Sánchez aplaza la crisis de Gobierno a después de la votación de la ley del “solo sí es sí” para ver si Montero y Belarra dimiten
La remodelación es obligada por las salidas de Darias y Maroto y, si las dirigentes de Podemos se marchan, el presidente cubrirá las vacantes solo con ministros socialistas
- No acometer dos crisis
- Solo meterá a socialistas
- La votación del “solo sí es sí”
- Sánchez ya trabaja sin Podemos
- Acelera los anuncios económicos
Moncloa ha optado por aparcar la polémica con la ley del “solo sí es sí” y tratar de cambiar la agenda política. Pedro Sánchez ha tomado por ahora la decisión de esperar a acometer su anunciada crisis de Gobierno a que se vote la ley del “solo sí es sí” para comprobar si Ione Belarra e Irene Montero deciden entonces salir del Consejo de Ministros.
Según ha sabido Confidencial Digital por fuentes conocedoras de los planes del presidente, Sánchez ha decidido aplazar su anunciada crisis de Gobierno, por si, en lugar de sustituir solo a las ministras de Industria y Sanidad, Reyes Maroto y Carolina Darias respectivamente, se ve obligado a cambiar también a Ione Belarra e Irene Montero.
Cuenta con el relevo de Maroto y Darias, que tratarán de conquistar las plazas de Madrid y Las Palmas de Gran Canaria, respectivamente.
No acometer dos crisis
Pero se ha hablado también de una segunda remodelación del gabinete a medio plazo, para después del 28-M, consistente en la ruptura del Gobierno de coalición, de manera que cada uno de los partidos, PSOE y Podemos, vayan por su lado a las elecciones generales previstas para finales de año.
Un escenario que Moncloa rechaza porque sería “mostrar debilidad en dos ocasiones”. Pero no descarta la posibilidad de que sus socios de Unidas Podemos se marchen del Ejecutivo, si el 7 de marzo no han llegado a un acuerdo y el Grupo Parlamentario Socialista vota, junto con el PP, la reforma de la ley del “solo sí es sí”.
Pedro Sánchez ha trasladado a su equipo que la reforma de la ley es innegociable, “se ponga como se ponga Irene Montero”, incluso si se pone fuera de la ecuación de Gobierno, en compañía de Ione Belarra.
Solo meterá a socialistas
El presidente también ha compartido con un reducido equipo de colaboradores cercanos que, si las dirigentes de Podemos abandonan el Gobierno, cubrirá las vacantes solo con ministros socialistas y acometerá una gran crisis de Gobierno, que aprovechará para tratar de dar un impulso político al gabinete, de cara al próximo ciclo electoral.
Una remodelación que Sánchez no descarta aprovechar asimismo para soltar lastre y desprenderse de algunos pesos muertos, como podría ser la tantas veces aplazada salida del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, recientemente censurado por el Congreso con los votos de socios del Gobierno
La votación del “solo sí es sí”
En el equipo de Sánchez asumen que la coalición se volverá a calentar cuando se acerque la fecha clave: el 7 de marzo. Entonces, se votará la admisión a trámite de la reforma de la ley del “solo sí es sí” y la tensión interna en Unidas Podemos será muy fuerte, porque hay muchos sectores que presionan para buscar un acuerdo con el PSOE.
Irene Montero insiste en que ella también quiere ese acuerdo, pero rechaza de plano la idea de los socialistas de vincular las penas más altas a la existencia de violencia o intimidación.
Fuentes de Unidas Podemos descartan que el grupo parlamentario se vaya a romper en esa votación. Pero si no hay acuerdo con el PSOE y este empieza a parecer muy difícil, ese día marcará un momento muy delicado dentro de Unidas Podemos y en la coalición.
Sánchez ya trabaja sin Podemos
Según las fuentes socialistas consultadas por ECD, Sánchez ya trabaja prácticamente como si Podemos no fuera un factor relevante del Ejecutivo.
Ha dado orden de evitar entrar al choque con ellos, obviar sus ataques y su plan es seguir adelante con una agenda completamente diferente a la batalla interna permanente que plantean en la cúpula del partido morado, que él define con distancia como “ruido”.
En Ferraz destacan que la decisión de aumentar la tensión dialéctica con el PSOE que ha tomado Podemos, y solo Podemos -el resto del grupo, desde Yolanda Díaz a los comunes de Ada Colau, la IU de Alberto Garzón o el PCE de Enrique Santiago no avalan esa estrategia-, ha provocado una reacción muy clara de Pedro Sánchez.
Acelera los anuncios económicos
En la dirección del PSOE destacan que Sánchez ha decidido pisar el acelerador con anuncios económicos: el martes se aprobaron 2.500 millones para becas, lo que supone un récord histórico; la semana anterior, los 1.080 euros de salario mínimo; el viernes se cerró la nueva entrega de 6.000 millones de los fondos europeos y semanas antes llegó el aumento del 8,5% de las pensiones.
Su estrategia pasa por dejar a Podemos solo en su batalla. En el asunto más delicado, el del “solo sí es sí”, el presidente ha dejado muy claro en los últimos días que va a sacar la reforma con o sin Podemos.
Y en La Moncloa creen que esta cuestión desgasta mucho más a los de Ione Belarra que al PSOE porque los socialistas, explican, tienen una propuesta para resolverlo y están dispuestos a sacarla adelante, incluso aunque solo tengan los votos del PP y los de algunos socios, como el PNV o el PdeCAT.
