Profunda crisis de Gobierno. Sánchez zanja la guerra Calvo-Redondo-Ábalos; Calviño y Bolaños toman el mando

Podemos sale indemne de la remodelación; entran tres alcaldesas socialistas y la presidenta del Senado; Margarita Robles y Fernando Grande-Marlaska se mantienen en Defensa e Interior

Moncloa se distancia de la campaña del PSOE: busca que un derrumbe en las autonómicas no castigue a Pedro Sánchez.
Iván Redondo y Pedro Sánchez

Pedro Sánchez acomete la remodelación del Gobierno más profunda de sus tres años como presidente y prescinde de dos de sus colaboradores más cercanos: tanto la vicepresidenta primera y ministra de la Presidencia, Carmen Calvo, como el director del Gabinete de la Presidencia del Gobierno, Iván Redondo, cesan en sus cargos.

Los cambios que se habían ido produciendo hasta ahora en el Consejo de Ministros no habían afectado al núcleo duro de Pedro Sánchez en La Moncloa.

La crisis de Gobierno anunciada este sábado tiene un alcance muy amplio por el número de ministros afectados, pero además es relevante porque supone que abandonan el círculo más cercano a Sánchez al menos dos personas que han estado a su lado desde la campaña para recuperar la secretaría general del PSOE en 2017: Carmen Calvo y José Luis Ábalos. A ellos se suma el principal asesor de Sánchez en Presidencia, Iván Redondo.

Pedro Sánchez ha presentado su nuevo Consejo de Ministros como “el Gobierno de la recuperación” tras la crisis del coronavirus, un Ejecutivo “feminista” y más joven, con una edad media de 50 años, cinco menos que el actual.

Lo que no será es un Gobierno más reducido: se mantiene el número de ministros, 22, aunque se reduce una vicepresidencia, de cuatro a tres.

Carmen Calvo

Carmen Calvo se encontraba enfrentada a varios miembros del Gobierno y del equipo de Sánchez. Uno de los pulsos lo mantenía con Irene Montero, como representantes cada una de ellas de dos corrientes del feminismo enfrentadas en cuestiones como la ‘Ley Trans’.

En principio, la ministra de Igualdad había ganado el pulso, pero Calvo planeaba retocar la ley en distintos trámites hasta la aprobación final por las Cortes Generales.

Otro enfrentamiento más o menos soterrado lo había tenido Carmen Calvo con el director del Gabinete de la Presidencia del Gobierno, Iván Redondo. El último choque tuvo como origen, precisamente, que Calvo acusaba a Redondo de estar filtrando a los medios que ella iba a dejar el Gobierno.

Calvo, de 64 años, era una de las veteranas del PSOE que Pedro Sánchez mantenía en su círculo más cercano. Fue ministra de Cultura con José Luis Rodríguez Zapatero. Se contagió de coronavirus en marzo de 2020 y llegó a ser ingresada en el hospital, lo que provocó cierta alerta por su estado de salud, y posteriormente por las secuelas que le podría haber dejado el virus.

 

Iván Redondo

A la marcha de la ‘número dos’ del Gobierno se suma la de Iván Redondo, el director del Gabinete de la Presidencia del Gobierno.

Redondo, conocido por su trabajo previo como asesor político (trabajó para dirigentes del PP como Xavier García Albiol y José Antonio Monago), se había labrado una imagen de todopoderoso ‘valido’, de forma que había quien casi le consideraba una especie de “primer ministro” de Pedro Sánchez.

Más allá de las maniobras entre bambalinas de las que se le acusaba periódicamente, Iván Redondo intentó marcar un perfil más institucional en varios aspectos: como alto cargo del que dependía el Departamento de Seguridad Nacional, y como jefe del equipo de preparó el informe ‘España 2050’, un documento que trata de diseñar las líneas principales por las que debería discurrir la economía y la sociedad española en las próximas tres décadas.

Óscar López

Como hombre fuerte de Moncloa, Pedro Sánchez rescata a uno de sus hombres de confianza en su primera etapa como secretario general del PSOE. Óscar López, actual presidente de la empresa pública Paradores, será el director del Gabinete de la Presidencia del Gobierno.

