Subir el IRPF a quienes ganan más de 10.000 euros al mes, respuesta de Sánchez a la eliminación de Patrimonio en las autonomías del PP

Lo tiene pactado con Yolanda Díaz y ha descartado suprimir el Impuesto de Patrimonio porque es un dinero que recaudan las comunidades del PSOE

Pedro Sánchez y María Jesús Montero.
Pedro Sánchez y María Jesús Montero.

Pedro Sánchez trabaja ya en un nuevo impuesto a los ‘ricos’ con el que hacer frente a la ofensiva fiscal del PP. La orden de Moncloa a Hacienda es que el incremento se aplique vía IRPF y se descarte la eliminación del Impuesto de Patrimonio para evitar las protestas de las autonomías socialistas que lo recaudan… además de Cataluña.

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, eludió este jueves dar detalles sobre el eventual futuro impuesto, porque “hay que dejar que los técnicos trabajen”, pero apuntó que sería temporal -igual que los gravámenes a las energéticas y a la banca, que estarán vigentes dos años-.

Todo parece indicar que se incluirá en los Presupuestos de 2023, pero no dentro de los mismos porque no es posible incluir nuevas figuras tributarias en las cuentas. El objetivo, eso sí, es que entre en vigor el próximo 1 de enero.

Subir el IRPF a las rentas más altas

Por ello, según ha podido saber Confidencial Digital por fuentes próximas a los técnicos que trabajan ya en la elaboración de la tasa, Hacienda ha encontrado la fórmula para responder a la eliminación del Impuesto de Patrimonio en las autonomías del PP: aplicar una subida del IRPF en toda España a quienes ganan más de 10.000 euros al mes, esto es 140.000 euros anuales.

El incremento no está fijado, pero será algo superior que el planteado en los Presupuestos de 2021. Entonces se aprobó una subida de dos puntos para las rentas del trabajo superiores a los 300.000 euros, y de tres para las del capital por encima de 200.000.

La medida se ha pactado con Yolanda Díaz

Moncloa es consciente de que el IRPF es el impuesto políticamente más sensible porque afecta a la gran mayoría de los trabajadores. 

Por ello, el Gobierno había dejado clara su oposición a la modificación del Impuesto de la Renta… hasta que la ofensiva fiscal del PP le ha llevado a pactar ahora con Yolanda Díaz una subida a las rentas más altas, según confirman también a ECD en el equipo de la líder de Unidas Podemos en el Consejo de Ministros.

En pleno año electoral, se tiene en cuenta que un incremento en los tramos más altos de renta afecta a pocas personas (unas 100.000 declaran más de 150.000 euros), tendrá un impacto escaso en el consumo, y en cambio refuerza el argumento del Gobierno de coalición de que se ha aumentado la tributación a los ricos.

Disputar el voto de izquierdas a Podemos

Detrás de este impuesto a los ricos hay también una estrategia del líder del PSOE. Quiere incluir esta propuesta como una de las más llamativas de su programa electoral, resumida así: “Que paguen más los que más tienen y los que ahora no pagan”.

 

Según admiten a ECD fuentes de Moncloa y Ferraz, Pedro Sánchez se ha propuesto realizar un importante esfuerzo en los próximos meses para movilizar al electorado más progresista y arrebatar así votos a Podemos, dentro del giro a la izquierda ya iniciado con la tramitación de los impuestos a la banca y a los grandes grupos energéticos.

Que no parezca una “recentralización”

En Hacienda explican también que la subida del IRPF a las rentas más altas descarta la vía de la supresión del Impuesto de Patrimonio porque fulminaría de un plumazo una competencia autonómica clave a nivel fiscal.

Un planteamiento que asume que contaría con el rechazo de los socios nacionalistas del Ejecutivo, y se produciría después además del revuelo generado por la “recentralización” de impuestos propuesta en los últimos días por el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá.

La Ley de financiación otorga a las comunidades autónomas la capacidad de decidir sobre el mínimo exento de Patrimonio, sobre el tipo de gravamen o sobre sus deducciones o bonificaciones.

Es un tributo cuya recaudación está cedida a las autonomías y que el año pasado recabó 1.130 millones de euros con amplias diferencias, ya que Madrid lo bonifica al 100% -e ingresó apenas tres millones-, frente a otras comunidades como Cataluña y Baleares que recaudaron en 2019 un 0,2% de su PIB.

Las fuentes consultadas por ECD recuerdan que un contribuyente con 800.000 euros de patrimonio, excluyendo los 300.000 de vivienda habitual, debería pagar cada año 1.164 euros en Aragón, 1.099 en Extremadura o 769,5 en Cataluña frente a los 50 euros de La Rioja o los 0 en Madrid en el mismo caso.

Los barones, contra la supresión de Patrimonio

Moncloa tampoco ha pasado por alto que los presidentes autonómicos del PSOE se oponen frontalmente a la eliminación de Patrimonio, porque sus territorios, por ejemplo Extremadura, Castilla La Mancha y Aragón, cobran ese impuesto pero si se suprime dejarán de percibirlo.

La Comunidad de Madrid es la única región española que tiene bonificado al 100% ese impuesto (ahora se sumarán Andalucía y Murcia), por lo que desde 2008 ningún contribuyente madrileño tiene que pagar nada por Patrimonio. En 2017, hubo 18.132 declarantes por este tributo en la región, con más de 9 millones de euros de media

La ineficacia, las distorsiones y las duplicidades que generaba este impuesto llevaron al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero a suprimirlo en 2008 a nivel estatal, pero en 2011, en plena crisis económica, el mismo Ejecutivo decidió recuperarlo y se ha ido prorrogando cada año desde entonces, incluso durante los mandatos de Mariano Rajoy.

Que las grandes fortunas no eludan impuestos

El plan de Sánchez persigue que cada ciudadano pague según su capacidad económica, independientemente de qué tipo de riqueza tenga y dónde la tenga invertida. El objetivo es que los grandes patrimonios paguen los impuestos que ahora eluden con trucos legales de ingeniería fiscal.

En el PSOE recuerdan que ahora existen diversas formas para eludir el impuesto de Patrimonio: crear sociedades patrimoniales, tener el dinero en fondos como las SICAV...

La forma más habitual es la constitución de sociedades donde se remansa el patrimonio, el conocido recurso a la creación de empresas familiares, que tienen una bonificación del 95%. Numerosas familias registran una sociedad inmobiliaria que se dedica al arrendamiento de pisos.

Otra manera utilizada por las grandes fortunas para pagar menos a Hacienda es jugar con el límite de renta. El asesor fiscal construye un entramado por el que los ingresos se quedan en la sociedad. Otro de los aspectos más llamativos es la tributación del 1% de las SICAV o, incluso, inferior en el caso de los fondos.

Los impuestos los soportan las clases medias

Las fuentes del PSOE consultadas por ECD reconocen que esta nueva figura impositiva no acabará con estas prácticas. Pero conseguirá que las grandes fortunas no eludan impuestos: cada año a ese patrimonio se le estimará una renta por la que habrá que pagar a Hacienda.

En el equipo económico de Pedro Sánchez están convencidos de que muchos de los ‘ricos’ españoles no pagan los impuestos que deberían. Según sus cálculos internos, los asumen, principalmente, las clases medias: “Las rentas del trabajo soportan el 90% de la recaudación, mientras que las del capital solo contribuyen con el 10% restante”, concluyen.

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