Vox no se fía: teme que sus votantes se decidan en el último minuto por el PP

Sus dirigentes admiten en privado que el miedo a que gobierne Pedro Sánchez podría arrastrar el voto hacia Pablo Casado. No descartan incluso “un batacazo electoral”

Dirigentes de Vox, PP y UPYD, en la manifestación contra Pedro Sánchez en Colón.
Dirigentes de Vox, PP y UPYD, en la manifestación contra Pedro Sánchez en Colón.

“¿Te ves en La Moncloa?”, preguntó Bertín Osborne a Santiago Abascal el pasado viernes 5 de abril. “Sí”, contestó sin dudar el líder de Vox. Los líderes del partido se muestran confiados públicamente en el éxito que cosecharán en las urnas en las elecciones generales del próximo 28 de abril.

Los de Vox lanzan mensajes en las redes sociales y en los medios sobre “el despertar de la España viva”, destacando el apoyo popular. Señalan que han conseguido estar en boca de todos los ciudadanos pese a dos grandes obstáculos: las encuestas y los medios de comunicación, a quienes acusan de maltratarlos y minusvalorarlos.

Por eso, pronostican un gran resultado el 28-A, mayor que el de las elecciones andaluzas de diciembre. Cabe recordar que aunque los sondeos daban como máximo 1-2 escaños a Vox, la formación de Abascal consiguió 12 en el Parlamento andaluz.

Por eso, sus dirigentes afirman que en estas generales podría suceder algo parecido, con un gran número de votantes ocultos que no aparecen en las encuestas y apostarán por Vox.

Temor en privado 

Sin embargo, esta es la actitud ante el gran público y ante los medios. Internamente, los líderes de Vox se expresan de otra forma. Son más cautos y advierten de los peligros a los que se enfrenta la formación.

Según ha sabido Confidencial Digital, Santiago Abascal y varios dirigentes reconocen en privado que no las tienen todas consigo. Es más, sostienen que el 28 de abril Vox se arriesga a cosechar un sonoro fracaso.

El propio Abascal y líderes como Iván Espinosa de los Monteros admiten en reuniones de estrategia que afrontan esta campaña electoral de las generales con mucha prevención. Son conscientes de que hay todavía muchos votos en juego, que se decidirán a última hora. Y puede que no precisamente a su favor.

El voto útil al PP

El principal temor de Vox es que el PP de Pablo Casado les robe votos, tanto de los indecisos como de los que, a día de hoy, aseguran que votarán al partido verde.

Entienden que, si bien gozan de un apoyo popular cada vez mayor a la vista de los seguidores que acuden a sus actos, esto no les asegura que el 28-A apuesten por Abascal y no opten por la papeleta del PP.

 

El miedo a que Pedro Sánchez gobierne de nuevo podría jugar una baza final definitiva a favor del Partido Popular. La posibilidad de que el PSOE gane las elecciones y vuelva a pactar con los independentistas catalanes y vascos y se asegure la investidura puede movilizar a miles de electores en favor del PP.

Cabe recordar que las últimas encuestas pronostican una posible alianza del PSOE con Compromís y Ciudadanos para llegar a La Moncloa, sin recurrir a ERC y PDeCAT. Pero los votantes no tienen certeza de que esto vaya a suceder.

Por otro lado, no está nada claro que se pueda repetir el pacto a la andaluza entre PP, Ciudadanos y Vox para formar un nuevo Gobierno. En Vox creen que muchos votantes de la derecha que se ha planteado apostar por los de Abascal mantendrán su decisión hasta el último momento, pero a la hora de meter la papeleta en el sobre, se acordarán de la posibilidad de que gobierne Sánchez de nuevo y, para evitarlo, podrían decidir optar por Pablo Casado. El voto útil al PP se activaría en este caso por el miedo a que vuelva a gobernar la izquierda.

A esto hay que añadir –valoran los líderes de Vox- el factor de la reciente llegada a la presidencia del partido por parte de Casado. En Vox han constatado que muchos potenciales votantes están dispuestos a dar una oportunidad a Casado, que se ha alejado del ‘rajoyismo’ y representa los valores tradicionales del PP.

El fenómeno de las andaluzas

Un dato más. En Vox existe una cierta preocupación por los votantes de las elecciones andaluzas del pasado 2 de diciembre. No se descarta perder parte de esos electores de Andalucía, ya que “no es lo mismo votar en unas autonómicas que en unas generales”.

Muchos electores que en diciembre cambiaron el voto del PP a Vox podrían considerar que ahora es demasiado arriesgado repetir este giro. El castigo al PP ya estaría consumado, el mensaje habría llegado a Génova 13. Ahora, en unas generales, podrían decidir no arriesgar otros cuatro años de gobierno socialista y votar de nuevo al PP. 

El batacazo

El análisis de los máximos dirigentes de Vox concluye aludiendo a otra circunstancia que puede jugar en contra: las expectativas creadas. Abascal ya habla incluso de un “posible batacazo”, pese al optimismo que transmite en sus mítines.

El promedio de todas las encuestas publicadas hasta ahora da un 10,7% de estimación de voto a Vox, pero alguno sondeos elevan esta cifra hasta el 12%. ¿Qué pasará si ese apoyo sólo llega finalmente al 8%? En vez de verse como el éxito que es –una formación ausente hasta ahora del Parlamento entraría con una buena base de votos- se percibiría como un fracaso.

Este hecho, reflexionan desde Vox, podría provocar algo peor: la desmovilización de los simpatizantes de cara a las autonómicas, municipales y europeas del 26 de mayo.

Por todo lo dicho, Santiago Abascal y los suyos se toman los aparentes buenos resultados de las encuestas con prevención. El PP podría arruinarles el 28 de abril por el temor de los electores a que gobierne la izquierda.

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