El PSOE se arrepiente ahora de no haber forzado elecciones tras la moción de censura

Colaboradores de Pedro Sánchez le recomendaron ir a las urnas en julio con un PP descabezado y antes del auge de Vox. “Ahora tendríamos gobierno socialista para cuatro años”

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Pedro Sánchez, en un mitin del PSOE.

La posibilidad de un adelanto electoral cobra cada día más fuerza. Ni Moncloa ni Ferraz lo descartan y desde el Gobierno filtran posibles fechas, como el 14 y el 28 de abril. En este contexto, y con encuestas no precisamente halagüeñas para el PSOE, altos cargos del partido se arrepienten de no haber logrado convencer a Sánchez para que las convocara tras la moción de censura.

Según reconocen al Confidencial Digital importantes dirigentes socialistas, que además han colaborado estrechamente con el secretario general, “hubo un debate interno”, tanto en la semana de la moción de censura como una vez que ésta triunfó, sobre el tiempo que debía durar el nuevo Gobierno antes de la convocatoria de nuevas elecciones.

En un primer momento, Pedro Sánchez se había mostrado favorable a disolver Las Cortes apenas semanas después de llegar al Gobierno, tal y como le habían recomendado sus asesores de cabecera en Ferraz y le exigía, por ejemplo, Ciudadanos. No obstante, las conversaciones con Podemos, PNV, ERC y PDeCAT, y su recién estrenado gabinete en Moncloa le hicieron cambiar de opinión.

Creyó que podía agotar legislatura

El apoyo de los de Pablo Iglesias y los nacionalistas a sus primeras medidas en el Gobierno, y la interlocución constante entre Moncloa y estos partidos hicieron creer a Pedro Sánchez, y a su equipo, que podría agotar legislatura.

Por ese motivo, “modificó su propio discurso” y dio orden de preparar el proyecto de Presupuestos que blindara su mandato hasta 2020. Una decisión que, desde ese momento, “le dejó a merced de los independentistas”.

La deicisón fue adoptada “contra el criterio” de muchos dirigentes del PSOE, que ya le advirtieron, en julio, que el inicio del juicio del 1-O podía cambiarlo todo y que los independentistas aumentarían su presión hacia el Gobierno. Pese a ello, el presidente hizo oídos sordos a esos mensajes.

“Tendríamos gobierno para cuatro años”

Otro argumento de peso para haber convocado elecciones tras la moción de censura, y que Pedro Sánchez tampoco escuchó, eran las encuestas internas que entonces se manejaban en la ejecutiva federal del PSOE.

Según esos estudios, el Partido Socialista habría sido la fuerza más votada en unas generales, sacándole más de tres puntos a un PP “en caída libre y con un liderazgo todavía por consolidar”. Además, Ciudadanos se hubiese acercado a los 70 escaños, por lo que “habría posibilidades de formar gobierno con ellos”.

En ese contexto, además, Vox “no era nada” y se hubiese consolidado un pacto con los de Rivera que hubiese evitado depender de los independentistas y, además, habría sido la antesala de un acuerdo similar en Andalucía.

 

Ese escenario electoral era “el más idóneo posible” para el PSOE en el último lustro. No obstante, “Pedro Sánchez no quiso arriesgarse”. Ahora, sin embargo, si hay elecciones, “está casi imposible conservar el Gobierno”.

Por todo ello, confiesan las fuentes consultadas, “muchos nos echamos ahora las manos a la cabeza”, ya que, de haber celebrado generales tras la moción de censura, “tendríamos gobierno para los próximos cuatro años”.

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