Seis mil agentes garantizarán la seguridad de Benedicto XVI en su visita a París y Lourdes este fin de semana
Movilización máxima. Es la palabra utilizada en Francia sobre el dispositivo de seguridad que se ha montado con motivo de la visita del Benedicto XVI a París y a Lourdes, del 12 al 15 de septiembre, con ocasión del 150 aniversario de las apariciones de la Virgen.
Seis mil agentes y 65 unidades móviles han sido activados para este viaje, que, según las autoridades galas, aunque no existe una amenaza particular, se inscribe en un contexto en el que el riesgo terrorista es muy elevado. Durante las semanas previas, se han celebrado en el ministerio del Interior reuniones a las que han asistido representantes del arzobispado de París y de la Nunciatura.
Se trata de una movilización desconocida hasta ahora en Francia, ya que, además, con motivo del viaje, un avión AWACS de alerta aérea sobrevolará Paris y Lourdes, y estarán activados aviones de combate y baterías de misiles
Benedicto XVI y su séquito se verán custodiados, en el círculo más cercano, por un centenar de agentes de elite, que incluso tendrán preparados trajes NBQ para caso de ataque bacteriológico o químico. Y el Santo Padre contará a su lado con dos guardas suizos y cuatro agentes italianos como guardaespaldas personales.
Además de los grupos musulmanes extremistas, también los ambientes libertarios, los ultras, activistas gays, etc. están ya bajo vigilancia. Las fuerzas del orden no olvidan, por ejemplo, el lanzamiento de preservativos en Sydney, al paso del Papa, durante la jornada mundial de la juventud.
El día 12, el Pontífice marchará en “Papamóvil” (usará dos de estos vehículos, ambos blindados: pesan cuatro toneladas y llegarán procedentes de Roma) al Colegio de los Bernardinos, en París, pero la vela con 15.000 jóvenes en las inmediaciones de Notre Dame y la misa solemne en Los Inválidos, donde se espera la presencia de 200.000 peregrinos, serán los dos “momentos sensibles” en París.
