Tensas negociaciones para concretar los detalles de la cita de mañana

La trastienda del encuentro a cara de perro entre Rajoy y Pedro Sánchez

PP y PSOE discutieron lugar, despacho, hora, mobiliario... Ferraz exigió que los dos líderes entren en la sala al mismo tiempo

Mariano Rajoy y Pedro Sánchez, en su última reunión en La Moncloa.
Mariano Rajoy y Pedro Sánchez, en su última reunión en La Moncloa.

La reunión de mañana, viernes, entre Mariano Rajoy y Pedro Sánchez será a cara de perro. Así lo advierten desde el PP y el PSOE, que recuerdan el último encuentro de ambos en Moncloa y la nula comunicación existente entre los dos durante las últimas semanas. A ese clima tenso se han sumado, además, unas duras negociaciones para concretar los detalles materiales del cara a cara.

Según revelan a El Confidencial Digital fuentes próximas a ambos líderes políticos, las negociaciones entre los equipos de Rajoy y Sánchez, y de los grupos parlamentarios de PP y PSOE, comenzaron el lunes de esta semana, cuando el presidente en funciones aceptó finalmente reunirse con el candidato a La Moncloa.

Desde el primer momento, las dos partes empezaron a chocar en cada una de las propuestas: no se ponían de acuerdo ni en el día, ni en el lugar, ni en el cómo. Y hoy, veinticuatro horas antes del cara a cara entre ambos, todavía siguen debatiendo hasta el más mínimo detalle de la reunión.

Primer enfrentamiento por la fecha

La primera discrepancia fuerte entre Moncloa y Ferraz saltó a última hora de la tarde del lunes. Pedro Sánchez había propuesto reunirse el miércoles, en el Congreso, pero de entrada Rajoy rechazó la fecha.

El presidente en funciones era partidario, en un primer momento, de ser él quien recibiera al líder del PSOE en Moncloa. Y, en cuanto a la fecha, se respondió la agenda de Rajoy estaba “completa” para ese día.

Finalmente, los equipos de ambos dirigentes consensuaron, durante todo el martes, el día, la hora, y el lugar del encuentro: “Se decidió que fuera el viernes, en el Congreso, y que tuviera lugar un día después de que Rajoy se viese, también en la Cámara, con Albert Rivera. Asimismo, la celebración del Consejo de Ministros por la mañana provocó que la entrevista se pospusiera a las cinco de la tarde”.

El PP pidió una ubicación distinta...

Una vez decidido el lugar, el Congreso, PP y PSOE escenificaron un nuevo encontronazo a propósito de la ubicación exacta, dentro de la Cámara Baja, del encuentro.

Según fuentes del Grupo Socialista, el PSOE propuso celebrar el cabo el cara a cara en el edificio de despachos del partido, en el número 40 de la Carrera de San Jerónimo, justo enfrente del Congreso: “Allí Pedro ha recibido a los líderes del resto de formaciones, y nos parecía lo más lógico”, explican.

Sin embargo, el PP desechó la oferta, por considerar que el encuentro debía llevarse a cabo en “terreno neutral”. Así las cosas, propuso organizarlo en el número 36 de la misma calle, el inmueble donde se sitúan los despachos de los presidentes de comisiones parlamentarias y también la zona que ocupan representantes del Gobierno. Allí precisamente -en la “Sala A3”- tendrá lugar este jueves el encuentro entre Albert Rivera y Mariano Rajoy.

Desde el PSOE aseguran a ECD que el partido “acepta” la propuesta de los populares, aunque puntualizan que “también podía celebrarse en una de las dos salas que están frente a la Sala Constitucional, muy cerca del patio del hemiciclo”.

 

… y el PSOE que los dos entraran a la vez

Si el PP exigió una ubicación diferente a la del resto de reuniones que viene manteniendo Pedro Sánchez, el PSOE tampoco se ha quedado atrás a la hora de realizar peticiones sorprendentes.

Según altos cargos del PP, muy próximos al portavoz Rafael Hernando, los socialistas han insistido, de forma reiterada durante los últimos días en la necesidad de que ambos dirigentes entren a la vez en la sala elegida para celebrar el encuentro.

Con ello, el PSOE pretende evitar “dar la sensación de que uno espera a otro”. Además, recuerdan desde Ferraz, “ya se ha apostado por esta fórmula en encuentros previos”, como el de Pablo Iglesias, el viernes de la semana pasada: ambos entraron a la vez.

“Están mirando hasta el color de las sillas”

Las exigencias del PSOE tiene indignados a los responsables del PP en el Congreso de los Diputados, que no manifiestan no entender tantos requisitos, para una reunión que el propio Mariano Rajoy ha aceptado.

Aseguran que los socialistas “están mirando hasta el color de las sillas”, porque “quieren tenerlo todo bajo control”.

Como otro ejemplo más, explican que Sánchez ha exigido, en el número 36 de la Carrera de San Jerónimo, una sala que esté cerca de las presidencias de Comisión y no de la zona del Gobierno, "para no parecer que es él el recibido”.

Rajoy insistirá en la “gran coalición”

Además de todos estos preparativos, Mariano Rajoy y Pedro Sánchez trabajan con sus respectivos equipos en los mensajes que van a transmitirse el uno al otro mañana, viernes.

El presidente del Gobierno en funciones tiene ya listo un documento con varias medidas que presentará al líder socialista. En él, Rajoy ha incluido propuestas para llevar a cabo una reforma pactada en la Educación, y para la defensa de la unidad de España, recordando la iniciativa parlamentaria presentada por el PP hace dos semanas.

Además, volverá a insistir en la necesidad de formar una “gran coalición” entre PP, PSOE y Ciudadanos para hacer frente a la amenaza de Podemos y del independentismo catalán con una mayoría amplia en el Congreso. Una propuesta que Rajoy quiere que sea apoyada por Ciudadanos, tal y como le transmitirá hoy a Albert Rivera.

En cualquier caso, el presidente en funciones, dejará claro a Sánchez que “bajo ningún concepto” facilitará su investidura. No la votará, por supuesto, pero tampoco habrá una abstención, ni siquiera  aunque haya pactado con Ciudadanos.

Sánchez ofrecerá tres pactos de Estado

Pedro Sánchez, por su parte, reiterará su rechazo a la “gran coalición” propuesta por Rajoy. Le manifestará que “su tiempo para ofrecer medidas ya ha pasado”, y que ahora corresponde al PSOE presentar proyectos para lograr una mayoría en la Cámara.

Aunque el líder socialista tiene claro que no desea contar con el apoyo del PP en su investidura, pedirá a Rajoy “la misma lealtad en la oposición que ha tenido el PSOE en asuntos de Estado”, como el pacto anti-yihadista y la unión de las formaciones constitucionalistas frente al desafío soberanista de Cataluña.

En concreto, Sánchez propondrá a Rajoy tres pactos: sacar adelante una nueva ley educativa, la reforma constitucional, y un proyecto contra la violencia de género a nivel social, político e institucional.

Pero todo ello sin llevar al líder del PP ningún tipo de texto o documento porque “eso solo lo hacemos con los partidos con los que negociamos la investidura”, dicen las fuentes del PSOE.

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