Sanidad evita bajar más el precio de las mascarillas para salvar de la quiebra a los pequeños fabricantes

La Comisión de Medicamentos advirtió de que para algunas compañías el coste de producción es de 0,30 euros, pero para otras es más alto y se pondría en riesgo su viabilidad

Las fábricas de mascarillas trabajan en España a máxima potencia para sobreponerse a las carencias mostradas por la industria sanitaria nacional durante la pandemia y en plena escalada de la segunda ola. El Gobierno ha evitado bajar más el precio para proteger a los pequeños fabricantes de la industria nacional.

El Ejecutivo, a través de la Comisión Interministerial de Precios de los Medicamentos (CIPM), órgano colegiado de Sanidad del que forman parte varios ministerios y las comunidades autónomas, ha acordado bajar un 25% el importe máximo de venta al público de las mascarillas quirúrgicas, que ahora no costarán más de 0,72 euros.

El departamento que dirige Salvador Illa ya tomó esta decisión por primera vez durante la primera ola de la pandemia, cuando el acceso al material sanitario era muy limitado en todo el mundo por la alta demanda internacional. Entonces se fijó en un valor máximo de 96 céntimos de euro.

Salvar a los pequeños fabricantes

La Comisión ha fijado el precio después de revisar los precios de mercado actuales de las mascarillas quirúrgicas en España, tanto en grandes superficies, como en oficinas de farmacia y venta ‘on line’, con objeto de “garantizar la libre competencia por debajo del precio máximo fijado”.

Según ha podido saber Confidencial Digital por fuentes próximas a Sanidad, la Comisión Interministerial de Precios de los Medicamentos ha puesto esta cifra encima de la mesa del ministro de Sanidad, Salvador Illa, tras analizar que existen una treintena de empresas españolas que están produciendo pero lo hacen de manera asimétrica.

Se ha constatado que para algunas el coste puede ser de 0,30 euros la unidad, pero para otras es mucho más alto y es necesario valorar que no se las ponga en riesgo. Pese a que la producción nacional vende una mascarilla en un mínimo de 0,25 euros, el mercado asiático lo sitúa a 0,08 euros.

El tejido empresarial e industrial español está respondiendo a la crisis sanitaria causada por el nuevo coronavirus. Lo está haciendo, en medio de las enormes dificultades económicas, orientando o reorientando su producción para contribuir decididamente a mitigar los efectos de la enfermedad.

Las empresas se han reinventado

España casi había dejado de fabricar mascarillas, aunque varias compañías se han lanzado en los últimos meses a esta producción a pesar de que la materia prima y el precio de venta lo fija un mercado global muy presionado.

A pesar de los costes de producción, otras empresas se han reinventado para incorporarse a la manufacturación nacional de productos sanitarios.

 

La crisis del coronavirus llegó a España en marzo y, en ese momento la manufactura diaria apenas llegaba a 100.000 mascarillas para un país de 47 millones de habitantes.

Siete meses después, solo ocho empresas suman una producción de algo más de los dos millones diarios, entre quirúrgicas y filtrantes (FFP2 y FFP3), con lo que el sector ocupa ya un lugar destacado en un mercado dependiente hasta ahora de China y se convierte en una pieza clave para suministrar un material básico que faltó en los primeros momentos de la epidemia.

De las ocho empresas en España que fabrican casi 65 millones de mascarillas (quirúrgicas y filtrantes) al mes, solo tres existían antes de la crisis. A pesar del lanzamiento de la industria, la producción nacional no alcanza a cubrir la demanda que pueda derivarse de un nuevo colapso sanitario.

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