Pablo Casado admite que se ha equivocado al esconder a Díaz Ayuso en Castilla y León

Ha reconocido a miembros de la Ejecutiva del PP que la presidenta es “un gran activo electoral para el partido” y que ella habría conseguido frenar a Vox

Acto público del PP con motivo de las elecciones autonómicas de Castilla y León, con la presencia de Pablo Casado, presidente del PP y Alfonso Fernández Mañueco, candidato a la presidencia de la Junta de Castilla y León. Foto: Carlos Mateo
Acto público del PP con motivo de las elecciones autonómicas de Castilla y León, con la presencia de Pablo Casado, presidente del PP y Alfonso Fernández Mañueco, candidato a la presidencia de la Junta de Castilla y León. Foto: Carlos Mateo

El PP salía a por la mayoría absoluta en Castilla y León pero, si no lo lograba, estaba convencido de que Vox no tendría más remedio que darle sus votos para que Alfonso Fernández Mañueco revalidase el cargo. Pero el ascenso en las encuestas del partido de Santiago Abascal ha llevado a Génova a admitir que se ha equivocado en la estrategia.

Pablo Casado ha convertido las elecciones de Castilla y León en un salto más hacia las elecciones generales, porque una victoria de Mañueco, no sólo supondría amarrar cuatro años más la Junta, sino que confirmaría un cambio de ciclo político en España.

La hoja de ruta del PP es que Casado llegue a 2023 con tres grandes victorias sobre Pedro Sánchez a sus espaldas. La primera se dio en mayo del año pasado, cuando Isabel Díaz Ayuso consiguió una abrumadora victoria sobre el PSOE y el resto de la izquierda en las elecciones de la Comunidad de Madrid, y consiguió la presidencia.

La segunda quiere que sea este fin de semana en Castilla y León, otro de sus feudos históricos, donde lleva gobernando más de treinta años. Y la tercera se busca en Andalucía, donde Juanma Moreno también cuenta con grandes expectativas de lograr el hito de renovar su cargo de presidente en donde, hasta su llegada, era bastión indiscutible del socialismo.

Alarma por el ascenso de Vox

Sin embargo, en las filas del PP ha crecido estos últimos días la preocupación por el ascenso de Vox que recogen la mayoría de las encuestas. Por eso están movilizando a todo el partido en esta recta final para atraer a votantes indecisos -superior al 20%- y mitigar la abstención.

“El partido está completamente abierto”, aseguran con preocupación a Confidencial Digital altos cargos de Génova.

Fuentes de la dirección del partido subrayan que la participación es “clave” en las elecciones y urgen a volcarse al máximo para poder llegar a los 35 procuradores. Un resultado que, según argumentan, sí permitiría un gobierno en solitario de Alfonso Fernández Mañueco.

Ha sido un “error” esconder a Ayuso

Cunden los nervios, y con los de Abascal disparados en los sondeos, Pablo Casado ha admitido en privado que ha sido un “error” no hacer uso del “gran activo electoral que supone Isabel Díaz Ayuso en la derecha”. No se hizo inicialmente para no darle alas en su conflicto contra él, según reconoce un dirigente muy próximo al líder nacional.

En Génova ya preparan el mensaje para la noche electoral y subrayan que, aunque Mañueco se quede en menos de 35 escaños, hay “cambio de ciclo” porque en las últimas autonómicas “ganó el PSOE y ahora el PP volvería a recuperar la primera posición”, destacan.

 

No eclipsar al candidato Mañueco

Fuentes internas del PP reconocen a ECD que el conflicto de Casado con Ayuso sigue siendo el principal factor de desestabilización del partido, pese a la tregua escenificada antes de Navidad entre la presidenta madrileña y el secretario general del partido, Teodoro García Egea, que a veces explota en los momentos menos inesperados.

“Génova no quería ahora, en campaña, asumir más riesgos con Isabel. Y de ahí que llegara a pedir reducir su presencia en la campaña. Casado, aunque no lo reconozca abiertamente, se negaba también a que pudiera no solo hacer sombra a Mañueco, sino a él mismo. Ahora se arrepiente…, viendo el desplome en los sondeos”, reconocen en varios sectores del PP.

Solo un día haciendo campaña

El equipo de Teodoro García Egea solo había previsto la participación de la presidenta madrileña un solo día de campaña, a pesar de que todas las estructuras provinciales del partido habían reclamado su presencia. “Si Ayuso fuera a todas las provincias, eclipsaría a Mañueco”, explicaba entonces el equipo de Casado.

Sin embargo, el candidato del PP sí ha querido rodearse esta semana de la presidenta de la Comunidad de Madrid, a la vista de que la mayoría absoluta se aleja. Y ha sido Ayuso la que por primera vez en toda la campaña ha hablado de un posible pacto con Vox, partido llave de cara a las elecciones del próximo domingo, según coinciden las encuestas.

Mientras tanto, tal y cómo se contó en ECD hace unas semanas, el alcalde de Madrid y portavoz nacional del PP, José Luis Martínez-Almeida, era requerido para participar durante la campaña en todas las provincias, en las nueve circunscripciones… aunque no ha podido atender todas las solicitudes para participar en actos.

Pese a aplicar la ‘táctica Ayuso’

A pesar de haber decidido restar visibilidad a Ayuso, la dirección del PP había apostado por abandonar la táctica de confrontación con Vox durante las dos semanas de campaña, precisamente para no focalizar en esta formación el proceso, que es lo que aplicó con éxito la presidenta madrileña el 4-M.

La estrategia ha consistido en ignorar a Vox, y dar por hecho que, si fueran necesarios sus escaños para lograr la mayoría, no tendrá más remedio que apoyar a Mañueco y ‘hacerle’ presidente.

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