículo del reglamento sobre la Organización Común de Mercados (OCM) en el sector lácteo, que permite la asociación de productores y cooperativas para reducir de forma voluntaria la producción.

Una de las causas de la crisis del sector lácteo que padecen los ganaderos españoles –sobre todo los gallegos, al percibir los precios más bajos de toda España- tiene que ver con el desequilibrio de la oferta y la demanda en el mercado comunitario.

Los problemas se han agravado con el aumento de la producción láctea en los países de la Unión Europea en el último año, al mismo tiempo que continúan cerradas las puertas al mercado ruso y se han frenado las exportaciones a China.

Sin embargo, después de intensas gestiones por parte de la titular de Agricultura, Bruselas ha abierto la puerta a la posible concesión de ayudas estatales -aquellas que no es necesario justificar ante la Comisión Europea- por un máximo de 15.000 euros por ganadero al año sin fijar techos máximos por país. Nada de esto se podrá explicar en el Congreso.

Críticas por el inmovilismo y la tecnocracia

“No estamos ante una cuestión de voluntad del Gobierno sino de estricto cumplimiento de nuestro ordenamiento jurídico y, sobre todo, de respeto al régimen de democracia parlamentaria que los españoles nos otorgamos en la Constitución de 1978”, justificó la vicepresidenta en la carta que remitió al Congreso.

Las fuentes a las que ha tenido acceso ECD explican que estas palabras han indignado también a varios miembros del gabinete. Consideran que “esta medida ha hecho perder al Gobierno la poca iniciativa política que tenía, cediéndosela por completo a los partidos de la oposición”.

“No podemos tomar decisiones a futuro, pero sí explicar lo mejor posible que seguimos al pie del cañón, trabajando para culminar los proyectos que han contribuido a sacar a España de la crisis”, critican en uno de los ministerios críticos con la decisión de Moncloa.

Hay que recordar que el objetivo del G-8, el grupo de ministros contrarios a la gestión de la vicepresidenta, fue siempre convencer a Mariano Rajoy de que el Gobierno necesitaba más iniciativa política, frente a lo que, a su modo de ver, estaba practicando Sáenz de Santamaría. La vicepresidenta ha sido acusada estos últimos años de mantener un perfil excesivamente tecnocrático.

La posición de Tejerina

Una vez publicada la noticia, un portavoz del ministerio de Agricultura ha trasladado a El Confidencial Digital que García Tejerina no se ha pronunciado en contra de la política de no comparecer ante el Congreso, y que de hecho ella no ha solicitado hacerlo.

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