Pedro Sánchez está sondeando a ministros y barones sobre su apuesta por María Jesús Montero para pilotar el post-sanchismo
La ha apartado de la lista del PSOE por Madrid y la ha colocado como número uno en Sevilla para protegerla de las batallas internas
- Que Montero pilote el post-sanchismo
- Protegerla de las batallas internas
- La economía como principal desafío
- Un “descubrimiento”
- Bolaños, no
- Calviño no se integra
- Un superministerio
Pedro Sánchez apuesta por María Jesús Montero para que sea su sucesora al frente del PSOE. Es una de las ministras más valoradas por el presidente, quien admite que ha sido un “descubrimiento”. La ha colocado ahora por delante de Nadia Calviño o Félix Bolaños para pilotar el post-sanchismo.
Sánchez aplicó el pasado verano una renovación profunda en la cúpula del PSOE, para iniciar una nueva etapa con la vista puesta en el ciclo electoral de este año, dando entrada en Ferraz a perfiles de peso político y claro liderazgo socialista con la idea de activar el partido y contrarrestar al PP y el ‘efecto Feijóo’.
El Comité Federal del PSOE ratificó entonces, sin debate alguno, todos los nombramientos propuestos por Pedro Sánchez, empezando por el ascenso de María Jesús Montero a número dos del partido, en sustitución de Adriana Lastra. Fue el cambio más relevante en el organigrama socialista. Y escondía ya una apuesta de futuro.
En la dirección del PSOE, y varios ministros socialistas, admitían en aquel momento que la designación de Montero como vicesecretaria general era un claro mensaje de Sánchez: el socialismo de siempre tomaba las riendas del partido, y la economía se situaba como palanca clave para la contienda política de este 2023.
Que Montero pilote el post-sanchismo
Ahora, el presidente ha mantenido en los últimos días una ronda de consultas con los ministros y barones del PSOE tras la derrota electoral del 28-M y, según ha podido saber Confidencial Digital por algunos de ellos, les ha sondeado sobre su apuesta por María Jesús Montero para pilotar el post-sanchismo.
Dependiendo de la magnitud de la derrota del PSOE en las generales, Sánchez podrá optar en ese momento por dimitir o atrincherarse en la secretaría general hasta el 41 Congreso, en 2024. Pero en el entorno del presidente comienzan a asumir ya que habrá que constituir inmediatamente una gestora que organice un congreso extraordinario.
Protegerla de las batallas internas
Según las fuentes consultadas, la decisión de Pedro Sánchez de colocar a Montero como cabeza de lista por Sevilla busca protegerla de las batallas internas.
Considera que, de haberla designado junto a él como número dos por Madrid, habrían surgido las disputas y codazos por entrar en la lista principal, que es la que encabeza el presidente en la capital, lo que hubiera desgastado a su principal apuesta para sucederle en el partido.
La economía como principal desafío
Hay que tener en cuenta que, desde la llegada de Alberto Núñez Feijóo, el PP ha buscado centrar su acción de oposición fundamentalmente en la economía como flanco principal para desgastar al Gobierno.
Ante este hecho, y dada la crisis económica que atraviesa España a consecuencia de la guerra en Ucrania, Sánchez se ha apoyado en los últimos meses en la ministra de Hacienda como su mano derecha en el PSOE.
Las fuentes consultadas cuentan que ha decidido impulsar a Montero también porque, en los cuatro años que lleva en el Gobierno, “apenas ha sufrido desgaste”.
Y ve en la andaluza una líder de futuro a nivel nacional, si su propio liderazgo en el PSOE se viese cuestionado tras un eventual batacazo del partido en las próximas elecciones generales que, como consecuencia, impidiese a Pedro Sánchez volver a gobernar.
Un “descubrimiento”
Insisten en que Montero es una de las ministras más valoradas por el presidente y su equipo cercano de colaboradores en Moncloa. Pedro Sánchez, que la aupó a la Portavocía del Gobierno a principios de la legislatura, ha dado impulso a su figura a nivel interno, otorgándole más responsabilidades orgánicas en el partido.
En Moncloa reconocen que la ministra de Hacienda ha sido un “descubrimiento” para Sánchez. “Ha ganado un enorme peso político” porque ha logrado la aprobación de tres Presupuestos Generales del Estado en cuatro años.
La negociación con Unidas Podemos, para dejar al margen de las cuentas públicas una parte importante de la reforma fiscal, y la posterior validación del proyecto de ley en el Congreso de los Diputados con un número de apoyos superior al de la investidura, han servido para que suba enteros en el escalafón del socialismo.
Bolaños, no
Una figura que se ha citado en alguna ocasión como posible alternativa a Sánchez para dirigir el PSOE es el ministro de Presidencia, Félix Bolaños. Se trata de una persona que ha trabajado mucho tiempo en la estructura del partido, donde es conocido por su capacidad de trabajo y por la fidelidad ideológica.
Sin embargo, tiene dos problemas que le alejan de la posibilidad de liderar al partido. Una de ellas su baja capacidad de comunicación y de empatía.
La otra, más importante, es que en estos momentos parece inevitable que el futuro secretario general del PSOE sea una mujer.
Calviño no se integra
Las fuentes consultadas por Confidencial Digital cuentan que María Jesús Montero va a ser además la elegida por Sánchez para liderar el proyecto económico del PSOE en los próximos años.
Aseguran que Nadia Calviño, dada su condición de independiente y de vicepresidenta sin carné, no acaba de integrarse en la vida orgánica del partido, apenas ha participado en contados mítines electorales y ahora ha renunciado a ir en las listas del PSOE para las generales, lo que la descarta como sucesora de Pedro Sánchez, pese a tenerla a su lado como vicepresidenta primera.
Por el contrario, Montero, su ‘alter ego’ en el área económica del Gobierno, se ha convertido en la dirigente de mayor peso interno en este terreno. Moncloa, de hecho, ha encomendado a la ministra de Hacienda un destacado papel en la negociación, reparto y posterior fiscalización de los fondos europeos.
Un superministerio
Montero se encuentra centrada ahora en dos asuntos de gran importancia para el futuro económico del país. Por un lado, el citado engranaje de las ayudas comunitarias, donde Hacienda ha pasado a ser un ‘superministerio’.
Por otro lado, hay que destacar que los Presupuestos Generales para 2023 se han convertido en el último gran proyecto del Gobierno en lo que queda de legislatura. Y, tras sacarlos adelante como los tres anteriores, la ministra de Hacienda se ha colgado esa medalla en vísperas de las elecciones.
