Cómo transcurrió la primera reunión reservada entre el director general de la Guardia Civil y la AUGC: Mesquida “conoce bien el paño”

El Confidencial Digital desvela algunos detalles de la “discreta reunión” que mantuvieron el director de la Guardia Civil, Joan Mesquida, y la junta directiva del sindicato AUGC. Se trató de un encuentro reservado del que apenas han trascendido detalles hasta ahora.   El pasado 11 de julio, el director general de la Guardia Civil, Joan Mesquida, se reunió con los máximos representantes de una asociación de guardias civiles, la Asociación Unificada de Guardias Civiles AUGC. La cita duró unos noventa minutos escasos. Tuvo lugar en la sede de la dirección general de la Benemérita.   De dicha reunión han trascendido escasos detalles pese a la importancia del encuentro. A tal extremo ha llegado la cautela desplegada que gran parte de los socios de la propia AUGC no dispone de dato alguno sobre ese encuentro.   Según ha podido saber El Confidencial Digital, la razón del escaso flujo de información es que se trataron muchos temas pero de modo muy general, sin entrar a concretar soluciones para los mismos. Los responsables de la AUGC y Joan Mesquida valoraron las preocupaciones actuales de los miembros del cuerpo, y se emplazaron a nuevas reuniones para tratar de solucionar dichos asuntos.   Fuentes en la AUGC consultadas por ECD se limitaron a afirmar que “no vamos a aportar información porque no hay demasiado a lo que agarrarse por ahora”. Sin embargo, este confidencial ha podido conocer, por fuentes bien informadas, algunos detalles de cómo transcurrió esa reunión. Los ofrecemos sintéticamente:   --Joan Mesquida dio muestras de gran prudencia en su primer contacto directo con los representantes de la AUGC. “Calló y escuchó mucho”. Mesquida parece haber aprovechado bien el tiempo desde su llegada a la sede central en la madrileña calle de Guzmán el Bueno: en el encuentro dio varias muestras de “conocer bien el paño”.   --Se habló mucho de la reforma del Régimen Disciplinario de la Guardia Civil y de la futura ley de derechos y deberes de los guardias civiles que, entre otros asuntos, regulará el asociacionismo en el cuerpo. Según ha podido saber ECD, Mesquida “se escapó” de éste asunto, alegando que eran dos temas que no dependen de él sino de la Secretaría de Estado de Seguridad.   --Al hablar de estas dos materias se aludió a que lo más probable es que el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, logre sacarlos adelante tras el verano, en cuanto se reanude la actividad parlamentaria. En todo caso, antes de final de año.   --Otro de los temas que se abordó en este encuentro fue la posible unificación de los empleos actuales en la escala de suboficiales para que queden reducidos a uno.   --A varios de los presentes llamó mucho la atención la actitud de Mesquida en varios momentos de la reunión. Por ejemplo: dejó traslucir en varias ocasiones que “tiene bastantes ideas propias”. En concreto, el director general de la Benemérita afirmó ante algunos temas que “se reservaba su opinión personal”.   --También se habló de los problemas de coordinación con la Policía Nacional, de la situación general del Instituto Armado, de la “heterogeneidad” del mismo y de sus diversas problemáticas.   --Uno de los aspectos en los que Mesquida mostró especial preocupación fue el estado de las infraestructuras de la Benemérita, un tema que considera “urgente” solucionar. Además, en este tema en particular, el director general “se siente cómodo”, algo que se ponía de manifiesto cada vez que se hablaba de cifras.   --Mesquida reconoció que los nuevos presupuestos de la Benemérita se están “negociando muy duro” con el Ministerio de Hacienda con el objetivo de conseguir mucho más dinero. Joan Mesquida asegura tener “el apoyo explícito” del propio presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, para lograr una mejora sustancial de las partidas destinadas a la Guardia Civil.   --El director general es consciente de que hace falta mucho capital para hacer frente a las reformas de las infraestructuras y para equiparar con otros Cuerpos los medios destinados a la Guardia Civil.