Pedro Sánchez ha rechazado una invitación de Ramón Tamames para comer en su casa antes de la moción de censura
El presidente respeta al candidato, pero considera que un encuentro le impediría proclamar durante el debate que detrás de la iniciativa de Vox está el PP
- El presidente rechazó la invitación
- Detrás de la moción de Vox está el PP
- Denunciar “el plan oculto de la derecha”
- Confrontar con una izquierda guerracivilista
Ramón Tamames se ha planteado organizar una comida en su casa con Pedro Sánchez antes de que se celebre la moción de censura. Sin embargo, el presidente ha rechazado el ofrecimiento del candidato que liderará la iniciativa de Vox. Moncloa ha concluido que, reunirse con él, desmonta la estrategia del jefe del Ejecutivo.
Según ha podido saber Confidencial Digital por fuentes próximas a Tamames, el ex dirigente del PCE piensa que ese encuentro entre ambos les permitiría tender puentes y conocerse personalmente, “como personas civilizadas”, antes de la sesión.
Sin embargo, en Moncloa están convencidos de que la iniciativa de Vox va a ser un regalo para Sánchez en un momento bajo de la legislatura, cuando el Gobierno sigue sumido todavía en la crisis por la reforma de la ley del “sólo sí es sí”. Lo consideran un movimiento a favor del presidente. Un gancho a partir del cual recuperar oxígeno frente al “ruido” constante, según se queja el propio Sánchez en privado, que le genera Unidas Podemos.
El presidente rechazó la invitación
Por ello, según confirman fuentes próximas a La Moncloa consultadas por ECD, Sánchez ha rechazado la invitación de Tamames para esa comida en su casa.
Aclaran que el presidente siente “respeto” por quien fue miembro de la Ejecutiva del Partido Comunista y fundador de Izquierda Unida. Y también por el instrumento de la moción de censura, que le merece “consideración institucional”. Sánchez no olvida que llegó al poder en 2018 a través de este mecanismo.
Detrás de la moción de Vox está el PP
Además, la dirección del PSOE considera que, rechazando el encuentro con Tamames, Pedro Sánchez tiene la ocasión de poder fijar, de cara a la opinión pública española, la asimilación entre PP y Vox.
Aseguran que esa es la estrategia central que el líder socialista ha decidido desplegar en el debate parlamentario, como una vía de desgaste para Alberto Núñez Feijóo, insistiendo especialmente en que el líder del Partido Popular sí comió con Ramón Tamames en plenos preparativos de la moción de censura de Vox.
Durante esa comida, Tamames defendió el mecanismo de la moción de censura como algo necesario para “clarificar” los problemas del país “y hablar a la gente en gran amplitud y de forma independiente no sometida a disciplina de ningún partido, ni el proponente”.
Denunciar “el plan oculto de la derecha”
En el equipo de Sánchez aseguran a ECD que ese encuentro Feijóo-Tamames permitirá proclamar al presidente, durante el debate en el Congreso, que “detrás de la moción de censura de Vox está el PP”. Y contrastar el modelo de gobierno socialista, dirigido a una “mayoría social”, frente al “plan oculto de la derecha, de recorte de derechos y de oportunidades, que solo vela por una minoría”.
Una derecha, insistirá Sánchez, que únicamente lucha por la “gente de bien” de la que el propio líder del PSOE ya habló el pasado martes en el pleno del Senado.
Aseguran que el presidente subrayará entonces que lo que pretende “la derecha de PP y Vox”, con esta moción, es relevar a un Gobierno que ha subido un 8,5% las pensiones, que ha situado el salario mínimo en 1.080 euros al mes este año, que ha destinado 3.500 millones de euros a la dependencia y 2.520 millones a las becas para los jóvenes, que ha puesto en marcha el ingreso mínimo vital o que ha reconocido derechos como la eutanasia, reformado la ley del aborto o impulsado una nueva ley de Memoria Democrática.
Confrontar con una izquierda guerracivilista
Desde el entorno de Tamames se asegura a ECD que el candidato sigue creyendo firmemente que la moción es una oportunidad para enviar un mensaje potente a la sociedad española.
Está convencido de que, alguien que militó en el PCE y que sufrió el franquismo, es una figura con la autoridad moral suficiente para confrontar con una izquierda guerracivilista que desprecia la Transición y la Constitución.
Se ve como un representante de aquella generación que protagonizó el cambio y logró la reconciliación de los españoles. Un legado en el que participó el socialismo y también el comunismo en aquel momento, pero que ahora Sánchez y sus socios se han propuesto cargarse.
