Pedro Sánchez pidió explicaciones a Margarita Robles por su falta de control sobre el CNI

Calificó de “inaceptable” que Paz Esteban no informara sobre los espionajes y la ministra de Defensa respondió que ella tampoco sabía nada

Margarita Robles.
Margarita Robles.

La figura de la ya ex directora del CNI se encontraba en la picota desde la denuncia de los independentistas de que fueron espiados pero todo se agravó cuando Moncloa anunció que los móviles de Pedro Sánchez y Margarita Robles también habían sido infectados con Pegasus. El presidente no perdona a Paz Esteban que le haya ocultado información.

La comparecencia de la responsable del CNI en el Congreso, en la comisión de secretos oficiales, sirvió el pasado jueves para exponer que se había espiado a 18 dirigentes nacionalistas, entre ellos Pere Aragonès, pero bajo autorización judicial. Había amparo judicial y no eran las más de 60 personas que apuntaba el informe de ‘Citizen Lab’ al que se agarraba el independentismo.

Por tanto, parecían difuminarse los argumentos para cesar de inmediato a Paz Esteban, toda vez que lo que había demostrado era que se había procedido de manera legal y con autorización.

“Inaceptable” que se oculte información

Según ha podido confirmar Confidencial Digital por fuentes próximas al equipo de Pedro Sánchez, el presidente tomó la decisión, horas antes del Consejo de Ministros de este martes, de cerrar de forma rápida la crisis por el espionaje con Pegasus.

Y encontró una base sobre la que asentar la salida de la responsable de los servicios secretos: concluyó que Paz Esteban no ha tenido el control sobre lo que ocurría en el Centro. Y, por encima de todo, no le perdona que le haya ocultado información.

En el Consejo de Ministros de este martes, según fuentes del Ejecutivo, el presidente consideró “inaceptable” haber estado a ciegas sobre los movimientos de los servicios de Inteligencia españoles. Y culpó a Paz Esteban de esa falta de control, que ha dejado también en mal lugar a la ministra de Defensa, Margarita Robles, de quien depende el CNI.

Sánchez ha pedido explicaciones a Robles

El Gobierno ha defendido en todo momento que el espionaje a los independentistas catalanes estaba aprobado por un magistrado del Supremo, lo que ha descartado cualquier tipo de ilegalidad.

Ahora bien, las fuentes consultadas por ECD afirman que Moncloa ha concluido que Esteban no ha tenido el control sobre lo que ocurría en ‘La Casa’ en los últimos tres años.

Aseguran que tampoco nadie en el Ejecutivo, ni la ministra de Defensa, Margarita Robles, conocía lo que ocurría en referencia al espionaje a los políticos catalanes y a los propios miembros del Gobierno, según las respuestas que la propia Robles ofreció en Moncloa, tras ser requerida por Pedro Sánchez.

 

Una persona de la máxima confianza

Según estas mismas fuentes, el nombramiento de Esperanza Casteleiro como directora general del CNI, con categoría de secretaria de Estado, encierra un doble propósito.

Por una parte, Margarita Robles, que defendió hasta el último momento a la ya hasta ahora responsable de los servicios secretos españoles, y cuya cabeza política reclaman también los independentistas, parece en condiciones de recuperar el control.

A cambio de aceptar el relevo de Paz Esteba, “el CNI es ahora más de la ministra de Defensa que nunca”. No solo el centro sigue encuadrado en su departamento, sino que ha colocado al frente a una persona de su máxima confianza, que la mantendrá así permanentemente informada de las actividades de los espías para evitar escándalos como el de Pegasus.

Ni Pedro Sánchez estaba informado

Hay que recordar que algunos de los dirigentes independentistas proclamaron su intención de reincidir en el delito por el que se les había condenado por el 1-O. Esto motivó, según admiten ahora fuentes del Ejecutivo, que el CNI quisiera controlar los movimientos de estos líderes.

El reproche del equipo de Sánchez a la directora del CNI es que Presidencia del Gobierno no ha estado informada de las actividades de los agentes. Incluso ponen en duda que la propia directora de ‘La Casa’ estuviera al tanto.

Desde Presidencia deslizan que hasta ahora “han estado a ciegas” con las operaciones llevadas a cabo por el CNI en relación a los espionajes al propio Gobierno y al independentismo. Una circunstancia que ha provocado un gran malestar en el equipo de la máxima confianza del jefe del Ejecutivo.

No haber evitado el espionaje a Sánchez

Fuentes con acceso a La Moncloa admiten también a ECD que la cabeza de la jefa de la Casa, con rango de secretaría de Estado, no se ha entregado por haber realizado escuchas (aunque su cese pueda satisfacer o no la exigencia de responsabilidades políticas de ERC), sino por no haberlas evitado.

Es decir, no por el caso denunciado por ‘Citizen Lab’, sino por el de la intrusión con Pegasus en los móviles del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y de la ministra de Defensa, Margarita Robles.

El reconocimiento de que el móvil de Sánchez fue atacado el 19 y el 31 mayo de 2021 con el programa israelí, y el de Robles y Marlaska en junio del año pasado, revela una brecha de seguridad de proporciones colosales. Sobre todo, porque pasó casi un año sin que nadie se percatara de lo ocurrido.

Cortafuegos para Margarita Robles

En el Ejecutivo explican también que la operación que ha acabado por descabalgar a la directora del CNI persigue “servir de cortafuegos para salvar de la quema a Margarita Robles”.

Destacan que la ministra de Defensa compareció este martes, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, para anunciar personalmente la decisión del cese de Paz Esteban, cuando podía no haberlo hecho y así no avalar la destitución.

Sin embargo, el CNI depende del departamento de Robles, y por tanto su intervención fue en sí misma un mensaje político claro para los que pedían también su cabeza: cae la directora del Centro, pero la ministra de Defensa sigue, y además con todo el apoyo del presidente del Gobierno.

La comparecencia de Margarita Robles tuvo un fuerte carácter emocional y de reivindicación de su puesto, enfatizando en todo momento que la nueva directora del CNI, Esperanza Casteleiro, es su hasta ahora número dos y por tanto persona de su máxima confianza.

Asumidas responsabilidades políticas

Desde Moncloa confían en que el cese de la directora del CNI sea suficiente para cerrar el ‘caso Pegasus’. Recuerdan que no es un cargo que venga de la mano de quienes componen los servicios de Inteligencia, sino que es un cargo político, a propuesta de la ministra de Defensa y del presidente del Gobierno.

“Con este cese, se cumpliría con la exigencia de que se asuman responsabilidades políticas en la estructura del Gobierno”, defienden fuentes de Presidencia.

Los últimos directores del CNI han llegado al cargo de la mano de los máximos dirigentes políticos. Y todos han presumido precisamente de tener controlados los movimientos que protagonizaban los espías.

Una falta de control que se ha echado en cara a Paz Esteban en Moncloa, y que ha acabado siendo el argumento clave para su cese.

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