Óscar López fue uno de los dirigentes socialistas que tras la defenestración de Pedro Sánchez en el Comité Federal del 1 de octubre de 2016 se pasaron a otro bando. En su caso, se unió a la candidatura de Patxi López y fue uno de los principales asesores del ex lehendakari en su campaña de las primarias a la Secretaría General del PSOE, donde cayó derrotado ante Pedro Sánchez, como Susana Díaz.

Cuando Sánchez llegó al Gobierno de España, colocó a Óscar López en un puesto bien remunerado, la presidencia de Paradores. Ahora perderá dinero: en Paradores cobra unos 180.000 euros al año, y como director de Gabinete pasará a percibir unos 120.000.

Nadia Calviño

El puesto de ‘número dos’ del Gobierno que deja Carmen Calvo lo asume Nadia Calviño. La ministra de Asuntos Económicos ha ido ganando posiciones. Fue nombrada vicepresidenta tercera en enero de 2020.

Con la salida de Pablo Iglesias, Sánchez la colocó como vicepresidenta segunda, por delante de Yolanda Díaz, y ahora pasa a ser vicepresidenta primera, manteniendo sus competencias en Asuntos Económicos.

Calviño se va consolidada aún más como principal responsable de la política económica del Gobierno, un asunto siempre complicado en un Gobierno con la división entre las carteras de Economía, Hacienda (María Jesús Montero se mantiene en el cargo), Trabajo, Inclusión y Seguridad Social...

La salida de Carmen Calvo supone el ascenso de todas las vicepresidentas. Yolanda Díaz, ahora sí, será vicepresidenta segunda como lo fue Pablo Iglesias, y Teresa Ribera será la vicepresidenta tercera. No habrá Vicepresidencia Cuarta, y se reduce así el número de vicepresidencias, uno de los motivos de críticas contra el Gobierno PSOE-Unidas Podemos.

Félix Bolaños

Si Iván Redondo deja La Moncloa, su ‘número dos’ asciende a ministro. Félix Bolaños era secretario general de la Presidencia del Gobierno, y aunque es mucho menos conocido que Redondo, es también uno de los hombres más cercanos a Pedro Sánchez y ha asumido protagonismo, aunque en la sombra, en cuestiones espinosas para el Gobierno.

Bolaños es militante del PSOE en Madrid, y por su experiencia jurídica ha dirigido operaciones políticas clave del Gobierno: fue uno de los responsables de diseñar la exhumación de los restos mortales de Franco del Valle de los Caídos, participó en el plan de desescalada tras el confinamiento de la primavera de 2020, y también tuvo un papel decisivo en la aprobación de los indultos parciales a los condenados por el Tribunal Supremo por la intentona secesionista en Cataluña en 2017.

Sánchez ha nombrado a Félix Bolaños ministro de Presidencia, Memoria Democrática y Relaciones con las Cortes en sustitución de Carmen Calvo. Es un puesto muy relacionado con sus funciones actuales, y también en temas de Memoria Histórica tiene experiencia por la exhumación de Franco.

El consenso de que la operación de los indultos ha salido bien, sin grandes resistencias, ha impulsado a Bolaños a hacerse con el mando de Presidencia, un ministerio clave para la coordinación del Gobierno, para el control del equipo que rodea a Sánchez en La Moncloa y también importante en las relaciones con la Casa del Rey, con las Cortes Generales y con instancias internacionales.

Si Calviño asciende a la vicepresidencia primera y dominará sin oposición el área económica, Bolaños pasa a ser el hombre fuerte de la parte más política del Gobierno.

Pedro Sánchez se ha referido a él como “uno de mis principales colaboradores”.

José Luis Ábalos

Junto a Carmen Calvo e Iván Redondo, otro hombre fuerte del Gobierno era José Luis Ábalos, no tanto como ministro de Transportes, sino por ser el secretario de Organización del PSOE y por ser uno de los fieles a Sánchez desde su reconquista de liderazgo del Partido Socialista.

En las últimas semanas se había especulado con la posibilidad de que Ábalos pasara a ocupar otro ministerio, alguno de mayor peso político. Se apuntó que podría pasar al Ministerio de Defensa, y el propio Ábalos había confesado a algunos colaboradores que veía con agrado esa posibilidad.

