Sánchez detectó maniobras de Óscar López para promover a Pilar Alegría como sucesora
Es el motivo de la salida del jefe de gabinete de La Moncloa, que continuará también con el relevo de Antonio Hernando en la próxima crisis de Gobierno
- Fuera del círculo íntimo
- El caso Begoña
- No le ayudó con la carta
- Amigos y no amigos
- No sabían si había motivos
- La opción de Óscar Puente
- Promover a Pilar Alegría
- Ruedas de prensa
- También saldrá Antonio Hernando
- Pilar Alegría, Patxi López…
- La opción de María Jesús Montero
- Félix Bolaños
La salida de Óscar López de La Moncloa, donde era el consejero y principal estratega del presidente del Gobierno, ha cogido por sorpresa en el Ejecutivo, en el PSOE y en los medios de comunicación. Una operación para colocar a Pilar Alegría como sustituta de Pedro Sánchez, frente a la candidatura de Óscar Puente, ha sido el motivo de su relevo.
Sánchez ha cerrado la minicrisis de Gobierno, tras el paso de José Luis Escrivá al Banco de España, con el nombramiento del hasta ahora director del gabinete del Presidente del Gobierno, Óscar López, como ministro de Transformación Digital.
Confidencial Digital ha podido conocer el trasfondo de tan imprevista decisión: Óscar López estaba trabajando para lanzar la candidatura de la ministra portavoz, Pilar Alegría, como sucesora, sustituta, de Pedro Sánchez.
Y la información había llegado al propio presidente del Gobierno, que detectó hace unos meses las primeras maniobras.
La ‘sucesión’ se produciría en el caso de que Sánchez perdiera el Gobierno en las próximas elecciones y de que el partido buscara otro secretario general, a la vista de los graves perjuicios que están causando al PSOE decisiones como la concesión de un concierto económico a Cataluña.
Fuera del círculo íntimo
A la vista de ese cambio imprevisto en el equipo de Moncloa, ahora toman sentido algunas circunstancias que han rodeado a la figura de Óscar López en los últimos tiempos, que reflejan que -en contra de lo que se creía- no tenía la confianza total de Pedro Sánchez y nadie había caído en la cuenta.
Por ejemplo, el director de gabinete no se encuentra entre los íntimos que se reunieron con el presidente del Gobierno tras la dura derrota en las elecciones autonómicas, la noche de las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo de 2023. Tampoco su número dos, Antonio Hernando, y el secretario general de Planificación Política, Francisco Salazar.
De aquel cónclave salió la decisión de adelantar las elecciones generales, y en él participaron los consejeros máximos de Pedro Sánchez, sus íntimos: José Luis Rodríguez Zapatero, José Blanco, Cándido Conde Pumpido, Miguel Barroso, José Miguel Contreras, Javier de Paz y Rosauro Vara. Pero no estaba el director del gabinete.
El caso Begoña
Cuando Pedro Sánchez se tomó cinco días de reflexión, para valorar -según él- si continuaba en el cargo, en el momento en que decidió que pensaba continuar, lo comunicó a dos personas: María Jesús Montero y Santos Cerdán. No lo habló con Óscar López. Ni se lo anunció, ni contó con su opinión.
Begoña Gómez fue la persona clave que finalmente convenció a Sánchez para que no renunciara a la presidencia del Gobierno al cabo de esos cinco días de reflexión anunciados en su carta a los ciudadanos.
Así lo cuentan a Confidencial Digital personas de la más estricta intimidad de la mujer del presidente, que no son conocidas como tales, y que siguieron hora a hora las interioridades de la crisis provocada por la decisión de Sánchez de abrir un paréntesis en su dedicación al cargo.
Begoña Gómez fue transmitiendo a ese reducido número de personas amigas cómo transcurrían las horas, desde la publicación de la carta al país comunicando que se iba a pensar su futuro como presidente del Gobierno.
“Lo veo difícil” fue el mensaje más habitual enviado a esas pocas personas, en los días siguientes, cuando le preguntaban cuál podía ser el desenlace, y en concreto si su marido se arrepentiría del primer impulso que apuntaba a la dimisión.
No le ayudó con la carta
Su jefe de gabinete tampoco participó en la redacción de la carta a la ciudadanía. Pedro Sánchez escribió a solas los cuatro folios en los que comunicó a los españoles su voluntad de reflexionar sobre si le “compensaba” seguir en el cargo, y en la política, a la vista de los ataques a su mujer.
El presidente del Gobierno volvió a redactar en solitario, sin apoyo de su gabinete, el mensaje que pensaba dirigir a los ciudadanos al final de los cinco días.
Lo enseñó a Begoña Gómez, ello lo leyó, y, en ese último momento, tras conocer su contenido, sí logró convencerle de que no dimitiera y de que siguiera luchando.
En el pasado, ella le convenció para que se presentara a las primarias del PSOE como candidato a secretario general, y también en la decisión de adelantar las elecciones generales tomada la noche de la derrota en las autonómicas del 28-M.
Fuentes del partido sostienen la tesis de que con Óscar López se ha producido una quiebra de confianza, que llevó al presidente a no adelantarle nada para que no se filtrara.
Lo vinculan a que en otros momentos, Sánchez ha intentado mantener asuntos en secreto que luego ha sabido que trascendieron fuera de su círculo. Y esa vez quiso evitarlo a toda costa. En resumen, que actuó así por cierta “desconfianza”.
Amigos y no amigos
Según ha sabido Confidencial Digital, de personas con acceso directo a La Moncloa, durante los cinco días de reflexión Sánchez practicó también un atento seguimiento, persona a persona, de la actuación de cada uno de los miembros del Gobierno y de los principales dirigentes del partido.
