Yolanda Díaz cambia de estrategia: tiende puentes con la CEOE para reforzar su liderazgo
Prioriza ahora los acuerdos a tres que relanzaron su perfil como líder de Unidas Podemos al comienzo de la pasada legislatura
- Realzar un perfil a la baja
- Apoyarse en CEOE para compensar la falta de apoyos
- La reducción de jornada laboral, el primer ejemplo
La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, ha decidido dar un giro de 180 grados. Este curso, tratará de volver a los grandes acuerdos con la patronal y los sindicatos que marcaron el inicio de su labor al frente del Ministerio de Trabajo. La ministra pretende relanzar su perfil, y priorizará que la CEOE apoye todas las medidas que impulse el Gobierno, como sucedió con la reforma laboral y con la primera subida del salario mínimo interprofesional.
Tras la aprobación de la reforma laboral, Trabajo y la patronal de empresarios comenzaron a distanciarse. Entonces, Díaz optó por dejar atrás los acuerdos a tres y por apostar solamente con el “sí” de CCOO y UGT. Esa decisión permitió a Trabajo avanzar en la agenda legislativa prevista y pactada con el Partido Socialista en el acuerdo de investidura, pero perdieron la autoridad que tenían las iniciativas anteriores, respaldadas por el consenso social.
Realzar un perfil a la baja
En el Ministerio son conscientes de que hace falta un cambio de rumbo. El liderazgo de Díaz —que llegó al primer Gobierno de coalición con un perfil bajo, por debajo del de Pablo Iglesias o Irene Montero…— se forjó a base de acuerdos casi inéditos entre los sindicatos y la patronal. Una sintonía que mantuvo dos años, el tiempo suficiente para posicionarse como uno de los miembros del Ejecutivo mejor valorado, según el CIS, por encima del presidente Pedro Sánchez.
Sin embargo, la fundadora de Sumar echa en falta la aprobación de medidas relevantes que movilicen a su electorado.
La aritmética parlamentaria, más compleja que la pasada legislatura por la dependencia de Junts, ha dificultado mucho al Ejecutivo convalidar cualquier medida en el Congreso de los Diputados. “Nos sobra amnistía y nos faltan leyes que afecten a la vida de la gente, como hemos hecho durante los últimos cuatro años”, advertían cargos de Sumar antes del verano.
Tanto en Trabajo como en Sumar coinciden: el desgaste que ha sufrido la formación y el liderazgo de Díaz no se entiende sin la falta de medidas que ilusionen al electorado. La ministra solo ha impulsado un macro-decreto ley, que, además, tumbó Podemos el pasado diciembre tras su ruptura para mudarse al Grupo Mixto.
Apoyarse en CEOE para compensar la falta de apoyos
Ahora, Trabajo ve en la CEOE la palanca para comenzar a revertir una situación que no para de empeorar, según las encuestas. Sumar no deja de bajar, y ven muy difícil que se remedie si no hay nuevos proyectos. De ahí que el Ministerio haya hecho de la reducción de jornada laboral una nueva medida estrella.
Admiten que resulta muy difícil aunar apoyos en el Congreso, más aún tras la enemistad entre Podemos y Díaz, pero entienden que la dimisión de la vicepresidenta como coordinadora de Sumar podría aplacar los ánimos de Ione Belarra e Irene Montero.
La estrategia pasa también por lograr un consenso previo que facilite las negociaciones parlamentarias. Una medida que goce del apoyo de la CEOE y de los sindicatos pondría más fácil el apoyo de partidos como el PNV o Junts; y no alejaría mucho a ERC y EH Bildu, según calculan en Trabajo.
La reducción de jornada laboral, el primer ejemplo
El primer ejemplo de este cambio de estrategia se muestra en la reducción de la jornada laboral. Primero, Trabajo aseguró, tanto en público como en privado, que impulsaría la medida aunque no contase con el apoyo de la CEOE. Los empresarios se han mostrado reacios a apoyar una iniciativa así, y por ahora el acuerdo parece lejano.
Pero, a medida avanzaron las semanas, Díaz mudó su discurso, hasta priorizar un acuerdo con la patronal. La ministra dejó de poner plazos, y su equipo pasó a remitirse, constantemente, a la necesidad de llegar a un pacto. Trabajo impulsó una recogida de firmas para presionar a los empresarios, pero los sindicatos, favorables a la medida, comienzan a impacientarse. Sin embargo, Díaz no quiere prisas y tiene claro el objetivo: que la medida que se lleve al Congreso tenga el “sí” de UGT y CCOO, pero también de la CEOE y CEPYME.
El equipo negociador ha ofrecido a los empresarios dosificar la rebaja de las horas laborales. El objetivo final es pasar de 40 a 37,5 horas a la semana, pero ahora Trabajo ofrece pasar a 38,5 en 2024 para después llegar a 37,5 en 2025.
Este martes, la propia ministra anunció bonificaciones a las empresas que tengan que contratar más trabajadores para paliar la reducción de jornada.