Ciudadanos pretende arrebatar al PP el apoyo de empresarios y autónomos con el ‘sí’ a la reforma laboral

El único partido que hasta ahora se ha ofrecido al Gobierno para facilitar la aprobación de la reforma laboral en el Congreso ha sido Ciudadanos. Un movimiento en busca de un acercamiento a los empresarios, aprovechando el momento de distanciamiento entre la CEOE y el PP por la negativa de Pablo Casado a apoyar el decreto.

Sin embargo, La Moncloa ha descartado esta opción en público, que rechazan de plano los ministros de Unidas Podemos y lo ha confiado todo a la negociación que la vicepresidenta Yolanda Díaz ha abierto con los partidos nacionalistas.

Pese a que el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, escenificó el lunes a primera hora una reconciliación mediática con el líder de la oposición, a cuenta de sus divergencias evidentes sobre el pacto de su organización con el Gobierno sobre la reforma laboral, la relación entre ambos no pasa por su mejor momento.

Una circunstancia que pretende ser aprovechada por Inés Arrimadas para ganarse de nuevo el apoyo de empresarios y autónomos, a costa de arrebatárselo al PP, según admiten a Confidencial Digital fuentes próximas a la dirección de Ciudadanos.

En la patronal aseguran que Cs ha insistido en sus conversaciones discretas con la CEOE, ATA y organizaciones patronales autonómicas como Foment del Treball su plena disposición a sumarse a ese proyecto si el Ejecutivo no cede a las exigencias de los aliados nacionalistas.

La CEOE ve “útil” a Ciudadanos

En la CEOE no pasan por alto que el partido liderado por Arrimadas se encuentra en una situación complicada. La continua reducción de peso electoral de Ciudadanos pondrá a la formación naranja en el año 2022 en un momento clave para su supervivencia. Las elecciones en Castilla y León amenazan con marcar un punto de inflexión tras la abrupta ruptura, otra más, con sus socios del PP.

En este contexto, los empresarios valoran que “Cs pretende marcar un perfil propio y alejado de los populares en un asunto sustancial como es la reforma laboral. Y con ello volver a presentarse ante los españoles como un partido útil”, explican los interlocutores de la CEOE que han conversado en los últimos días con dirigentes del partido naranja.

Arrimadas puede jugar un papel clave

Hay que tener en cuenta que la fecha límite para sacar la reforma laboral son los primeros días de febrero y el Gobierno aún no tiene los votos necesarios. El decreto necesita más votos afirmativos que negativos para prosperar, y por ahora solo suma los 154 de que disponen PSOE y Unidas Podemos. Con los nueve de Cs llegarían a 163.

Otros partidos como Coalición Canaria, Nueva Canarias, los catalanes del PDeCAT, el Partido Regionalista de Cantabria, Teruel Existe, Más País, Compromís y hasta Unión del Pueblo Navarro han anticipado su predisposición positiva a avalar un pacto fraguado antes con los agentes sociales.

Esas formaciones podrían llegar a agregar hasta 13 parlamentarios más y alcanzar alrededor de 176 escaños. La clave estaría, en ese caso, en que alguna de las formaciones que normalmente votan con el Ejecutivo (sobre todo el PNV) se abstuviese.

La ambigüedad de Rivera con el Ibex

Hay que recordar que la negativa de Albert Rivera a facilitar la investidura de Pedro Sánchez en 2019 llevó a los grandes empresarios a romper con Ciudadanos, al no hacer -a su juicio- todo lo posible para impedir la entrada de Unidas Podemos en el Gobierno.

Rivera se mantuvo siempre a una prudente distancia de la clase empresarial. Al menos, en público. Consideraba que visualizar un aparente respaldo de las grandes empresas del Ibex a Ciudadanos podía “contaminarle”, porque se le podría vincular rápidamente con el poder económico y financiero.

No obstante, en la gran empresa siempre se vio con buenos ojos la andadura de un partido que surgió para plantar cara al independentismo en Cataluña y como alternativa al bipartidismo a nivel nacional.