Fue calibrando su comportamiento, su actitud, y en concreto si habían salido a defender a su mujer o, por el contrario, se habían mostrado tibios, e incluso habían ‘pasado’ del asunto por el sistema de quitarse de en medio, como consideró que había hecho su entonces jefe de gabinete.
No sabían si había motivos
Fuentes socialistas, a las que ha tenido acceso Confidencial Digital, ‘explican’ la tibieza de aquellas primeras reacciones por parte de ministros y dirigentes socialistas, en relación con las acusaciones de corrupción a Begoña Gómez.
Su argumento es que no se atrevían a salir en defensa de la esposa de Pedro Sánchez porque no conocían muy bien, ni conocen todavía, sus actividades, pasadas y presentes, y no están ‘seguros’ de que no existan fundamentos para unas acusaciones que han sido admitidas por el juez al decidir abrir una investigación.
Fuentes de Moncloa confirman que Sánchez se mostró muy enfadado porque nadie salía en defensa de su mujer, y eso durante semanas, a pesar de las noticias contra Begoña Gómez que se iban publicando en distintos medios de medicación.
El director de gabinete aconsejó al matrimonio Sánchez-Gómez que no demandaran ante los tribunales a los medios que estaban publicando las primeras noticias sobre las actividades económicas irregulares de Begoña Gómez, con el argumento que lo que provocaría sería incrementar el ruido mediático y magnificar más aún el asunto. No le hicieron caso.
La opción de Óscar Puente
Un dato relevante es que Óscar López no se lleva nada bien con el ministro de Transportes, y político castellano-leonés, Óscar Puente, por viejos enfrentamientos en su mismo territorio.
Cuando, con los días de reflexión, Sánchez planteó la posibilidad de abandonar La Moncloa, uno de los nombres que se manejaron como posible sucesor fue precisamente el del ex alcalde de Valladolid y ahora ministro de Transportes. Algo que a Óscar López le pareció un error.
Promover a Pilar Alegría
Y entonces empezó a maniobrar, junto con Antonio Hernando, para fortalecer las opciones de Pilar Alegría, según las fuentes consultadas por ECD.
Sánchez tiene en mente al ex alcalde de Valladolid como la persona para dejar al frente del PSOE, si el partido tiene que pasar a la oposición. Además de la lealtad personal que siempre le ha mostrado, considera que su tono tosco y bronco es ideal para ejercer una oposición dura.
Ese propósito se escondía detrás de la decisión, sorprendente también, de que fuera el portavoz socialista durante la investidura de Alberto Núñez Feijóo.
Ruedas de prensa
Otra circunstancia añadida es que el director del gabinete ha asistido habitualmente a las ruedas de prensa que ofrece Pilar Alegría después de los consejos de ministros. Su presencia contrasta con el hecho de que ningún otro director de gabinete lo hacía con tanta frecuencia, como fue el caso del último, Iván Redondo.
Hay que recordar que Redondo salió abruptamente de Moncloa también tras otra “conspiración” urdida contra Pedro Sánchez, en la que participaban Carmen Calvo y José Luis Ábalos, igualmente cesados en aquella amplia crisis de Gobierno de julio de 2021.
También saldrá Antonio Hernando
Dentro del mismo proceso que ha conducido a Óscar López a abandonar La Moncloa, otro de los que le seguirán es su número dos, Antonio Hernando, director adjunto del gabinete del presidente del Gobierno, y por los mismos motivos.
El argumento para justificarlo será que el nuevo director, Diego Rubio, tiene ‘derecho’ a formar su propio equipo, y que no cuenta con Hernando para esa nueva etapa.
Pilar Alegría, Patxi López…
La sucesión de Pedro Sánchez el frente del partido socialista está repleta de posibles candidatos, cuyos nombres se han manejado desde ya hace tiempo.
Antes de las elecciones del 23 de julio, cuando se daba como segura una clara derrota del PSOE y la pérdida del Gobierno, y por tanto se apuntaba una dimisión de Pedro Sánchez, se manejó ya el nombre de Pilar Alegría, actual portavoz del partido. Y hasta de Patxi López, como una persona de transición.
Carmen Calvo pareció tener opciones en el pasado, cuando era vicepresidenta, pero hoy se encuentra casi fuera de juego. Otros nombres que se escucharon entonces fueron los de Josep Borrell y hasta José Bono.
La opción de María Jesús Montero
Se ha hablado también de María Jesús Montero, una persona a la que Sánchez valora especialmente, entre otras cosas porque, siendo ministra de Hacienda, en la pasada legislatura sacó adelante con relativa facilidad todos los Presupuestos Generales del Estado. Ha sido portavoz del partido, y ahora la ha nombrado número dos, como vicesecretaria general.
No obstante, también se le cita para asumir la dirección del PSOE andaluz, muy en baja después de la fuerte derrota sufrida en las elecciones autonómicas con Juan Espadas. Sin embargo la polémica por la concesión de un concierto económico a Cataluña le está penalizando duramente en Andalucía.
Félix Bolaños
En cuanto a las nuevas generaciones, se manejó el nombre de Eduardo Madina, que ya disputó la secretaría general a Pedro Sánchez, aunque desde la derrota ha abandonado prácticamente la primera línea dentro del partido.
Uno de los políticos en alza es Félix Bolaños, un personaje capaz y ambicioso, ideólogo del último congreso federal del partido, convertido hoy en el hombre fuerte de Moncloa y superministro, negociador principal con los posibles socios de investidura y con el PP.