Pedro Sánchez escondió a sus ministros el Plan de Recuperación que envía a Bruselas

El Consejo de Ministros de este martes fue uno de los importantes para el futuro de España. Se aprobó definitivamente el Plan de Recuperación tras la pandemia que el Gobierno debe enviar a Bruselas. Pero la mayoría de los miembros del Ejecutivo se quejan de que llegaron “a ciegas” a la reunión convocada por Pedro Sánchez.

Según explican a Confidencial Digital fuentes conocedoras del encuentro, Sánchez presentó a los ministros el “Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia”, el nombre decidido por Moncloa para el programa de reformas que el presidente ha presentado varias veces en las últimas semanas, que deberá remitir como tarde el viernes a la Comisión Europea.

Un documento, aseguran, al que no tuvieron acceso hasta el comienzo del Consejo, lo que les obligó a trabajar el texto sobre la marcha, durante el desarrollo de la reunión, lo que alargó las discusiones de algunas de las medidas más espinosas que incluía, relacionadas sobre todo con las reformas fiscal, laboral y de pensiones.

Quejas de los ministros a Sánchez

Según las fuentes del Gobierno consultadas por ECD, los ministros se quejaron al equipo del jefe del Ejecutivo de que “no habían tenido tiempo para estudiarse el documento”. Habitualmente, aseguran, sus gabinetes reciben los textos varias horas antes para facilitar después las deliberaciones en la reunión del Consejo.

Algunos miembros del Ejecutivo se quejan también en privado de que el plan debía haberlo coordinado la comisión interministerial que se creó con ese objetivo. Sin embargo, en varios ministerios admiten a ECD que ese grupo de trabajo se ha reunido en contadas ocasiones.

“Todo lo han cocinado en Moncloa en los últimos días”, se queja uno de los responsables del área económica del Gobierno.

“Hartos” de que se les oculte información

Así las cosas, algunos ministros han comenzado a admitir en su entorno que están “hartos” de que el presidente les esconda información. “Porque luego tenemos que dar la cara todos, sin apenas datos”, se queja uno de los ministros socialistas.

“Pedro Sánchez tiene tendencia a tomar decisiones por libre, sin contar casi con nadie. Siempre le ha costado consultar y preguntar, salvo a su reducido círculo de asesores de confianza en La Moncloa”, añade.

Por eso, por ejemplo, apenas ha hablado también con su partido, el PSOE, sobre este plan de recuperación y las decisiones que iba a ir adoptando desde el Gobierno en los asuntos más delicados. “Les ha mantenido totalmente a ciegas, al igual que a los ministros. Ni les ha informado, ni les ha preguntado”, reconocen fuentes de Ferraz.

Ya ocurrió con el plan de desescalada

Fuentes del Gobierno recuerdan a ECD que los ministros ya vivieron una situación similar hace aproximadamente un año.

A finales de abril de 2020, Pedro Sánchez presentó en la reunión del gabinete el “Plan para la Transición hacia una nueva normalidad”, el nombre decidido por Moncloa para el programa de desescalada que el presidente iba a anunciar horas después en una comparecencia institucional.

El documento que se trabajó en aquel Consejo de Ministros se dividió en una especie de gran cuadro de actividades -laborales, personales, culturales, deportivas, turísticas, de culto- y explicaba con detalle qué se podría hacer en cada una de esas fases y los cambios que suponía cada salto.

Pero no recogía cuándo llegarían esos cambios de fase. Una concreción que no fue desvelada hasta la comparecencia que Sánchez protagonizó en La Moncloa a media tarde. Se llegó a la deliberación del Gobierno sin un documento consensuado con las comunidades autónomas.

La reunión concluyó pasadas las cuatro de la tarde, tras casi seis horas sin ningún receso. Pese al intenso debate, se decidió dejar el desarrollo de algunas medidas para próximos Consejos de Ministros y aprobar ese martes sólo las cuatro fases del plan de desescalada.

Con todo, Pedro Sánchez tuvo que retrasar su comparecencia más de cuatro horas, tras las dudas surgidas en el Consejo de Ministros sobre el plan de desescalada que se debía aprobar.