El balance interno de los sindicatos sobre la jornada de huelga. La gran movilización ha sido en el sector de la industria; en las administraciones públicas no ha habido el seguimiento esperado
Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo ya han comparecido públicamente para hablar de "éxito rotundo" de la huelga general, con un seguimiento del 85 por ciento. Sin embargo, a nivel interno, los sindicatos hacen un balance menos positivo, ya que la movilización en las administraciones públicas no ha sido tan masiva como lo esperado.
Según líderes sindicales consultados por El Confidencial Digital, los trabajadores del sector de la industria han sido los que más han seguido la huelga desde primeras horas de la madrugada. Las centrales cifran, a nivel interno, que en este ámbito los paros han alcanzado un nivel de seguimiento de hasta el 87 por ciento.
No obstante, en otros sectores los resultados no han sido tan positivos.
En los sindicatos ha llamado especialmente la atención el “escaso seguimiento” que la huelga ha tenido en las administraciones públicas, donde los funcionarios y demás empleados públicos no han apoyado mayoritariamente los paros convocados.
Las fuentes consultadas se muestran sorprendidas por este hecho, ya que “ellos llevan ya un año soportando una bajada de sueldos, ahora hay congelación salarial, y en muchos ayuntamientos y pequeñas administraciones llevan meses sin cobrar”.
Tampoco ha sido masiva la movilización en el sector de los transportes, donde “los servicios mínimos pactados con el Gobierno se han cumplido a rajatabla para evitar sanciones”.
CEOE: El transporte y el comercio funcionan
Según fuentes de la CEOE, consultadas por ECD, la jornada de paro se está desarrollando con “absoluta normalidad”. Su mensaje, a la hora de valorar la huelga general, busca minimizar el impacto negativo que la jornada pueda tener en la imagen exterior de España.
Los dos ejes en los que se apoyan los empresarios para medir la repercusión de la huelga son la ausencia de imágenes de transporte público bloqueado en las grandes ciudades y actividad comercial casi en pleno funcionamiento, con movilidad en las calles de las principales capitales, que no muestran una percepción de un país paralizado.
