Sigue pendiente la decisión sobre con quién puede cubrir la vacante de un cardenal español en la Curia vaticana

La jubilación de Julián Herranz como presidente del Pontificio Consejo para la Interpretación de los Textos Legislativos ha dejado a España sin ningún cardenal en la Curia de Roma, y hay dificultades para cubrir esa vacante “nacional”.

Fuentes eclesiásticas consultadas por El Confidencial Digital apuntan que la ausencia de un cardenal español en los dicasterios vaticanos constituye una anomalía, que habrá que cubrir en cuanto sea posible, pero que el problema es encontrar la persona adecuada.

Se llegó a barajar en su día la opción de que el arzobispo de Barcelona, Lluis Martínez Sistach, fuera llamado a Roma, precisamente para cubrir el hueco que dejaba Julián Herranz, dada su condición de canonista. Como la vacante ha quedado cubierta, esa opción ha perdido enteros.

En el caso de cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco, que tiene muy buena relación personal con Benedicto XVI y que prácticamente todos los meses realiza una visita a Roma, él no quiere en estos momentos abandonar su diócesis y España.

Antonio Cañizares sí estaría dispuesto a marchar al Vaticano, si así se lo plantearan, pero, dada la situación que atraviesa la Iglesia en España y los problemas que tiene que afrontar, la cuestión está en decidir si se puede prescindir de una figura con el perfil del cardenal arzobispo de Toledo, que además ha llevado y lleva delicadas gestiones con el actual Gobierno.

 

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