Sin embargo, en esta crisis de Gobierno José Luis Ábalos se queda fuera del Consejo de Ministros, e incluso algunos medios aseguran que también abandonará la Secretaría de Organización del PSOE.

Ábalos había ganado enteros ante Pedro Sánchez por el éxito de la ‘operación Juan Espadas’, con la que Ferraz ha logrado desplazar a Susana Díaz -la eterna rival de Sánchez- como candidata del PSOE andaluz.

Gracias a ese éxito, había frenado el intento de Iván Redondo de extender su influencia de Moncloa a Ferraz, colocando a Francisco Salazar como secretario de Organización. Salazar procede del aparato del PSOE, pero ahora era director adjunto del Gabinete de la Presidencia del Gobierno, que dirigía Redondo. Los protagonistas de este pulso, Ábalos y Redondo, pierden sus cargos.

Podemos sale indemne de la batalla

Los cambios que ha aprobado el presidente del Gobierno sólo afectan a la parte socialista del Gobierno. Sánchez no ha cesado a ninguno de los cinco ministros de la cuota de Unidas Podemos.

Yolanda Díaz se mantiene al frente del Ministerio de Trabajo, y pasa de vicepresidenta tercera a segunda por la salida de Carmen Calvo.

Ione Belarra lleva apenas unos meses en el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, tras las salida de Pablo Iglesias. Sigue en el puesto, como Irene Montero en Igualdad, que al menos por el momento ha impuesto sus tesis ante Carmen Calvo y ha logrado la aprobación en Consejo de Ministros del anteproyecto de la ‘Ley Trans’, frente a las reticencias de Carmen Calvo.

Continuarán en sus carteras dos ministros muy cuestionados. Alberto Garzón se vio públicamente desautorizado por Pedro Sánchez tras sus palabras a favor de reducir el consumo de carne, que han puesto en pie de guerra a ganaderos y otros sectores vinculados.

Sin embargo, seguirá en el Ministerio de Consumo, igual que Manuel Castells en Universidades. Castells es uno de los ministros más desaparecidos, pero en el entorno del Gobierno se comenta que Pedro Sánchez tiene cierta estima hacia Castells: valora su “humor inteligente” y los comentarios que hace en las reuniones del Consejo de Ministros.

Por tanto, Unidas Podemos mantiene su cuota de cinco ministros en el Gobierno.

Pilar Llop

Uno de los nombramientos de mayor calado afecta al Ministerio de Justicia. Pedro Sánchez prescinde de Juan Carlos Campo, que sustituyó a Dolores Delgado hace un año y medio, y en su lugar coloca a la presidenta del Senado.

Pilar Llop es jueza, ha sido delegada del Gobierno para la Violencia de Género, y entró en política regional en Madrid en 2019, como diputada de la Asamblea. Sustituyó a Manuel Cruz como presidenta del Senado tras las elecciones generales de noviembre de 2019.

Al nombrarla ministra, Pilar Llop se coloca en una buena posición en la sucesión de Ángel Gabilondo para ser la futura candidata del PSOE-M a la presidencia de la Comunidad de Madrid. El liderazgo del socialismo madrileño es un dolor de cabeza para Ferraz desde hace décadas.

Como presidente del Senado será nombrado Ander Gil, hasta ahora portavoz del Grupo Socialista en el Senado.

José Manuel Albares

Otro cambio en uno de los llamados “ministerios de Estado” afectará a Asuntos Exteriores. Arancha González Laya se ha visto muy ‘quemada’ por la crisis con Marruecos por acoger en España al líder del Frente Polisario, Brahim Ghali.

Va a ser sustituida por José Manuel Albares, uno de los principales asesores internacionales de Pedro Sánchez. Este “joven pero experimentado diplomático”, como le ha definido Sánchez, fue secretario general de Asuntos Exteriores en la Presidencia del Gobierno, y se marchó a la Embajada de España en París.

La nueva portavoz

María Jesús Montero retiene el Ministerio de Hacienda, pero dejará de ser la cara visible del Gobierno. Sus comparecencias después de cada Consejo de Ministros le había supuesto un gran desgaste.

