Pablo Casado se ha propuesto acabar con los clanes en el PP de Andalucía
Las ejecutivas locales van por libre y llegan a acuerdos con el PSOE sin consultar a Madrid. Planteará los cambios después de las elecciones
Las elecciones a la Junta de Andalucía serán, tanto si Susana Díaz disuelve anticipadamente el Parlamento como si no, los primeros comicios a los que tendrá que hacer frente el PP tras la marcha de Mariano Rajoy y la elección de Pablo Casado en el congreso extraordinario de julio. El nuevo presidente es consciente de la importancia de esa cita, y también de los cambios que hay que hacer en la federación andaluza.
No obstante, aseguran al Confidencial Digital altos cargos del Partido Popular, Casado no aplicará ningún tipo de movimiento antes de esos comicios, para quiere evitar cualquier tipo de desestabilización interna antes de una convocatoria electoral que se prevé inminente.
A pesar de que las encuestas que se manejan en Génova sobre Andalucía son menos catastrofistas que las publicadas en los medios, el presidente del PP tiene claro que “hay mucho margen de mejora”. Y, por tanto, “muchas cosas que cambiar” a corto plazo, en una región considerada “clave” para la nueva ejecutiva nacional.
Habrá congreso después de las urnas
La nueva etapa en el PP andaluz comenzará una vez celebradas las autonómicas y también las municipales de mayo. Será entonces cuando el partido active la maquinaria orgánica para celebrar los congresos en los que se decidirán quiénes pilotarán un proyecto renovado para el partido en la región.
Las fuentes consultadas explican que el congreso autonómico podría celebrarse tras las elecciones a la Junta, pero recuerdan que en el resto de España las autonómicas coincidirán con las municipales, y es recomendable que los cambios en las ejecutivas del partido en todo el país se produzcan en las mismas fechas. Por tanto, “todo empezará a moverse a finales de la primavera”.
De esta forma, además, Pablo Casado, tendrá tiempo para analizar, con sus colaboradores más próximos, los resultados de las elecciones y ver en qué hay que mejorar de cara al futuro.
Prioridad: “acabar con los reinos de taifas”
Lo que tiene claro el presidente nacional es que, en la nueva etapa en el PP andaluz que se abra dentro de unos meses, el partido en la región debe de mostrar una cohesión que no ha demostrado en las últimas dos décadas.
Colaboradores muy próximos a Casado le han transmitido que, desde hace muchos años, cada ejecutiva provincial “va por libre”, actuando sin dar explicaciones a la ejecutiva regional y tampoco a Madrid. Incluso, añaden, “llegan a acuerdos con el PSOE, o con la propia Junta, de forma unilateral”.
Una actitud que, para los dirigentes del PP cercanos a Cospedal, recuerda mucho a la que tenían los líderes provinciales del partido en Castilla-La Mancha cuando la ex secretaria general llegó a la presidencia regional del partido: “Era una región donde siempre había gobernado el PSOE. El objetivo era sobrevivir dentro del partido y, si se podía, lograr algo pactando para ello con Bono”.
Se acabó la división entre Sevilla y Málaga
En Andalucía, afirman desde Génova, pasa lo mismo desde hace más de veinte años: “Cada ejecutiva provincial y local es un reino de taifas. No hay un plan común y así no avanzamos”. Por ese motivo, la prioridad de Casado es acabar con esa falta de coordinación existente en el PP regional.
Para ello, concluyen las fuentes consultadas, se renovarán las ejecutivas, tanto la regional como las locales y provinciales. Y, a los nuevos dirigentes, se les trasladará la siguiente consigna: “Se acabaron las divisiones entre Sevilla y Málaga y sus provincias cercanas. Todos tenemos que remar en la misma dirección”.
