Los promotores del bus ateo no quieren enfrentamientos con la Conferencia Episcopal pero reclaman la supresión de los funerales de Estado y acabar con la financiación de la Iglesia

La Unión de Ateos y Librepensadores ha sido la promotora del llamado ‘bus ateo’, que llevan por diferentes ciudades de España una publicidad sobre la posible no existencia de Dios. ECD ha podido contactar con su máximo responsable, que explica sus principales reclamaciones.

Hace una semana comenzó en Barcelona esta campaña de marketing en autobuses bajo el lema “Probablemente Dios no existe. Deja de preocuparte y disfruta la vida”. Sus ideólogos desvelan su intención de extender la iniciativa a otras ciudades de la geografía española.

De momento, ya tienen en funcionamiento dos autobuses en Madrid y tienen en marcha negociaciones para estar presentes en Zaragoza, Valencia y Sevilla. Además, Vigo, Gijón, Oviedo y el País Vasco son destinos a los que se quiere llegar próximamente.

En cualquier caso, esta organización asegura que la campaña está superando las expectativas que se habían fijado inicialmente. De ahí, su intención de embarcarse en proyectos similares por otras ciudades del país.

El Confidencial Digital ha contactado con su principal promotor, Albert Riba, que es el presidente de la Unión de Ateos y Librepensadores. Estas son, expuestas de forma sintética, algunas de las reflexiones que realiza ahora este colectivo:

-- El eco social que está teniendo la campaña les ha llenado de satisfacción. Muy pocos en la organización lo esperaban. Ha rebasado sus cálculos más optimistas.

-- Esta campaña ha roto ese tabú que dice que abordar públicamente en España el tema de la religión implica necesariamente el inicio de una guerra civil. Hablar de religión no necesariamente enfrenta a las personas. Ha quedado demostrado.

-- Pero, ciertamente, este debate sólo se puede abrir ahora. Hace diez años hubiera sido imposible una iniciativa de estas características.

-- No buscan un clima de crispación o de enfrentamiento con la Conferencia Episcopal Española.

-- Los poderes públicos tienen que empezar a tener en cuenta a los ateos existentes en España y a sus ideas.

 

-- El Estado continúa siendo confesional a pesar de lo que dice la Constitución. “Pedimos, por tanto, que se supriman los funerales de Estado y que se deje de destinar dinero a la financiación de las religiones porque cada una de mantener su estructura”.

-- Cosa distinta son las ONG´s católicas que, como todas, han de recibir capital para llevar a cabo su acción social. Pero se deben controlar los gastos de estas organizaciones para que no se destine ni un euro a actividades religiosas.

-- Además, hay que cambiar el Código Penal. Debe estar penado insultar el nombre de Dios pero, de la misma manera, se debe penar a quién ataca las ideas ateas.

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