Pedro Sánchez proclama que “no se va a romper España” con la ovación de sus ministros

El discurso del candidato se vio interrumpido en varias ocasiones por gritos de “vergüenza” desde la bancada de la oposición. No le acompañó su mujer en la tribuna, ni tampoco ningún baron del PSOE: solo Susana Díaz

Pedro Sánchez, en el Congreso de los Diputados.
Pedro Sánchez, en el Congreso de los Diputados.

El debate de investidura más convulso de los últimos años comenzó pasadas las nueve de la mañana de este sábado tras la sacudida de la Junta Electoral Central de proponer la destitución de Quim Torra y de considerar que Oriol Junqueras no puede recoger su acta de eurodiputado.

El candidato a la presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez, arrancó su intervención con una referencia a Cataluña: “No se va a romper España, no se va a romper la Constitución. Aquí lo que se va a romper es el bloqueo al Gobierno progresista democráticamente elegido por los españoles”. 

Sánchez planteó además “retomar la senda de la política dejando atrás la judicialización del conflicto”, asumiendo así el lenguaje de Esquerra. Habló también de agravios de la justicia.

Giro económico a la izquierda

Escenificó también un giro económico a la izquierda: derogación de la reforma laboral de Mariano Rajoy, subida del IRPF a quienes ganen más de 130.000 euros, tasa Tobin para la banca, impuestos a las tecnológicas y una tasa verde. Llegó a afirmar que “que el dinero está mejor fuera de las manos de los ricos”.

Insistió en que uno de los principales objetivos de su Gobierno será la reducción de la desigualdad salarial y que pretende fijar el salario mínimo en el 60% del salario medio español.

El presidente en funciones se comprometió a “frenar subidas abusivas de alquiler poniendo techo al precio y reforzar a las entidades locales para que puedan actuar en este ámbito”.

ERC no aplaude la mesa de diálogo

Un momento significativo fue cuando Pedro Sánchez aludió a la formación de una mesa de diálogo entre el Gobierno de España y el Govern de la Generalitat de Cataluña, tal y como recoge el acuerdo alcanzado entre el PSOE y ERC.

Los socialistas y Podemos celebraron ese anuncio con aplausos, pero no así el partido con el que el PSOE  ha pactado esa mesa. Salvo un par de diputados, como el portavoz Gabriel Rufián y Joan Josep Nuet (ex de los Comuns), los representantes de Esquerra permanecieron impasibles y serios.

Además, Sánchez prometió trabajar para “poner fin a la confrontación territorial” a través de esa mesa de diálogo entre el Ejecutivo central y el de la Generalitat, en la que se abordará “el conflicto político en Cataluña”.

 

Constantes interrupciones de la oposición

El discurso del candidato se vio interrumpido en algunas ocasiones por algunos gritos desde las bancadas de la oposición. Diputados del PP como Juan José Matarí se mostraron muy combativos y levantaron la voz varias veces contra el discurso de Sánchez.

“Impulsaremos una estrategia nacional de lucha contra la desinformación”, declaró Pedro Sánchez refiriéndose al paquete de medidas que su Gobierno pretende integrar contra las “fake news”, lo que provocó de nuevo carcajadas en la bancada popular, encabezada por un escéptico Pablo Casado. La promesa de Sánchez de una TVE “plural e independiente” también arrancó risas entre los diputados del PP.

Pedro Sánchez no se olvidó de la exhumación de Franco del Valle de los Caídos: “Este hecho histórico fortaleció a la democracia española y aunque hubo personas que se sintieron molestas no se dirigió contra nadie y ese camino de reparación diferencia democracias de dictaduras”.

“Vamos a declarar el día 31 de octubre como Día del recuerdo a las Víctimas de la Guerra Civil y el 8 de mayo como el Día del Reconocimiento a las Víctimas del Exilio, impulsaremos retiraremos simbología franquista de lugares públicos”.

Ausencia de su mujer y de los barones

En la tribuna de invitados no se dejó ver, a diferencia de otras sesiones de investidura, Begoña Gómez, la esposa del presidente en funciones. Tampoco acudieron dirigentes territoriales del PSOE, salvo precisamente quien fue la gran rival de Sánchez: la andaluza Susana Díaz.

La principal autoridad que asistió fue Pilar Llop, la presidenta del Senado. También acudieron sus predecesores Manuel Cruz y Pío García-Escudero, el líder de CCOO Unai Sordo, el padre Ángel, y colaboradores de Pedro Sánchez en La Moncloa como Iván Redondo, director del Gabinete de Presidencia, y Félix Bolaños, secretario general de Presidencia.

El candidato socialista puede ser investido el martes por mayoría simple -este domingo habrá una primera votación que no saldrá adelante porque necesita mayoría absoluta- con 167 votos a favor, 164 en contra y 19 abstenciones, si ninguna formación cambia el sentido de su voto en las próximas horas. 

Tras el discurso de Pedro Sánchez, Gabriel Rufían ha dejado en el aire la abstención de ERC a la investidura, aunque ha insistido en que su sentido de voto lo decidirá la Ejecutiva que se está celebrando en Cataluña este sábado, evitando encarar la pregunta de los periodistas.

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