El Gobierno quiere sacar a los capellanes castrenses de cuarteles y academias militares, de la Guardia Civil y de la Policía

La Ley de Libertad Religiosa con la que pretende inaugurar el Gobierno el nuevo curso, no sólo incluye la retirada de crucifijos de los colegios y centros públicos, también afectará a la atención religiosa de los cuerpos militares y de la policía. La pretensión del Gobierno es sacar a los capellanes castrenses de cuarteles y academias y sólo permitir la figura del 'pater' en las misiones en el extranjero.

La propuesta José María Contreras, director general de Relaciones con las Confesiones del Ministerio de Justicia, en un documento fechado en 2005 y publicado por la Fundación Alternativas es "que el Estado prevea la posibilidad de que los miembros de las Fuerzas Armadas puedan abandonar las instalaciones militares para recibir la asistencia religiosa, y que “sólo cuando lo anterior no sea posible el Estado recurra a la figura del capellán castrense”.

Aunque la asistencia religiosa a las fuerzas armadas está incluida en el Acuerdo entre el Estado español y la Santa Sede del 3 de enero 1979, con esta fórmula, Contreras estima que no se estaría rompiendo el espíritu del Concordadato.

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