Se negocia la composición de las listas

La propuesta de Podemos a IU sobre escaños intercambiables tiene trampa

El acta de los diputados es nominal y pueden negarse a abandonar su puesto. Se da por hecho que la próxima legislatura durará dos años

Alberto Garzón y Pablo Iglesias.
Alberto Garzón y Pablo Iglesias.

Podemos e Izquierda Unida trabajan a contrarreloj para cerrar sus listas electorales para el 26-J. Y lo hacen tras sellar un acuerdo, propuesto por la formación morada, para garantizar la representación de ambos partidos en todas las circunscripciones: intercambiarse un mismo escaño a los dos años de legislatura. Una oferta que tiene trampa.

El pasado martes, el secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, anunció un acuerdo entre su partido e IU para garantizar que ambas formaciones obtengan representación en todas circunscripciones, incluidas en aquellas, como las provincias aragonesas de Huesca y Teruel, en las que solo esperan obtener un escaño.

La fórmula pactada, a priori, parece sencilla: a los dos años de la legislatura, un diputado electo dará el acta al primero de la lista electoral de su circunscripción que no consiguió escaño, y que será del otro partido. De esa forma, tanto Podemos como Izquierda Unida se aseguran que como mínimo uno de sus candidatos represente a su propia provincia al menos durante una etapa de la legislatura.

Según las fuentes parlamentarias consultadas por El Confidencial Digital, la oferta planteada por Podemos y aceptada por Izquierda Unida es legal con el Reglamento del Congreso en la mano. No obstante, existen dos grandes condicionantes que pueden convertir la propuesta de la formación morada en una trampa.

Los escaños son nominales

En primer lugar, Podemos ha obviado que la Constitución establece que los escaños y las actas de diputado son nominales y, por tanto, no pertenecen a ningún grupo parlamentario. De hecho, si un partido expulsa a uno de sus diputados, éste no pierde el escaño, sino que se va al Grupo Mixto. Es lo que pasó, por ejemplo, con el ex del PP Pedro Gómez de la Serna tras el 20-D.

Así las cosas, Podemos no puede obligar a ninguno de sus parlamentarios a entregar el acta para dejar el escaño libre al siguiente candidato de IU en las listas electorales: “El diputado puede negarse a renunciar a su puesto y el grupo parlamentario al que pertenece no puede hacer nada”.

Esa circunstancia, unida al hecho de que miembros de las confluencias han demostrado ir por libre durante la anterior legislatura -como los diputados de Compromís, que se fueron al Grupo Mixto- y que tampoco van a poder formar grupo propio tras el 26-J, pone en riesgo la eficacia del “escaño intercambiable” entre Podemos e IU.

Una legislatura de dos años

Por otra parte, ambas formaciones han acordado que a los dos años de legislatura, en el hipotético ecuador de la misma, se produzca el cambio de los titulares de las actas de diputado, dando por hecho que la legislatura durará cuatro años.

Sin embargo, a nivel interno, todo el mundo contempla una legislatura más corta: la anunciada reforma de la Constitución obligaría a disolver las Cortes una vez aprobadas, por lo que se apunta a un mandato de unos dos años como máximo.

De esa forma, el concepto “mitad de legislatura” anunciado por Podemos para que los escaños pasen de un partido al otro no queda claro. Y el prometido intercambio puede quedarse sin hacer ante unas elecciones anticipadas y la consiguiente disolución de las Cortes.

 

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