Pedro Sánchez advierte a Bolaños y Margarita Robles: “No voy tolerar ni un roce más”

Ha reunido a los dos ministros y les ha exigido colaboración fluida para elaborar la nueva ley de secretos oficiales. No quiere otro pulso por el control del CNI

El ministro de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños; el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, y la ministra de Defensa, Margarita Robles.
El ministro de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños; el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, y la ministra de Defensa, Margarita Robles.

Pedro Sánchez ha dado un ultimátum a Félix Bolaños y Margarita Robles. Pretende que los ministros de Presidencia y Defensa trabajen de la mano y eviten un nuevo enfrentamiento entre ellos por la elaboración de la nueva ley de secretos oficiales, como ocurrió con el caso Pegasus.

La historia de los gobiernos que ha presidido Sánchez aparece trufada de conflictos entre sus propios ministros. El presidente no ha conseguido zanjar este tipo de divisiones, que trascienden con frecuencia a la opinión pública y castigan la imagen de su Ejecutivo. 

La situación es tal que, durante la campaña de las elecciones andaluzas, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, se animó a recomendar al jefe del Ejecutivo que pidiera a los ministros “que no acrediten sus diferencias en público. Y no porque estemos en campaña sino porque España no se merece este carnaval político”. 

“Cansado” de los enfrentamientos

El asunto más delicado fue el enfrentamiento directo que tuvo lugar hace unas semanas entre el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, y la titular de Defensa, Margarita Robles, tras descubrirse el espionaje a miembros del Gobierno con los servicios del programa Pegasus. 

Fuentes con acceso La Moncloa a las que ha tenido acceso Confidencial Digital revelan que el presidente está “cansado” de los enfrentamientos personales entre ministros. Y especialmente en el caso de Bolaños y Robles, por tratarse de dos pesos pesados de la parte socialista del Gobierno.

“No voy a tolerar ni un roce más”

En vísperas de la aprobación de la nueva ley de secretos oficiales, que se debatió este lunes en el Consejo de Ministros, Pedro Sánchez reunió a los dos protagonistas en La Moncloa y les exigió colaboración fluida para elaborar la norma.

Les dio orden expresa de poner fin a cualquier tipo de tensión sobre este asunto, al que concede mucha importancia porque se ven involucrados los servicios de inteligencia del país.

Eso explica también la advertencia que Sánchez les formuló tras la reunión del Consejo de Ministros del pasado martes: “No voy a tolerar ni un roce más”, fue el contundente avisó que les trasladó, según confirman a ECD fuentes conocedoras de la conversación.

Sánchez les fuerza a firmar la paz

En el equipo de Pedro Sánchez no se pasa por alto que la nueva ley de información clasificada ratifica la mayor influencia y peso de Bolaños en el Ejecutivo. Él es el hombre fuerte del presidente, y de hecho pertenece a su núcleo de máxima confianza en Moncloa.

 

Pero eso no significa, remarcan en Moncloa, que la titular de Defensa hay perdido poder. Su continuidad no está en cuestión -y Sánchez además ha descartado (al menos de momento) una remodelación ministerial. Por otro lado, en el Gobierno y en el PSOE subrayan que Robles tiene un papel relevante dentro del Ejecutivo: ella contrasta con Unidas Podemos y se dirige hacia un electorado más templado. Es decir, que cubre un flanco en el centro al que no llegan otros ministros.

El enfrentamiento Bolaños-Robles

La maniobra de Sánchez se produce después de que, a raíz de que se conociera que también el teléfono móvil del presidente del Gobierno había sido hackeado, Bolaños y Robles intercambiaran acusaciones sobre quién era el responsable de ese fallo de seguridad. 

La ministra de Defensa apuntaba que la responsabilidad de controlar los terminales de los altos cargos recaía en la Secretaría General de la Presidencia del Gobierno, que hasta el cambio de gobierno de julio de 2021 lideraba Bolaños. 

En el equipo de Bolaños, sin embargo, insistían en que la ciberseguridad era competencia del Centro Criptológico Nacional, dependiente del CNI. 

Ambos ministros aclararon “malentendidos” a la vista de que la tensión había trascendido. La directora de los servicios de espionaje, Paz Esteban, acabó siendo cesada, pero ascendió y ocupó su puesto la mano derecha de Robles, Esperanza Casteleiro.

No quiere otro pulso por el control del CNI

Según confirman las fuentes socialistas consultadas por ECD, Pedro Sánchez no quiere ahora otro pulso por el control del CNI tras los movimientos de Félix Bolaños a raíz del caso Pegasus.

Con la excusa de devolver el Centro a Presidencia del Gobierno, como había sucedido en ocasiones pasadas (por ejemplo, con Soraya Sáenz de Santamaría de vicepresidenta y ministra de Presidencia), lo que Bolaños pretendía lograr era hacerse con el mando, puesto que orgánicamente se ubicaría en el Ministerio de Presidencia, que es el que él dirige.

En su entorno, de hecho, admiten que ha trasladado a Pedro Sánchez en las últimas semanas la necesidad de que los servicios secretos vuelvan a depender de Presidencia del Gobierno, y no del Ministerio de Defensa, tras los fallos con Pegasus.

Video del día

Marta Rovira confirma que negocia con Sánchez
un referéndum de independencia para Cataluña
Portada
Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato