La otra cara de ‘El Debate Decisivo’: Casado perdió a su mujer, las consignas durante la publicidad y el plató de ‘La Voz’

Sánchez y Rivera no quisieron hablar para laSexta, el líder del PP hizo esperar al presidente de Planeta y la obsesión de Iglesias con la cámara

palto la sexta debate
Plató del debate de Atresmedia.

Segunda noche consecutiva de debate electoral. Asalto definitivo a cinco días de las elecciones. Pedro Sánchez, Pablo Casado, Albert Rivera y Pablo Iglesias volvían a citarse en un encuentro televisado, esta vez en las instalaciones de Atresmedia, apenas 24 horas después de hacerlo en RTVE.

El debate moderado por Vicente Vallés y Ana Pastor dejó varias conclusiones a extraer, sobre todo para aquellos votantes indecisos, aquellos por los que cada partido luchó en la noche de este martes por atraer a sus filas.

Pero el debate electoral no se fraguó únicamente en el plató, también detrás de él. Estas son algunas de las anécdotas más significativas:

Rivera, Casado, Jusapol y los funcionarios de prisiones

-- Los candidatos llegaron exactamente a la hora que tenían previsto. Máxima puntualidad entre los dirigentes. Pero fue Jusapol, el sindicato de la Guardia Civil y del Cuerpo Nacional de Policía, el primer protagonista de la noche al manifestarse frente a la sede de Atresmedia minutos antes de la llegada del primer candidato a la presidencia del Gobierno: Albert Rivera.  

Al llegar el líder de Ciudadanos, uno de ellos se acercó al grito de “¡mira Albert!”, señalando la camiseta que llevaba de ‘SOS prisiones’ y añadió: “¡Te quiero como presidente!”.

Rivera no se acercó a él en ningún momento. De hecho, ni siquiera se giró para mandarle un saludo desde lejos. Algo que sí hizo Pablo Casado a su llegada. Cabe destacar que el presidente de Ciudadanos entró sin hacer declaraciones al periodista de laSexta que había en la puerta del edificio.

El líder del PP, por su parte, llegó acompañado de su mujer, Isabel Torres. Muy sonriente salió del vehículo, saludó rápidamente al presidente del Grupo Planeta, José Creuheras, y al consejero delegado de Atresmedia, Silvio González, y se dirigió directamente hacia los funcionarios de prisiones, quienes recibieron a Casado entre abrazos y al grito de “¡Casado Presidente!”. Segundos más tarde, al ver que el candidato popular no volvía, Crehueras le gritó: “¡Pablo, vamos!”

Los funcionarios continuaron gritando sus proclamas. Fue entonces Teodoro García Egea, secretario general del  PP, quien acudió a atenderles en ausencia de Casado.

A la llegada de Pedro Sánchez, los gritos de “Pablo, presidente” se mantuvieron. Sánchez entró por delante de Creuheras y Silvio González y, tal y como hizo Rivera, no quiso hacer declaraciones ante los micrófonos de laSexta.

 

Un libro de regalo para cada candidato

-- El debate se celebró en una fecha destacada, 23 de abril, Día del Libro y de Sant Jordi en Cataluña. Por ello, José Crehueras tuvo el detalle de regalarle un libro a cada uno de los candidatos a la Presidencia del Gobierno.

El ejemplar era el último Premio Planeta: “Yo, Julia”, del escritor valenciano Santiago Posteguillo. “Qué interesante” respondió al recibirlo Pablo Iglesias; “Como no podía ser de otra manera por Sant Jordi” dijo Rivera; “¡Anda!” espetó con sorpresa el candidato socialista.

-- Pablo Casado entró buscando a su mujer y a punto estuvo de saltarse el protocolo de entrada, hasta que se lo advirtieron. Cuando el presidente de Planeta quiso hacerle entrega del libro, el dirigente popular seguía distraído intentando localizar a su esposa, con la que se encontró al otro lado del pasillo y abrazó hasta que Creuheras le interpeló para darle el ejemplar. Lo miró unos segundos y se lo dejó a su jefa de prensa, María Pelayo.

El plató de ‘La Voz’ para ‘El Debate Decisivo’

-- El plató en el que tuvo lugar el debate es donde se graba el concurso musical ‘La Voz’ y ‘El Objetivo’ de Ana Pastor, según confirmaron fuentes de Atresmedia a Confidencial Digital.

-- El mismo set, de una gran amplitud, se dividió en seis partes. Una central donde se desarrolló el cara a cara; cuatro salas idénticas a modo de boxes para cada uno de los candidatos, donde además se encontraban sus equipos que siguieron desde allí el debate; y una Sala VIP, reservada para anunciantes, directivos de empresas y socios patrocinadores.

-- A diferencia del último debate a cuatro de 2015 -también organizado por Atresmedia-, no hubo público. La decisión no fue tomada por ningún motivo en particular ni por exigencias de los partidos, tal y como pudo saber ECD.

-- Sin embargo, sí acudieron un pequeño grupo de jóvenes que votarán por primera vez en estas elecciones. Se les ubicó en una sala aparte para que lo pudieran seguir al detalle. Sus conclusiones serán debatidas en directo este miércoles en el programa matinal de Susanna Griso, Espejo Público, en Antena 3.

Lo que no se vio en las pausas publicitarias

-- Los telespectadores no pudieron ver qué sucedía cuándo las cámaras de Atresmedia pausaban la grabación para introducir los bloques publicitarios. Confidencial Digital fue testigo de algunas de las escenas que protagonizaron candidatos y asesores.

-- Pedro Sánchez recibía las instrucciones de su jefe de gabinete, Iván Redondo. Se mostraba enérgico y evidenciaba con gestos su satisfacción por la actuación del líder socialista.

-- Teodoro García Egea, por su parte, alentaba a Pablo Casado. Le hizo señas para que tomara una postura más tajante, más ofensiva. El líder del PP asentía mientras su número dos continuaba dándole instrucciones.

-- Albert Rivera también debatía con su responsable de prensa, Daniel Bardavío. Ambos escenificaron una satisfacción evidente con el transcurso del debate. Intercambiaron algunas sonrisas y palmadas en la espalda, no había que cambiar la estrategia que tan bien les estaba funcionando hasta el momento.

-- Por otro lado, Pablo Iglesias escuchaba a su Secretaria de Participación, Noelia Vera, pero con la mirada fija en los papeles de su atril. Tomaba notas de sus consejos y se preparó en la última pausa publicitaria para el ‘minuto de oro’.

De hecho, se encargó de preguntar cuál era su cámara para tenerla bien identificada y no perder unos segundos valiosos que valían un cierre a la altura de un debate intenso.

-- El líder de Podemos se presentó en el debate con un jersey negro, de la marca 198, después de acudir el día anterior en mangas de camisa a la cita de RTVE, donde aseguró haber pasado frío.

-- Pablo Iglesias mantuvo una conversación amigable con Pablo Casado y su esposa en el plató al final del debate. Posiblemente, sobre sus hijos. Al líder del Podemos no le acompañó su pareja, Irene Montero.

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