Pedro Sánchez impondrá una renovación profunda en la dirección del PSOE, más amplia que la que aplicó en el Gobierno

Quedan menos de dos semanas para que el PSOE celebre su 40º Congreso, y el ambiente está caldeado en las filas socialistas. Pedro Sánchez perfila estos días una renovación de la Ejecutiva Federal incluso más profunda que la que aplicó en la remodelación del Gobierno. A día de hoy, solo Adriana Lastra tiene garantizada la continuidad.

Hay que recordar que los componentes de la actual dirección nacional responden a los apoyos que Sánchez obtuvo en las primarias de 2017 frente al ‘establishment’ socialista, que se había decantado por Susana Díaz.

Cuatro años después, en la cúpula del PSOE dan por hecho que la nueva dirección del partido será mucho menos numerosa y responderá a unos perfiles distintos.

Renovación profunda

Es ese cambio, una nueva generación, situada entre los 40 y 50 años, dará un paso adelante a nivel nacional tras haberse fogueado en la política municipal y autonómica. Justo en la línea de la profunda remodelación que Pedro Sánchez ejecutó en el Gobierno el pasado mes de julio. “O incluso será más amplia”, advierten a Confidencial Digital fuentes con acceso a la cúpula de Ferraz.

Ese es el mensaje que ha trasladado el presidente del Gobierno, y secretario general de los socialistas, a su círculo de máxima confianza en Ferraz, según las mismas fuentes.

Se toman como precedente los cambios que el jefe del Ejecutivo ha ejecutado en siete ministerios, además de la sustitución de Iván Redondo por Óscar López, uno de los hombres fuertes del partido las últimas dos décadas, nombrado nuevo jefe de gabinete del presidente.

El partido del futuro

La intención del presidente, según varios integrantes de la ejecutiva, es que los cambios en la dirección del partido “no sean solo cosméticos”.

Es una idea que se ha ido acrecentando en las últimas semanas, conforme se aproxima el 40º congreso federal, que tendrá lugar del 15 al 17 de octubre, en Valencia.

De allí saldrán el futuro proyecto del partido, así como las líneas maestras que marcarán la estrategia con la que los socialistas afrontarán las elecciones autonómicas y municipales de mayo de 2023. El colofón serán las generales a final de año o primeros de 2024.

Ni Santos Cerdán tiene asegurado el puesto

Según las fuentes consultadas por ECD, el líder socialista prepara una “catarsis” en el partido, de forma que la mayoría de quienes le ayudaron a recuperar la secretaría general hace cuatro años han comenzado a asumir que están de salida.

Sánchez tiene también intención de reducir notablemente el tamaño de la Ejecutiva, que ahora está compuesta por medio centenar de cargos, de los que repetirán, en principio, “muy poquitos”, aseguran.

Explican que el único puesto que está claro es el de Adriana Lastra como vicesecretaria general. Héctor Gómez y Eva Granados también tendrán su asiento asegurado como portavoces en el Congreso y el Senado, respectivamente.

La secretaría de Organización

A partir de ahí, advierten, todavía queda pendiente resolver el reemplazo de José Luis Ábalos, que ha pasado, de ser uno de los pesos pesados del Gobierno y del PSOE, a salir del Ejecutivo, donde llevaba Transportes, y a dejar vacante la importante secretaría de Organización.

El relevo natural sería Santos Cerdán, número dos de Ábalos. Sin embargo, en Ferraz afirman que la entrada en la dirección federal del PSOE del ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, como parte de la recomposición que se realice dentro de diez días, amenaza ahora mismo la posición de Santos Cerdán como número tres, por detrás de Lastra.

Cerrar las heridas de las primarias de 2017

Hay que destacar que Sánchez tiene un poder absoluto en el PSOE, sin contrapesos internos, desde 2017, cuando configuró una Ejecutiva de fieles, junto con la única incorporación de Patxi López y Guillermo Fernández Vara, pero la cicatrización de aquella herida le ha llevado ahora a dar carpetazo e iniciar un nuevo tiempo.

La prueba de la reconciliación del partido, y de la determinación del presidente para recoserlo, ha sido la incorporación de dos ex susanistas al Consejo de Ministros.

La responsable de Educación, Pilar Alegría, fue secretaria de Organización del PSOE de Aragón con Javier Lambán, uno de los barones más críticos con Sánchez. Desde el año pasado era delegada del Gobierno en su comunidad, por lo que su caso es algo menos sorprendente que el de Isabel Rodríguez.

La portavoz del Gobierno y ministra de Política Territorial, ex alcaldesa de Puertollano (Ciudad Real), es muy próxima a Emiliano García-Page. El presidente de Castilla-La Mancha es el que más distancia ha puesto con algunas de las decisiones más polémicas del Gobierno de Sánchez, como la concesión de los indultos a los presos del ‘procès’.

Entrarán los “nuevos valores regionales”

La entrada en la dirección federal del PSOE de los “nuevos valores regionales”, a los que se unen la titular de Transportes, Raquel Sánchez (ex alcaldesa de Gavá, Barcelona), y de Ciencia, Diana Morant (ex alcaldesa de Gandía, Valencia), se da por segura.

Son cuatro mujeres curtidas en la política territorial, jóvenes y con potencial, que encabezarán el objetivo de llevar a cabo un cambio de generaciones en el partido.

A medio plazo, Alegría y Rodríguez han quedado además muy bien situadas para el momento en que se produzca el relevo de poder en Aragón y Castilla La Mancha.

Quiere terminar de coser el partido

La culminación de la nueva etapa que Sánchez abrió con la remodelación de su gabinete será la composición de la dirección del PSOE en la que el líder socialista incorporará perfiles procedentes de distintas familias, con el fin de terminar de “coser el partido” tras la guerra de hace cuatro años.

Una nueva situación, de “partido unido”, muy conveniente para afrontar las próximas elecciones generales de forma que el PSOE vuelva a gobernar.

Fuentes socialistas apuntan que habrá representación de todas las federaciones, pero los nombres no serán propuestos por los barones, como ocurría antaño, cuando los congresos a través de delegados obligaban a pactos.