Sánchez ha decidido nombrar como ministra portavoz a una de las incorporaciones: Isabel Rodríguez, alcaldesa de Puertollano (Ciudad Real), que también fue diputada en el Congreso de los Diputados.

Esta castellanomanchega de 40 años entra como ministra de Política Territorial. Se trata de un movimiento destacado, ya que el presidente del Gobierno aparta de esa cartera a Miquel Iceta justo cuando parece que va a reactivar la mesa de negociación con el Govern de la Generalitat de Cataluña y planea ofertas rompedoras hacia el independentismo catalán.

Isabel Rodríguez no tendrá las competencias de Función Pública, que pasan del Ministerio de Política Territorial al de Hacienda.

Por su parte, el primer secretario del Partit dels Socialistas de Catalunya cambia de cartera. Iceta asume Cultura y Deporte, ministerio del que se marcha José Manuel Rodríguez Uribes, uno de los ministros de perfil más bajo del Gobierno.

Robles y Marlaska

Frente a lo apuntado en las últimas semanas, no hay cambios en la seguridad del Estado: Margarita Robles seguirá en el Ministerio de Defensa, y Fernando Grande-Marlaska en el de Interior.

Grande-Marlaska es uno de los ministros que ha sufrido más críticas, tras los cambios que acometió en la cúpula de la Guardia Civil y por polémicas como los ataques a mítines de Vox. Sin embargo, Pedro Sánchez mantiene su confianza en él, y de hecho en el Gobierno se conoce la gran estima, incluso admiración, que el presidente siente hacia el magistrado de la Audiencia Nacional en situación de servicios especiales.

Se apuntó que Margarita Robles podría pasar a ser ministra del Interior, donde ya fue secretaria de Estado con Juan Alberto Belloch, en la época de Felipe González, y que Ábalos ocupara Defensa. Sin embargo, no habrá cambios en estos ministerios tan sensible.

Cabe recordar que Robles y Grande-Marlaska fueron, junto a Salvador Illa (Sanidad) y José Luis Ábalos (Transportes), autoridades delegadas competentes durante el estado de alarma de la primavera de 2020. Los agentes de las Fuerzas de Seguridad y los militares tuvieron un papel clave para mantener el confinamiento y evitar desórdenes en esa situación excepcional.

Carolina Darias

En esta remodelación del Gobierno no se ha visto afectada Carolina Darias, ministra de Sanidad desde principios de año tras la marcha de Salvador Illa. Darias, que antes fue ministra de Política Territorial, aún seguirá al mando de la gestión del Gobierno frente al coronavirus.

Además de Carmen Calvo, Juan Carlos Campo, José Luis Ábalos, José Manuel Rodríguez Uribes y Arancha González Laya, también cesan como ministros Isabel Celaá (Educación) y Pedro Duque (Ciencia).

Celaá fue portavoz del Gobierno entre junio de 2018 y enero de 2020, y en su cartera, Educación, aprobó una nueva ley educativa que provocó las protestas de sectores de la educación concertada, la educación especial y otros, con manifestaciones en las calles.

En su lugar entra Pilar Alegría, una mujer bien colocada en el PSOE de Aragón y actual delegada del Gobierno en esa comunidad. Fue candidata a la alcaldía de Zaragoza, pero no pudo gobernar pese a ser la más votada.

Pedro Duque deja el Gobierno tras un paso discreto por Ciencia. Fue uno de los nombres conocidos y de prestigio con los que Pedro Sánchez sorprendió en 2018 y dio una imagen de Gobierno ‘técnico’.

La nueva ministra de Ciencia será Diana Morant, la tercera alcaldesa fichada por Pedro Sánchez. Era primera edil de Gandía (Valencia).

En sus puestos sigue Reyes Maroto (Industria, Comercio y Turismo), José Luis Escrivá (Inclusión, Seguridad Social y Migraciones) pese a su patinazo con el recorte de las pensiones, Luis Planas (Agricultura, Pesca y Alimentación) y Teresa Ribera, como vicepresidenta ahora tercera, y ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico.

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